• Trastupijes en el FESAPAUV
• Plazas para familiares
• Nunca rinden cuentas
  

Luis Velázquez

PASAMANOS: El FESAPAUV, que aglutina a los maestros de la Universidad Veracruzana, unos siete mil, jamás ha rendido cuentas transparentes del manejo de las cuotas sindicales.

Su líder, Enrique Levet Gorozpe, tiene unos veinte años en el trono sindical y nunca en su vida ha arrastrado el lápiz frente a grupo en el salón de clases, porque con sus treinta años de antigüedad laboral como académico siempre ha estado comisionado, digamos, como una especie de canonjía desde que fue líder estudiantil en la facultad de Ingeniería, donde operaba como un porro más.

Así, y por ejemplo, la fama pública es que en el FESAPAUV concurre un insólito tráfico de influencias, cierto, para favorecerse entre ellos mismos, la elite y la cúpula en el poder, pero también para abrir la brecha laboral a los familiares.

Por ejemplo, el caso del líder regional en el puerto jarocho, Juan Manuel Fragoso Montalvo, dueño del FESAPAUV desde 450 años antes de Cristo.

El cargo le ha servido, por ejemplo, para que por ahora estrene una camionetita Suburban evaluada en unos 900 mil pesos, digamos, como una legítima conquista sindical, pues el señor ha de fregarse el lomo a cada rato viajando a Xalapa para el cabildeo de la solución a los pendientes académicos.

Pero, además, Fragoso Montalvo ha dado tranquilidad económica a cuatro familiares, los siguientes:

Antonio Fragoso Montalvo, su hermano, analista en la facultad de Veterinaria de la UV.

José Juan Fragoso Montalvo, su hermano, técnico completo como académico en la facultad de Ingeniería.

Marco Antonio Fragoso Sánchez, su sobrino, tiempo completo como académico en la Facultad de Ingeniería.

Y su hija, María Esther Fragoso Terán, tiempo completo como académica en la facultad de Contaduría.

Como se advierte, para el dirigente regional del FESAPAUV lo importante es, como proclama el DIF, la familia, y por la familia ha arriesgado todo.

El DIF debiera elegir su figura para una campaña sobre la cohesión familiar, por encima de todos los intereses.

BALAUSTRADAS: Pero más aún:

En la UV hay unos dos mil maestros de tiempo completo con las categorías A, B y C.

La C significa uno de los sueldos mensuales más altos.

De los dos mil académicos en la UV, unos 400 profesores se ubican en el puerto jarocho.

Y cada maestro de tiempo completo entrega una cuota sindical de mil pesos mensuales al sindicato, lo que si Pitágoras está en lo cierto equivale a un ingreso de 400 mil pesos mensuales sólo para el FESAPAUV de Juan Manuel Fragoso Montalvo.

Además, claro, de la cuota sindical de los profes de medio tiempo y de asignatura.

Pues bien, Fragoso Montalvo recibe, mínimo, 400 mil pesos mensuales de cuotas sindicales, cuyo destino nadie conoce, y si bien es cierto que cada año suelen celebrar una juntita para un informe completo, primero, esta amañado, y segundo, los asistentes lo aprueban fast track sin evidenciar absolutamente nada, y tercero, si alguien cuestiona y exige cuentas claras lo planchan.

Además de otra cuota sindical que por lo regular se divide de la siguiente manera:

El 50 por ciento para el FESAPAUV estatal, el 25 por ciento para el sindicato regional y el restante para un fondo común.

Tal cual, adueñarse del FESAPAUV se entiende como un negocio redondo, porque los líderes son comisionados a la tarea sindical, como Fragoso Montalvo y Enrique Levet, por ejemplo, y nunca imparten clases.

Ellos dos se han perpetuado en el trono sindical.

Más todavía, Levet ha usufructuado cargos públicos a nombre del FESAPAUV, de tal forma que fue síndico con el alcalde jarocho, Guillermo González Díaz, y diputado local, tiempo aquel cuando se compró un ranchito en el municipio de Manlio Fabio Altamirano, y para quedar bien con el gobernador en turno, y de paso, sacar provecho, le cambió de nombre al pueblo y lo bautizó como “San Cenobio de Fidel Herrera”.

Además, claro, de que Levet también ha logrado plazas sindicales para sus hijos y sobrinos, entre ellos, una notaría, más la subdirección jurídica del Instituto de Pensiones, más una plaza académica para uno de ellos.

La revolución obrera de Fidel Velázquez, que fue el eterno jerarca de la CTM, beneficiando a los hijos y hermanos del sindicalismo, como Enrique Levet y Juan Manuel Fragoso Montalvo.

ESCALERAS: La llamada democracia sindical en el FESAPAUV es un rollo, un reality-show y una leyenda urbana.

Más de veinte años de Enrique Levet en el trono y más de quince, quizá muchos más, de Fragoso, han generado feudos sindicales en los comités locales del FESAPAUV, como el caso, por ejemplo, en la facultad de Medicina de la UV, en el puerto jarocho, donde el líder, un doctor a quien llaman “El cuco” de cariño, decide el reparto de plazas a gusto y conveniencia.

Pero en donde un número elevado de maestros están rayando los 50 años de antigüedad sin pensionarse porque así conviene a sus intereses, exponiendo a la población estudiantil a un gran deterioro en la calidad de la educación superior.

¡Vaya par de lidercitos!