domingo, mayo 19, 2024

Barandal

  • Las señales
  • Es Pepe Yunes
  • Todo está consumado

Luis Velázquez

PASAMANOS: Las señales son claras: mientras el mal fario ha llegado al duartismo con la caída del helicóptero y el carreterazo en la autopista al sur de Veracruz, a la altura de La Tinaja, el humo blanco de Los Pinos está emergiendo poco a poco, de manera lenta, pero nítida.

Y la única señal es la siguiente: Pepe Yunes será, mejor dicho, es el candidato priista a gobernador.

A menos, claro, que el mal fario, la mala vibra, lo alcanzara.

Algunos testimonios:

Uno. La comelitona ayer viernes en el rancho San Julián, de Perote, de Pepe con los diputados locales, coordinada por Juan René Chiunti, quien por cierto se derrite para ocupar la presidencia municipal de Cosamaloapan por tercera ocasión.

Dos. Pepe fue seleccionado entre los senadores priistas, claro, también porque es presidente de la Comisión de Hacienda, para fijar la posición de la política económica en la comparecencia del secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, su condiscípulo en el ITAM.

Tres. El periplo televisivo que aplicó en el transcurso de la semana para hablar sobre la política económica federal, pero también sobre Veracruz, entre otros conceptos, sobre la rendición de cuentas y la transparencia.

Cuatro. En la reunión mensual del delegado federal de la secretaría de Gobernación, efectuada hace unos días en Xalapa, presidida por Alberto Amador, en la mesa trascendió que el senador ha sido palomeado.

Y Alberto Amador tiene línea directa con su amigo Luis Miranda, subsecretario de Gobernación, quien fue secretario General de Gobierno con Enrique Peña Nieto, gobernador en el estado de México.

Cinco. En el altiplano, sede de los poderes centrales, la elite política está segura, convencida, de que el senador es el candidato.

Incluso, se afirma que hasta el presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones, lo está.

BALAUSTRADAS: Seis. El senador es el único de sus colegas en el Senado y de los diputados federales que se fueron y los que están que continúa cabildeando recursos federales para los presidentes municipales y productores de Veracruz.

Al momento, por ejemplo, ha bajado más de tres mil millones de pesos, en forma directa, sin intermediarios, depositados en la cuenta bancaria de cada institución y grupo beneficiado para evitar, digamos, el jineteo en el mundo bursátil y/o la llamada “Operación licuadora” que consiste en desviar los fondos federales a otros programas, a otras regiones y/o a otros bolsillos.

Siete. Pepe forma parte, igual que Héctor Yunes Landa, de un proyecto político nacional.

Yunes Zorrilla, por el lado del presidenciable Luis Videgaray Caso.

Yunes Landa, por el lado del presidenciable Manlio Fabio Beltrones.

Pero en el caso, y dada la circunstancia generacional, Videgaray está más cerca, político de absoluta confianza de Enrique Peña Nieto.

Además, del mismo lado está José Antonio Meade, secretario de Desarrollo Social.

Y, por añadidura, Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación, alumno y protegido de Videgaray.

Y, por tanto, si hoy fuera la elección del candidato presidencial del año 2018 Videgaray Caso lo sería.

Así, la probabilidad matemática indica que Pepe está más cerca de Los Pinos que Héctor.

Ocho. El gobernador Javier Duarte tendió un puente con Pepe Yunes a través de Luis Videgaray y ambos desayunaron en el rancho San Julián, de Perote, se afirma, durante tres horas.

Ellos solitos.

El góber y el senador.

El Pacto de Perote se va amacizando en medio de cañas de pescas, perritos chihuahueños y desafueros.

En todo caso, la guerra con unos en ningún momento es la guerra con Pepe.

Y como decía Patricio Chirinos Calero ya como es exgobernador: “El respeto al sexenio ajeno es la paz”.

ESCALERAS: Nueve. Después de la filmación de la película “La caña amarga de pescar”, Pepe ha sido el único que ha seguido cabildeando de norte a sur y de este a oeste de Veracruz con los alcaldes, los productores, la ciudadanía, y como ayer, la comelitona con los alcaldes.

Es decir, como si tuviera permiso para.

Diez. Más de la mitad del gabinete duartista está con Pepe, incluso, desde antes de la película “La caña amarga de pescar”.

En tanto, el resto del gabinete está en la incertidumbre porque luego de “La caña amarga” quedó en ascuas con el cambio de jinete a mitad del río.

Once. El señor Javier Duarte está consciente de que en la oferta electoral priista para ganar los comicios sólo están Pepe y Héctor Yunes.

Y si de hecho y derecho, Duarte y Héctor ya rompieron, entonces, a Duarte sólo le queda Pepe, con todo y los riesgos de una frenética luna de miel.

A menos que Duarte quiera ser el Ernesto Zedillo Ponce de León y entregue la gubernatura a la oposición.

Doce. En el duartismo están seguros de la siguiente circunstancia: si Héctor Yunes saliera candidato Pepe se disciplinaría y hasta operaría como coordinador de su campaña.

Pero si Pepe sale, y no obstante el pacto de amistad indestructible con Héctor, Yunes Landa se iría a la oposición, y/o hasta de candidato independiente.

Y más cuando ha amenazado con que varios partidos, desde el PAN y PRD hasta Movimiento Ciudadano, le andan coqueteando.

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