sábado, enero 18, 2025

Malecón del Paseo

  • Ainara Rementería, senadora
  • Érika Ayala, senadora
  • Cardiaca espera

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Según los conocedores, en el mes de noviembre en el CEN del PRI y Los Pinos trascenderán las últimas palabras para elegir al candidato priista a gobernador de Veracruz.

Para entonces, un par de mujeres priistas estarán en el filo de la navaja acariciando la posibilidad de llegar a la curul en el Senado de la república.

Ainara Rementería Coello, senadora suplente de Pepe Yunes Zorrilla.

Y Érika Ayala, senadora suplente de Héctor Yunes Landa.

Incluso, temperamental, intenso, como es, Héctor Yunes ha anunciado en repetidas ocasiones a la suplente que esté lista para que en el mes de enero, todo parece indicar antes, deje el liderazgo en la CNOP y también sus ganas de una curul local, pues las grandes ligas la esperan.

Pepe Yunes, en cambio, ha sido discreto y sigue esperando los tiempos; pero de igual manera, Ainara, la más bonita y la más sensual de todas las barbies desde el fidelato a la fecha, sólo espera el momento.

Las mujeres ganarán un espacio en el Congreso de la Unión, toda vez que por ahora los tres senadores de Veracruz son hombres, y, bueno, se contradice la ley de paridad, también llamada cuota de género que Enrique Peña Nieto quisiera elevar a la categoría de ley universal.

Ainara y/o Érika Ayala tendrán, por tanto, casi dos años, 24 meses, de pasarela senatorial, de tal forma que, incluso, habrá suficiente tiempo para, digamos, seguir la huella de la beltronista Claudia Pavlovich, quien del Senado pasó a la gubernatura de Sonora.

Claro, de estar en su lista de aspiraciones, por aquí tomaran posesión de la curul en el Congreso de la Unión, habrían de iniciar una gran campaña preelectoral de norte a sur y de este a oeste del territorio jarocho, por ejemplo, igual que Pepe Yunes ahora, cabildeando recursos federales para los presidentes municipales y los productores.

Y si ellas miraran la posibilidad, y se cumpliera, entonces, harían justicia al legítimo sueño de Carolina Gudiño Corro y Elizabeth Morales García, que soñando con la diputación federal ya se miraban en la silla embrujada de palacio.

ROMPEOLAS: Del par de senadoras suplentes, Ainara se ha retirado a la vida matrimonial con su bebé, luego de una vertiginosa pasarela como directora del DIF y diputada local, donde tuvo la oportunidad de caminar Veracruz conociendo de cerca los pendientes sociales, al lado del señor Javier Duarte, quien la expusiera.

Pero, bueno, es la suplente de Pepe Yunes, y como la víbora de la política ya le picó, entonces, en cualquier momento el volcán dormido despertaría.

Érika Ayala, por su parte, de lideresa sindical del COBAEV, Colegio de Bachilleres, ha seguido caminando por la secretaría general y la presidencia del CDE del PRI, y ahora fue enviada a la CNOP estatal para cubrir los grandes vacíos que dejara su antecesora, Guadalupe Porras, la ex alcaldesa de Minatitlán y suegra del ex alcalde de Coatzacoalcos, Marcos Theurel Cotero.

Érika se aplicó como todas las barbies un maquillaje plástico que le favorece bastante en la fachada, como dicen los arquitectos, y está lista, pues ha demostrado que su vocación política está firme, inalterable, para seguir escalando en lo que Juan Maldonado Pereda llamaba “el proceloso mar de la política”.

Claro, si Héctor Yunes fuera ungido candidato priista, pues como están las cosas, luego de la frustrada luna de miel con el góber de la Complutense y el filme cinematográfico “La caña amarga de pescar”, mucho se duda pueda repuntar.

Es más, ni siquiera como candidato independiente a gobernador la haría, pues el mundo político y la población electoral están ciertos, seguros, de que se trataría de un berrinche.

Y la gubernatura de una entidad federativa está más allá de las pasiones turbulentas y revolcadas.

ASTILLEROS: Del trabajo público de Ainara como directora del DIF y la curul sólo queda un testimonio: la llamada Casa de la Tierra, en el puerto jarocho, que un día antes de terminar como titular del DIF, con su padre, el alcalde Jon Rementería, quiso inaugurar.

Pero no obstante la inversión oficial de ocho millones de pesos, que mucho se duda, la sucesora en el mando edilicio, Carolina Gudiño Corro, abandonó por completo mudando en un elefante blanco.

Y más ahora con Ramón Poo Gil en la presidencia municipal.

Sabrá la astróloga de los Llanos de Sotavento el bienestar social que Érika Ayala ha sembrado en el camino.

Quizá en el liderazgo sindical los trabajadores del COBAEV estarán contentos, pero al mismo tiempo se trata de un reducido conglomerado humano.

De ahí pa’lante ha tenido cargos partidistas y por tanto, ha sido embajadora de buena voluntad del gobernador en turno, y por tanto, servido, digamos, a causas partidistas, es decir, a la cúpula en el poder, cero servicio a la población.

El escaño senatorial sería, entonces, el primer gran espacio público para demostrar su vocación social, siempre y cuando fuera utilizado para el bienestar común, pues de por medio suele atravesarse la ambición del poder como si el senado fuera, digamos, un trampolín.

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