domingo, octubre 6, 2024

Malecón del Paseo

  • Aduartados y aturdidos
  • El caballo negro…
  • Dupla Fidel y Duarte

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Está claro: la dupla Fidel Herrera y Javier Duarte tienen aduartados y aturdidos a los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, de cara a la elección del candidato priista a gobernador.

Ninguno de los dos, pues, es el favorito de la dupla para la sucesión.

Luego de la luna de miel, el señor Duarte descarriló a Héctor Yunes con el filme cinematográfico “La caña amarga de pescar” que lo tomó desprevenido, sin saber su reacción inmediata, petrificado.

Y al mismo tiempo, dejó aduartado al senador Pepe Yunes Zorrilla, a quien sólo mostró el diente recordándole que ambos como diputados federales habían aprobado el IVA del 15 al 16 por ciento.

Y más porque en los últimos días, los senadores están viviendo la soledad del altiplano, derivada de las siguientes circunstancias según observa el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica:

Uno. Luego de la madriza de Duarte a Héctor Yunes con su regalito de cumpleaños, Yunes Landa esperaba el aliento del presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y no obstante, Beltrones quedó callado. Ha guardado silencio. Y el silencio es peor que una declaración.

Todo, dice Ronzón, porque los jefes políticos tienen intereses, nunca, jamás, amigos.

Dos. Tanto el senador Emilio Gamboa Patrón y el diputado federal, líder de la bancada priista en el Congreso de la Unión, César Camacho Quiroz, se lavaron las manos, peor que Poncio Pilatos.

Y eso que, por ejemplo, Gamboa Patrón había expresado su respaldo a Pepe Yunes para la candidatura priista a gobernador.

Y más porque lo obvio era que el coordinador senatorial, Emilio Gamboa, se pronunciara a favor del par de senadores.

Cero, pues. Marcó la raya. Marcó su distancia y kilométrica, años luz de distancia.

Tal cual, una vez más quedó probado que las cúpulas siempre se arreglan en las alturas y que, además, el hilo siempre se rompe por lo más delgado.

ROMPEOLAS: Tres: Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público, tampoco se ha pronunciado sobre las secuelas del reality show de “La caña amarga de pescar”.

Ha permanecido, igual que Beltrones, callado. Digamos, sin comprar pleito ajeno; pero al mismo, deslindándose, con todo y que Pepe Yunes es su condiscípulo del ITAM.

Cuatro. Tampoco el gabinete político del peñismo, encabezado por Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, se pronunció.

Ni siquiera, vaya, como sucede en otras ocasiones, a través de alguna columna política con alguna filtración.

Cinco. Luego de las 8 columnas del periódico Reforma, donde dieron tupido y duro al Jefe Máximo del Priismo en Veracruz, ninguno de los grupos políticos del altiplano (Osorio Chong, Videgaray, Beltrones, Gamboa Patrón) se manifestaron.

En todo caso, se lavaron las manos argumentando que el show jarocho se debe a la rebatinga por la sucesión.

Seis. Tal cual, la dupla Fidel Herrera y Javier Duarte lo han registrado: el gran respaldo que alardeaban los senadores priistas en el altiplano (desde Beltrones hasta Videgaray) está cimentado en aguas movedizas.

Y, por tanto, y luego del golpe maestro de la película “La caña amarga de pescar”, la dupla apuesta a un caballo negro para la sucesión.

Se ignora, claro, si la dupla pudiera descarrilar a los senadores priistas, pues el día de hoy amaneció nublado y la bolita mágica está revolcada.

Pero, mínimo, tanto el fogoso como Duarte apuestan a sus gallos.

Fidel Herrera, jugando en el carril, con Érick Lagos.

Javier Duarte, con Alberto Silva Ramos.

El ex diputado local, Alejandro Montano Guzmán, con su jefe máximo, Miguel Alemán Velasco.

En Córdoba, ayer, Jorge Uscanga Escobar, con su grupo Concertación Veracruzana, levantó la mano y dijo que “ni si encarta ni se descarta”; pero que ahí está.

Es decir, observa Ronzón, la apuesta es desarticular a los senadores priistas para ver si en una de esas se quedan con la joya de la corona como es la gubernatura de dos años.

ASTILLEROS: Y es que el poder nunca, jamás, se comparte.

Y ni modo que Fidel Herrera, un animal político por excelencia, se resigne a que su Maximato quede frustrado.

Menos, cuando ya tiene a su hijo Javier Herrera Borunda de diputado federal, vicecoordinador en la bancada del PVEM, invirtiendo en Chiapas con su periódico Oye Chiapas para impulsar la candidatura presidencial del gobernador Manuel Velasco.

Y menos, cuando ayer, la Suprema Corte de Justicia de la nación asestó un revés a Alejandro Murat, el hijo de su cuate, José Murat Casab, asesor político de Javier Duarte, para quedar fuera de la candidatura a gobernador de Oaxaca ante su falta de residencia con cinco años de antigüedad.

La dupla jarocha ya aduartó y aturdió a los senadores priistas de Veracruz.

Los días, además, están revueltos y turbulentos, y más, con la recomposición política en el altiplano, por ejemplo, con el regreso impetuoso del Salinismo (con ligas en Veracruz), a través de Humberto Roque Villanueva y Otto Granados Roldán como subsecretarios de Gobernación y Educación.

Y si Pepe y Héctor Yunes se apendejan, dice Ronzón, entonces quedarán como el perro hortelano: sin torta y hambrientos.

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