• Priistas, en disputa
• Buscan curul local
• Xalapa urbano, en juego
  

Luis Velázquez

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Con olfato político, la secretaria General del CDE del PRI, Corintia Cruz Oregón, diputada suplente de David Velasco Chedraui, está apostando a la candidatura a la curul local pero por el distrito de Xalapa rural.

Pensará y sentirá que por ahí ninguna envidia despierta en el búnker tricolor, y por tanto, podría ir pian pianito.

Y es que el distrito de Xalapa urbano ha despertado las pasiones más volcánicas y a unos seis meses de la decisión estelar en el ring están trepados los siguientes políticos para la nominación.

Uno. Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública, el señor de las mantas en la carretera Acultzingo-Córdoba, quien ha optado por reuniones vecinales en Xalapa promoviendo, según él, la seguridad.

Dos. Carlos Aceves Amezcua, director del Colegio de Bachilleres, presidente del Consejo Nacional de directores de los Colegios de Bachilleres, y quien ya fue diputado local.

Tres. Juan Antonio Nemi Dib, exdirector del DIF, ex secretario particular del gobernador, exsecretario de Salud (todo en el sexenio que corre), ungido ahora ideólogo policiaco.

Y cuatro, Michelle Servín, síndica en el Ayuntamiento de Xalapa, nacida a la vida pública por su madrina y mecenas, Elizabeth Morales García, delegada federal de la PROFECO.

Así, la medición de fuerzas políticas y sociales se dará de la siguiente manera:

Bermúdez, empujado por el gobernador.

Carlos Aceves, por el liderazgo nacional de su pariente líder obrero.

Nemi, según se habla, por el presidente municipal de Xalapa, Américo Zúñiga, hermano putativo del senador Pepe Yunes Zorrilla.

Y Michelle Servín, por Elizabeth Morales, la candidata priista a diputada federal derrotada en las urnas, a tal grado que ni siquiera en su casilla ganó.

Cuatro aspirantes para un solo escaño.

El PRI, dice su presidente, Alfredo Ferrari Pardiño, tiene suficientes cuadros y por eso mismo la oposición los busca y cacha.

¡Vaya descubrimiento mesiánico!

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La lista, no obstante, incluye a un par de priistas más, a saber:

María Amparo Álvarez Castilla, secretaria del Ayuntamiento y titular de la notaría pública número tres.

Y la maestra Iresine Calzada Rivera, directora general del Servicio Nacional de Empleo Veracruz.

Tal cual, por el distrito de Xalapa urbano estarían jugando tres mujeres, en tanto por el distrito de Xalapa rural sólo Corintia Cruz Oregón.

Y, bueno, si la balanza ha de considerarse, entonces, si Corintia sale candidata, para lograr el equilibrio por el distrito de Xalapa urbano sería candidato un hombre.

Y/o al revés, si por Xalapa urbano sale nominada una mujer, entonces, Corintia sería sacrificada.

Ya la sacrificaron en ocasiones anteriores y sabrá su astrólogo si le recomienda inmolarse una vez más.

A menos, claro, que la misma fórmula hoy predominante se repitiera, pues el par de diputados locales por Xalapa son David Velasco Chedraui y Ricardo Ahued Bardahuil, ambos ex presidentes municipales, antecedente que sin duda les sirvió de pivote para amarrar la elección.

Y más, si se considera que con Cuitláhuac García de diputado federal, nominado por Morena, se ha amacizado la oposición en la capital.

Y más porque todo indica que Cuitláhuac será el candidato de Andrés Manuel López Obrador a gobernador de Veracruz el año entrante.

Y, por tanto, moverá sus fichas para amarrar la posibilidad del triunfo otra vez en Xalapa.

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Las candidaturas a los diputados locales uni y 20 pluri pasa, de manera inevitable, por el gobernador y los senadores priistas, Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa.

Pero más aún, por el senador que sea elegido candidato al trono imperial y faraónico.

Habrá, claro, aseguran los expertos, un reparto equitativo entre las partes para que cada quien tenga sus parcelas de poder, aun cuando también se afirma que en todo caso tendrá prioridad el candidato priista a gobernador, pues le corresponderá trabajar con todos ellos.

Y, bueno, ni Arturo Bermúdez ni tampoco Carlos Aceves ni Juan Antonio Nemi ni menos Michelle Servín tienen línea directa con el par de senadores.

Por tanto, bien pudiera salir un emergente por ahí que en tiempo y forma garantice su lealtad a los senadores; pero también, el liderazgo social y el arraigo en las urnas.

Y más porque MORENA, por encima del PRD, hecho añicos en Veracruz, y el PAN, que nunca ha levantado en la plaza, desde, digamos, Alejandro “El pipo” Vázquez Cuevas, se ha manifestado como un toro brioso y bronco en el ruedo electoral.

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Si Pepe Yunes y/o Héctor Yunes salen candidato a la silla embrujada de palacio, entonces serán manos en la nominación de los candidatos a la LXIV Legislatura.

Pero cualquiera de los dos que quede fuera, de cualquier manera y como una forma de negociación recibiría algunas parcelas de poder en el reparto de las nominaciones al Congreso local.

Por lo siguiente: esperar un cargo público en el futuro gabinete estatal para alguno de los suyos significa un riesgo, primero, porque el góber en turno bien le puede poner un alterno, digamos, un subsecretario con todo el poder del mundo como fuera en el fidelato y es en el duartismo, y segundo, porque al ratito lo puede cambiar.

Por eso, ene millón de veces negociar desde ahora pero con algunos candidatos a diputados.

Tal cual en el futuro Congreso habría gente del señor Javier Duarte; pero también de cada uno de los senadores.

Como quien dice, un reparto justo, que en eso consiste la esencia democrática: e’to pa’ti y e’to pa’mí, de tal forma que ninguno pierde.