viernes, enero 17, 2025

Barandal

  • Cosamaloapan, en riesgo
  • Truculenta historia priista
  • Tito Delfín, el Mesías

Luis Velázquez

PASAMANOS: La astróloga de los Llanos de Sotavento, pariente del líder de los Viagras, Mario Tejeda Tejeda, dice que de Cosamaloapan pa’lante empieza América Central.

Y por eso, entre otras cositas, las historias tejidas alrededor, por ejemplo, de la vida misma, pero también de la política.

Más ahora cuando están en la víspera de nombrar a los candidatos a diputado local, y en donde por lo regular, cuenta la astróloga, los actores políticos suelen definirse por un favorito… pero extendiendo la mano para el embute millonario.

Así, está la fascinante historia del profe Octaviano Corro en el siglo pasado, quien formado en la hilera para votar, de pronto, zas, daba la media vuelta y exigía a su esposa e hijos la entrega de su credencial de elector porque él, solo él, decidía el sufragio familiar.

También cuenta, por ejemplo, la penúltima historia de la profe Elena Zamorano, la primera novia cuenqueña que tuviera Fidel Herrera Beltrán cuando “era indocumentado y pobre; pero feliz” al mismo tiempo en rara y extraña coincidencia.

Y es que un día, la profe Zamorano se despertó ungida diputada local, y en el trono, soñando con la curul federal, le dio por hablar mal de todos, a tal grado que su biógrafo dice que si ella descarriló fue “por culpa de su lengua”.

Tal cual, tronó contra los actores políticos cuenqueños, desde Juan René Chiunti hasta Gustavo Arróniz Zamudio, que son palabras mayores, hasta el imberbe Jorge Herrera Alor, quien también se la pasa golpeando a todos.

Es más, hasta aseguraba que los políticos tradicionales estaban ligados a los malandros.

El día de la elección de diputado federal, el panista Gabriel Cárdenas, de 23 años, arrasó en las urnas, pues era un chamaco que a las 5 de la mañana se levantaba a hacer ejercicio, luego, se bañaba y se entregaba a la práctica onanista para el reposo del guerrero, y antes de las 7 de la madrugada hacía campaña en el lugar de los hechos, mientras la profe seguía roncando.

BALAUSTRADAS: El distrito local de Cosamaloapan incluye ahora a los siguientes municipios: la cabeza, Cosa, como le llaman de cariño, y Cuichapa, Chacaltianguis, Ixmatlahuacan, Omealca, Otatitlán, Tierra Blanca, Tlacojalpan, Tuxtilla y Tres Valles.

Pero si en el siglo pasado el PRI dominaba y hasta le permitió a Gustavo Arróniz y Juan René Chiunti usufructuar la presidencia municipal en un par de ocasiones cada uno, hoy América Central está en medio del fuego:

Por un lado, el PRI, y por el otro, el PAN, que se ha vuelto competitivo.

Del lado tricolor se han anotado, entre otros, Pedro Montalvo, director de Espacios Educativos, relevo de la gran ideóloga pedagógica del sexenio, Dominga Xóchilt Tress, ex titular de la CAEV, donde tanta fama pública dejara.

Jorge Herrera Alor, el sobrino incómodo del góber fogoso y gozoso, quien cuando anda en el pueblo en cada esquina donde hace parada despotrica contra todos los actores políticos, sin tregua para nadie.

José Martínez Torres, conocido como “El cara de piedra”, alcalde de Chacaltianguis.

Y Nelson Cano, presidente municipal de Tres Valles, quien empujado por la Liga de Comunidades Agrarias, de pronto tuvo una pesadilla apocalíptica y ha declinado.

No obstante en el priismo están temblando porque en el lado azul toma forma la candidatura del médico Tito Delfín, ex alcalde de Azuela y de Tierra Blanca, ex diputado local pluri, casado con la señora Celia Rodríguez, a quien soñó heredar la alcaldía de Azueta, pero, bueno, lo derrotaron en las urnas.

Y en el PRI andan con la voz quebrada, porque resulta que Tito Delfín ya se sentó y/o está a punto de sentarse con Miguel Ángel Yunes Linares, a quien ya se le disciplinó Pepe Mancha para la candidatura azul a gobernador y, de ser así, ni hablar, Delfín se volverá invencible.

ESCALERAS: En el lado priista están peor, pues en cada sexenio aparece una nueva estrella política.

Antes, por ejemplo, fue Gustavo Arróniz, el tricolor célebre que acuñara la frase bíblica más apocalíptica:

“Me apodan El toma/todo, pero hay otros que toman más”.

Después llegó Juan René Chiunti, quien descubrió una minita en el Ayuntamiento de Cosamaloapan y ahora sueña por tercera ocasión con regresar a la alcaldía.

En el fidelato, la profe Elena Zamorano alcanzó la plenitud, pero la perfeccionó con Javier Duarte, cuando sus cabilderas eran priistas ultra contra poderosas, a saber, las barbies Ainara Rementería Coello y Anabel Ponce, a tal grado que la profe dejó de ser diputada y perdió la curul federal, pero con sus ahorros pudo comprarse un ranchito en Cosamaloapan y un departamentito de lujo en el edificio de las Torres San Sebastián, bajando por la callecita que lleva al hotel Mocambo, en Boca del Río, allí por donde vivía Pepe Guízar, el cantor de México.

El héroe deportivo, Antonio Tarek Abdalá, pasó por ahí arrasando en las urnas, pero se ha concentrado en el Congreso de la Unión.

Y por tanto, si eufórica la exalcaldesa de Alvarado, Sara Luz Herrera Cano, gritó que ¡Viva Leonardo Dicaprio! en la fiesta patria del pueblo, entonces, en Cosamaloapan el grito es ahora que ¡viva Pedro Montalvo!, aun cuando si el panista Tito Delfín es nominado candidato, el director de Espacios Educativos será debut y despedida.

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