jueves, enero 16, 2025

Malecón del Paseo

  • La caña de pescar
  • Coletazo de Duarte
  • Sexenio se agota…

Luis Velázquez

EMBARCADERO: En el paisaje político y social de Veracruz, la comidilla del día es la famosa caña de pescar que el gobernador obsequió al senador Héctor Yunes Landa el domingo 27 de septiembre, en el WTC, para pescar, cierto, los peces gordos; pero los que están en “El Estero”, le dijo, refiriéndose a sus familiares.

Tal cual, el politólogo Carlos Ronzón Verónica, egresado de la maestría de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de España, deriva la siguiente lectura:

1) El hecho se incluye en la característica del fin del sexenio próspero. El tiempo se le está acabando al señor Javier Duarte. Se trata del penúltimo coletazo del dinosaurio, pues sabe que cuando el PRI nomine candidato a gobernador habrá nuevo rey. Y muerto el rey, ¡viva el rey! Y más si se considera que el Jefe Máximo del Priismo quedó como un aprendiz de dictadorzuelo, aprendiz de virrey.

2) El regalo de la caña de pescar impactó de tres formas en la elite y la militancia priista: en el caso de los políticos a ultranza, es decir, los duartistas a morir, entre ellos, el primero y segundo círculo del poder y las barbies, les gustó el regaño y aplaudieron. En el caso del ciudadano común que sabe de política significó un exceso del ejercicio del poder sexenal. Y en el caso de los antipriistas, un reality-show tipo Laura Bozzo. “¡Que pase el desgraciado!”.

3) El senador Héctor Yunes tomó la caña de pescar, pero quedó atónito. Fue tomado por sorpresa. Pero al mismo tiempo, viejo tiburón del mar proceloso de la política fue incapaz de reaccionar. Se quedó con la caña de pescar y tomó asiento. Por el contrario, en automático su congruencia moral y ética y política y social era abandonar el WTC en protesta. Por eso mismo hay quienes sienten y perciben que se trata de una fidelínea. Un show, pues. Valores entendidos.

4) El gobernador ha dado demasiados chingadazos a los senadores Héctor Yunes Landa y Pepe Yunes Zorrilla. Entre ellos, achicar la gubernatura de seis a dos años, madrazos mediáticos, el deslinde de la agenda pública como en el caso de la deuda pública y la denuncia penal de la Auditoría Superior de la Federación, arropar a varios aspirantes a la candidatura priista, una luna de miel con Héctor para utilizarlo y perfilarlo como su favorito cuando ha tenido seis preferidos, a saber, Salvador Manzur, Fernando Chárleston Jr., Érick Lagos, Alberto Silva, Gerardo Buganza y Tomás Ruiz González. Es decir, está jugando. Y no obstante, los senadores priistas continúan en una actitud contemplativa, cuando es la hora de llevar el caso Veracruz al Senado de la república.

BELTRONES CLAMA UNIDAD. EN VERACRUZ, RUPTURAS

5) Mientras el presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y el presidente Enrique Peña Nieto, están clamando la unidad priista, el góber rafaguea a Héctor Yunes, y de paso un revire a Pepe Yunes (“tú y yo aprobamos aumentar el IVA del 15 al 16 por ciento”) y, por añadidura, descarrila la unidad tricolor. Tal cual, y salvo imprevistos, llegaría el partido de Peña Nieto a la elección de gobernador y diputados locales el año entrante y sería catastrófico.

6) A pesar de tanta madriza directa e indirecta del góber a los senadores priistas, ninguna ha procedido a una denuncia penal concreta y específica. La denuncia mediática es insuficiente. Es hora del paso siguiente. Peor tantito si se considera el maltrato público de Duarte a Pepe y Héctor Yunes. Han aguantado demasiado. Y por tanto, la duda está clavada como una daga. Los Yunes senadores, en cambio, como unos místicos del poder. Ofrecen ruedas de prensa en Veracruz; pero se abstienen de subir a la tribuna parlamentaria en el Congreso federal, como si fuera unos complacientes. Y/o en todo caso, les gustara sufrir con su propio dolor político y social.

7) Los senadores priistas ya desgastaron el modelito mediático. Y, por tanto, ellos mismos.

8) Es más, en las redes sociales el ciudadano común reprocha a Héctor y Pepe Yunes su pasividad. En todos los casos, si se revisan los archivos, se advertirá que el ciudadano exige acción, hechos. Es decir, la denuncia contra el duartismo. De nada, pues, sirve hablar si se deja de consignar. Así sólo se reproduce el esquema del siglo pasado conocido como el vedetismo político. Por tanto, mejor irse a la carpa donde, además, con los cómicos tipo “El palillo”, existía mordacidad y nadie se aburría.

9) El regalo de la caña de pescar de Javier Duarte a Héctor Yunes también significó un manotazo del góber. “Aquí, mando yo” dejó claro. Y Héctor, con todo y que devolvió la caña de pescar sin ir a pescar y ofreció rueda de prensa turbulenta, expresó su miedo, pues se ha abstenido del paso siguiente, es decir, llevar el asunto a la sesión parlamentaria y exigir una investigación sobre el gasto público.

10) La sucesión de gobernador en Veracruz será ríspida y caótica, dura y tensa, tipo Claudia Pavlovich en Sonora con Guillermo Padrés y tipo Jaime “El bronco” Rodríguez con Rodrigo Medina en Nuevo León. Solo que en la tierra jarocha será entre la familia priista.

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