La foto senatorial
Luis Velázquez
La foto fue publicada en la portada mediática. Era, digamos, una exclusiva del periódico Notiver.
En la foto, en una bancada del Congreso de la Unión, aparecen los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Fernando Yunes Márquez y el diputado federal, Miguel Ángel Yunes Linares.
El pie de foto dice que la gráfica fue tomada por el senador Héctor Yunes Landa.
Los tres aparecen sonrientes. Si, en efecto, Héctor Yunes la tomó entonces quizá les habría gastado por ahí un chistecito, una broma, digan whisky.
El objetivo fue único: enviar una señal de Yunes Linares al gobernador de Veracruz sobre la fraternidad de la Yunada, es decir, los Yunes primos y tíos en el Congreso federal.
Como si se tratara, digamos, del sobre lacrado en el siglo pasado cuando tales eran las señales para fijar una posición, incluso, para muestrear a un candidato a un puesto de elección popular.
Y/o como también fue el estilo personal de gobernar descrito en la novela “Las últimas palabras” de Mauricio González de la Garza y que se refiere al dedazo del presidente de la república para elegir a un candidato entre tantos.
El mismo lenguaje críptico que alguna vez utilizó el expresidente Lázaro Cárdenas del Río con don Julio Scherer García, entonces director de Excélsior, tiempo aquel del conflicto con el presidente Luis Echeverría Álvarez.
Lázaro Cárdenas invitó a Scherer a su rancho en Michoacán, acompañado de un fotógrafo y un reportero, digamos, para la entrevista.
Pero, de pronto, el expresidente se trepó en un columpio de los niños sostenido de la rama de un árbol y pidió a don Julio sentarse a su lado en otro columpio y que el fotógrafo tomara la gráfica.
No hubo entrevista.
Fue todo.
Don Julio entendió y comprendió que la noticia estaba en la foto, con un solo pie de grabado.
El ex presidente de la república en diálogo afectivo con Scherer García para publicarse en portada y lo viera Luis Echeverría.
Tal cual.
Yunes Linares quiso así publicar una foto donde está con el senador Pepe Yunes Zorrilla y su hijo, publicarse en Notiver, y enviar un mensaje al señor Javier Duarte.
Por ejemplo, todos los Yunes, (la Yunada llaman a tal movimiento sísmico político) unidos de cara a la elección de gobernador.
PEPE YUNES FUE SORPRENDIDO
Pero si tal fue la pichada, resulta que Pepe Yunes fue sorprendido.
Quedó atrapado en la foto, porque su decencia es elevada, gigantesca, insólita.
Y más si se consideran los tiempos revueltos y turbulentos, donde, y por ejemplo, Héctor Yunes Landa, luego del desaguisado de la caña de pescar el domingo 27 de septiembre, anunció que si el PRI de Duarte lo veta para la candidatura priista a gobernador irá de candidato independiente, en tanto Duarte le reviró que a nadie veta ni vetará.
Un hecho y circunstancia, incluso, que desde hace rato se ha sostenido, bajo la premisa de que si Héctor sale nominado, Pepe Yunes se disciplinaría; pero si Pepe fuese elegido, Héctor de cualquier forma iría por la candidatura ciudadana y/o con las siglas de otro partido político, por ejemplo, el Movimiento Ciudadano de Dante Delgado Rannauro, su amigo entrañable.
En fin, cada político juega en las grandes ligas según sus experiencias y vivencias, estrategias de lucha, método y relaciones, y así fue el jonrón de Yunes Linares con la foto senatorial.
Quiso Miguel Ángel padre formalizar su convocatoria a que los cuatro Yunes legisladores se unieran en un frente común para dar seguimiento a la denuncia penal de las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, donde están señalados varios duartistas.
Pero, bueno, los caminos torcidos y derechitos de Dios son tan insólitos, como dijo el ideólogo priista Érick Lagos, que con todo y la sangre libanesa y siria de las partes cada quien tiene su libro y sabe la lectura que le imprime.
No obstante, la foto publicada en Notiver repercutió en el palacio principal de Xalapa y las cosas se revolcaron mucho más.
FAMILIARES; PERO CADA QUIEN POR SU LADO
Tal cual, las circunstancias andan hoy:
Una. El senador Pepe Yunes ya firmó el Pacto de Perote y ahí va, digamos, destrabando apoyos federales a Veracruz.
Dos. Aun cuando el domingo campesino de Juan Carlos Molina en el WTC de Boca del Río, el gobernador le recordó que ambos como diputados federales aprobaron el aumento del IVA del 15 al 16 por ciento, Pepe está desligado por completo del operativo de la caña de pesca a Héctor Yunes Landa.
Y si de aquí pa’lante siguen en la causa común, con o sin la caña de pesca, es otro cantar.
Y más porque, por ejemplo, hubo un tiempecito de luna de miel entre Javier Duarte y Héctor Yunes, que ahora se ha roto por completo, sin que se mire alguna posibilidad de reconciliación.
Tres. Cierto que tanto Pepe como Héctor alternan como punteros en la encuesta priista para la candidatura a gobernador, pero aun cuando entre ellos priva un acuerdo de honorabilidad, cada quien juega según sus vasos comunicantes.
Cuatro. Los Yunes azules también están en el carril. Pero con todo y la sangre del Medio Oriente pertenecen a otro partido y, por tanto, cada maestro con su librito, pues ni modo de una alianza que por ningún lado se dará.
Simple y llanamente, Héctor Yunes tiene su proyecto político. Pepe, el suyo. Y los Yunes Linares, otro.
Familiares, pero cada quien por su lado.