- Trastupijes en SEDARPA
- Cobra quintúple diezmo
- Operador de Ramón Ferrari
Luis Velázquez
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La fama pública de la secretaría de Desarrollo Agropecuario, con el dentista, productor piñero y restaurantero, Ramón Ferrari Pardiño, ha descarrilado por completo.
Un secretario más bajo sospecha de trastupijes.
Por ejemplo, el diputado local, perredista Jesús Velázquez Flores, denunció que los productores independientes le han notificado que llevan dos años esperando el pago de los proyectos productivos.
Y ahora, cuando la SEDARPA ya tiene recursos resulta que les mochan hasta el 60 por ciento a los beneficiarios para pagárselos, quizá, acaso, en partes, como en abonitos.
Desde la dependencia les llaman, dice, “cobros de gestoría”, que otros denominan el diezmo y el doble diezmo, pero que en el caso de ser cierto sería el quintúple y/o sexteto diezmo.
Oh paradoja, la fama pública también apuntala a que el pitcher y cátcher de Ramón Ferrari es su contador estrella, Rafael “El negro” Cruz, quien desde tiempos inmemoriales tiene fama de que tal es su mérito mayor para que el titular de la SEDARPA por segunda ocasión (lo fue en el alemanismo) le tenga la confianza más absoluta del mundo.
Por supuesto, se trata de una afirmación osada y temeraria, pero, bueno, cuando “El negro” Cruz anda en los labios de los productores significaría que si el río suena agua lleva.
Lamentable, pues, que hayamos llegado a tales niveles, pues mientras por un lado Ramón Ferrari se promueve como un alma de la pureza, aplica la enseñanza de Venustiano Carranza de que “el viejo no roba; pero deja robar”.
Y en el caso, sería terrible que la SEDARPA sea una cuevita de Alí Babá y ni modo que Ferrari quede fuera del reparto de las mieles.
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El hecho trasciende más, porque la fama pública, incluso de entre los funcionarios adscritos a la dependencia, es que como nunca, jamás, le ha interesado el desarrollo agropecuario, Ferrari Pardiño suele delegar todas las funciones de su tarea pública.
Y más, mucho más cuando se trata de problemas y graves pendientes sociales.
Y más, cuando le anuncian que en la antesala están algunos de los 600 líderes de organizaciones campesinos urgidos de apoyos.
Desde que fuera alcalde en Boca del Río con Fernando Gutiérrez Barrios de gobernador y luego su diputado federal, Ferrari siempre ha soñado con la presidencia del CDE del PRI, que nunca le han dado ni le tocará de cara al futuro.
Pero además, desde que su primo hermano, Alfredo Ferrari Saavedra, le ganara a llegar, ha de vivir frustrado, porque el alumno le salió más capaz para la grilla.
Ahora, su vida ha dado un vuelco y sólo piensa en allanar el camino para su hijo Antonio Ferrari Cazarín, a quien en mala hora colocó como secretario de Finanzas y Planeación en el Fidelato únicamente para exhibirse firmando el crédito de diez mil millones de pesos al cuarto para las doce y que llevara al pariente de Manlio Fabio Beltrones a renunciar.
Luego, le dieron de consolación la dirección del COBAEV como todo un experto educativo y después la dirección de Patrimonio como un experto en tierras invadidas.
Y ahora, sueña con la candidatura a diputado local por el distrito de Boca del Río, camino, digamos, a la nominación a la presidencia municipal.
Y más, porque los próximos diputados locales y alcaldes podrán reelegirse por veinte años consecutivos.
Y en tales circunstancias la relación con Alfredo Ferrari se ha multiplicado, olvidando que cuando menos el palomeo de los candidatos a la LXIV Legislatura llevará el sello del señor Javier Duarte y de los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa.
Así en vez de chambear para cuajar proyectos productivos en Veracruz, el líder de “Los bembones” comisiona a “El negro” Cruz para el sucio operativo, y por el otro, se mueve para acomodar a su hijo.
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El diputado Velázquez Flores asegura que el gobierno federal del presidente Enrique Peña Nieto depositó a la SEDARPA “ciento diez millones de pesos para la operación de los diversos programas que apoyan la producción” (La Jornada Veracruz, Jair García, 23 de septiembre, página 6).
“Y sin que haya una razón justificable hay atrasos en la entrega”.
Tal cual, entonces, habría de recordar la verdad del mismo Velázquez Flores, y de su dirigente estatal, Rogelio Franco Castán, ex diputado local y federal, y líder del CDE del PRD por segunda ocasión, de que los recursos federales entregados al gobierno de Veracruz son jineteados en el mundo bursátil.
Es la misma tesis, por ejemplo, que también reveló el delegado federal de la SAGARPA, Marco Antonio Torres Hernández.
Y la misma tesis del senador Pepe Yunes Zorrilla, basada en las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, ASF, con la llamada “Operación licuadora” que consiste en desviar los recursos a otros programas, a otros pueblos y a otros bolsillos.
Y la misma tesis del senador Fernando Yunes Márquez, quien inició la denuncia en sesión parlamentaria en el Congreso de la Unión de tantas observaciones de la ASF y que, ante el silencio de Pepe y Héctor Yunes, fueron invitados a un cafecito en la Casa Veracruz por el señor Duarte para reconvenirles y pedirles que lo defendieran, lo que nunca hicieron.
Si el diputado Velázquez Flores asegura que la Federación ha entregado 110 millones a SEDARPA para la operación y habla de “cobros de gestoría”, entonces, el único camino es la denuncia penal.
Y más como diputado presidente de la Comisión Social, Humana y Regional, y vocal de la Comisión de Hacienda Municipal.
Los tiempos están demasiado sórdidos para quedarse en la declaración mediática que sólo amplifica con resultados si se convierte en denuncia.
La fama pública de “Los bembones” de Ramón Ferrari es el descrédito, además de que faltaría investigar su paso por la Comisión de Desarrollo del Papaloapan, CODEPA, donde en el Fidelato pasara Gustavo Arróniz Zamudio, dos veces alcalde de Cosamaloapan, y quien acuñara la siguiente frase bíblica:
“Me llaman El toma/todo porque dicen que robé mucho; pero hay otros que roban más”.
Y con todo el cinismo del mundo se echaba la carcajada bullente que resonaba en los rincones del café.