domingo, septiembre 29, 2024

Malecón del Paseo

  • Caciques, sostén del PRI
  • Ellos impondrán candidatos
  • Jodidas arcas de la SEFIPLAN

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Una vez más, el CDE del PRI recurrirá a la fuerza de los caciques regionales, muchos señores de horca y cuchillo, de Veracruz, para ganar la elección de diputados locales, y de paso, de gobernador.

Por una sencilla razón: mientras la Secretaría de Finanzas y Planeación vive a cuentagotas, cerrando la llave a unos y abriéndola a otros en todo lo que da, y por añadidura, el PRI anda sin recursos (por ahora), los caciques tienen el poderío económico, que es poderío social, que es poderío político.

Y por tanto, ellos podrán, incluso, hasta imponer al candidato a la 64ª. Legislatura y el tricolor, por añadidura, dejarlos hacer y dejarles pasar, con tal de que ganen para el partidazo los comicios.

Por ejemplo, en la sierra de Zongolica, el cacique mayor es el tlatoani Mario Zepahua, quien él mismo y su familia han sido y son presidentes municipales y diputados locales y federales, además de nombrar a los delegados regionales de las secretarías del gobierno de Veracruz.

Bastaría referir que Zepahua es dueño de unos 120 autobuses de pasajeros, las Adelitas, que cubren el transporte en los 12, 13 municipios de la montaña negra de Zongolica.

Y por tanto, todo pasa, primero, por su visto bueno, y segundo, por sus arcas, una riqueza familiar incalculable que lo llevara a un secuestro (muchos dijeron que era protagónico para ocupar la pasarela mediática nacional) cuando era diputado federal, claro, obvio, lógico, por Zongolica.

Y el si el PRI está como está, nada indica que las cositas económicas cambien de aquí al año entrante.

Y más, cuando solo la campaña electoral para gobernador costará dos mil millones de pesos, como ha sostenido el experto Dante Delgado Rannauro.

Mil millones por arriba de la mesa y mil millones por debajo de las cañerías.

Y, por tanto, muy agradecido quedaría el CDE del PRI duartista con Mario Zepahua.

Habemus caciques, como lo planeara en 1929 Plutarco Elías Calles, el Jefe Máximo, al crear el Partido Nacional Revolucionario, abuelito del partidazo.

ROMPEOLAS: En Coatzacoalcos hay otro cacique singular. Marcelo Montiel Montiel, conocido en el pueblo como “La chica esmeralda”, por su inclinación a las camisetas de seda color ídem.

Montiel Montiel arrebató el cacicazgo a su tlatoani, Carlos Brito Gómez, quien a los 82 años despacha como asesor del gobernador.

Montiel es tan rico que obsequió su mansión en el centro urbano, evaluada en 12 millones de pesos, al obispo de Coatzacoalcos para que le negocie unas indulgencias en el cielo, luego de tantos pecados cometidos.

El biógrafo calcula su fortuna en dos mil millones de pesos, luego de su paso como director del DIF con Brito, dos veces presidente municipal, diputado local, secretario de Desarrollo Social y delegado federal de la SEDESOL.

Es decir, que le ha ido muy bien, pues entre otras cositas, colecciona ranchos, incluso, hasta en Curitiba, Brasil, por cierto, la metrópoli más cosmopolita del continente con todo y su diversidad sexual.

Ahora, tiene como alcalde a Joaquín Caballero Rosiñol, y en la pasarela ha lanzado a su alter ego en turno, Víctor Rodríguez, encumbrado como líder del Movimiento Territorial, camino a la curul local, camino a la alcaldía, donde se enfrentará a la diputada, Mónica Robles Barajas, del holding periodístico del Diario del Istmo.

Tal cual, dueño del poder económico, que es social, que es político, el PRI duartista se doblará ante Marcelo Montiel a cambio de garantizar la elección en las urnas del partidazo.

ASTILLEROS: En unas regiones, algún cacique ha muerto y otro estaría, digamos, retirado, pero todavía operando los hilos del control.

Por ejemplo:

Helidoro Merlín Alor fue el gran cacique de Cosoleacaque. Ha de tener unos 85 años, quizá más.

Ahora su hija, Gladys Merlín Castro, es diputada local y fue alcaldesa. Su hijita, de 23 años, ungida subsecretaria de Fomento Ambiental, lista para la candidatura a diputada, heredaría el escaño de la madre, como si fuera un título de nobleza y abolengo.

¡Ah!; pero en Cosoleacaque, desde hace ratito se les metieron los hijos de Cirilo Vázquez Lagunes, asesinato en el fidelato. Cirilo y Ponciano Vázquez Parissi disputan con los Merlín los cargos públicos y ahí van… en la lucha política para adueñarse más de las mieles del poder.

En Acayucan están las hermanas Fabiola y Regina Vázquez Saut, quienes han intercambiado los puestos públicos desde alcaldía y curules local y federal hasta delegaciones estatales.

Ahora, Fabiola es subsecretaria de Desarrollo Agropecuario, cargo que le dieron para dejar en paz a Érick Lagos Hernández como candidato a diputada federal, tiempo aquel cuando sacó 72 mil sufragios con la gracia del billete.

Y, en reciprocidad, el PRI duartista le prepara la candidatura a diputada local a Fabiola.

Es el PRI de Plutarco Elías Calles, el más grande político de todos los tiempos del país, estrategia militar; pero más aún política; un señorón para las grandes jugas nacionales, doctorado en mañas y enroques, y también en asesinatos, que era entonces, como hoy, una manera de aniquilar al contrario.

En Veracruz, los caciques siguen imponiendo sus reglas.

¡Viva, pues, la democracia caciquil!

Y que sirvan las otras…

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