Fiscales a modo
Luis Velázquez
Los 15 diputados locales de la Comisión de Vigilancia de la LXIII Legislatura son corresponsales con el ORFIS, Órgano de Simulación Superior, del “desorden administrativo, el colapso financiero y la corrupción política” que guarda la Secretaría de Finanzas y Planeación según el dicho del senador Pepe Yunes.
De acuerdo con la ley, los quince legisladores están obligados a vigilar con lupa la buena aplicación de los recursos estatales, y de paso, de los fondos federales asignados al gobierno de Veracruz.
Pero como la mayoría apuesta al usufructo de los privilegios y canonjías que el poder sexenal significa, entonces, sólo se ocupan de los políticos charalitos, perritos chihuahueños, en vez de los tiburones de mar y perros doberman.
Ellos son los siguientes:
El presidente, Francisco Garrido, del AVE del biólogo Alfredo Tress, el político que traicionó a Dante Delgado luego que lo lanzó al estrellato como dirigente estatal de Convergencia y diputado local.
Garrido, por ejemplo, fiscaliza el gasto público de Veracruz, tanto del duartismo y los organismos descentralizados… cuando estuvo preso por fraude en el penal de Topo Chico, en Nuevo León, tiempo aquel cuando el fidelato le auxiliaba con dinerito fresco a través de su esposa.
De ex convicto a fiscalizador… ¡Vaya!
Juan René Chiunti, diputado por el PANAL, con un corazón a conveniencia partidista, dos veces presidente municipal de Cosamaloapan, una vez por el PAN y otra por el PRI, ahora sueña con la tercera alcaldía, ex diputado local y también en funciones.
Uno de sus hermanos fue secuestrado en Cosamaloapan porque se afirma tenía malas amistades.
David Velasco Chedraui, diputado local por el PRI, ex alcalde de Xalapa, y quien luego de lanzar pedradas con su homólogo Ricardo Ahued Bardahuil en contra de la reforma constitucional en Veracruz para achicar la gubernatura de seis a dos años, a la hora estelar se arrugaron, no obstante haber jurado al senador Héctor Yunes Landa que votarían en contra.
Raúl Zarrabal junior es vocal; pero su pasado lo condena. Estuvo en un tris de la demanda penal como secretario de Comunicaciones por el caso del Túnel Sumergido, de Coatzacoalcos.
Después, cuando fue excluido de la candidatura priista a la alcaldía de Boca del Río, pactó con la Yunada y en el palacio de Xalapa se armó el reality show en su contra.
Se acentuó la molestia cuando se declaró fan del senador Héctor Yunes Landa en el bautizo de su hija.
Así, de pronto, su nombre y crédito estaba en el puño duartista listo, incluso, para la cárcel.
Pero se disciplinó a tiempo y la pudo librar.
Gustavo Gudiño es hermano de Carolina Gudiño Corro, ex alcaldesa jarocha, ex diputada local y federal que tiró las curules y ex directora del Instituto de la Mujer.
Su nombramiento en la curul local se lo debe a Fidel Herrera, quien ha sido demasiado generoso con la familia tuxtepecana.
DIPUTADOS COMO TRAJE A LA MEDIDA
Marco Antonio del Angel es el hijo del líder mítico del Movimiento de los 400 Pueblos, con sus artistas nudistas que han encontrado en el rafagueo al ex priista y panista, Miguel Angel Yunes Linares, un negocio como barril sin fondo.
Gabriel Arango Gibb es la otra diputada local de la Comisión de Vigilancia. Ella es hija del clan de “La Opinión” de Poza Rica y, por tanto, desde su origen estuvo manatiada para el ejercicio crítico de la realidad y, como la mayoría de sus colegas, sólo cumple órdenes para levantar la mano en favor o en contra.
María del Carmen Pontón, panista, vocal de la Comisión de Vigilancia, con un PAN, cuyo dirigente estatal, Pepe Mancha, está jugando al inteligente con una presunta alianza electoral con el PRD para la gubernatura, cuando en el fondo sueña con obra pública para la constructora que tiene con su mecenas y amigo, Víctor Serralde Martínez.
El panista Carlos Fuentes tampoco se mete de lleno a la Comisión de Vigilancia porque está soñando con la candidatura azul a la alcaldía de Xalapa y como siente que puede (así le pasa a los mesiánicos) entonces navega con el principio francés de dejar hacer y dejar pasar.
Al panista Domingo Bahena Corbalá ya lo picó la víbora política y como líder parlamentario de la bancada panista y secretario General del CDE del PAN llegó a creerse candidato azul a la gubernatura.
Y, por tanto, cuida su parcela, aun cuando ninguna posibilidad tiene de la nominación; pero, bueno, ante el río revuelto alguna ganancia puede derivar.
Julen Rementería fue alcalde jarocho, diputado local y coordinador de las delegaciones federales de la secretaría de Comunicaciones, desde donde -según la fama pública- pactó negocios con su examigo y exaliado Rafael “El loco” Acosta Croda, quien dejó la curul federal sin pena ni gloria.
Así, también sueña, igual que Bahena, con la candidatura panista a gobernador; pero ha sido rebasado por completo por Yunes Linares, a quien ni el polvo ha visto.
Los otros miembros de la Comisión de Vigilancia son Juan Manuel Velázquez (PRI), Juan Robles (PVEM), Ana María Condado (PRD) y Carlos Hernández; pero ni fu ni fa, sin un liderazgo social ni tampoco un peso político específico.
Por eso, la SEFIPLAN hace y deshace con el dinero oficial, pues tiene un ORFIS y una Comisión de Vigilancia del Congreso a modo.