• Rectora de UV no se arruga
• Tibio líder del FESAPAUV
• Hora de convocar a la ANUIES
  

Luis Velázquez

PASAMANOS: En defensa del presupuesto de la Universidad Veracruzana, la doctora Sara Ladrón está dispuesta a todo.

Por eso mismo fue categórica: soy capaz, dijo, de encabezar un movimiento de resistencia pacífica, que es diferente, por ejemplo, al Movimiento de los Encabronados a que llamara Elías Miguel Moreno Brizuela para su candidatura a gobernador.

Pocos la conocen, pero la rectora es una académica bragada y peleadora callejera. Además, afirma su biógrafo, audaz y temeraria que acata el palpitar de su corazón, sin medir el riesgo, sin arrugarse como pidiera el Papa Francisco a los jóvenes del mundo.

Así, reviró al diputado local, el panista Jorge Vera, y le dijo que está dispuesto a comparecer en la LXIII Legislatura para hablar sobre la deuda del gobierno de Veracruz a la UV que, precisa, es de dos mil millones de pesos, entre recursos estatales y federales.

Ahora, antier inauguró un foro intitulado ‘’Diálogos por la paz’’ en la facultad de Antropología y de nuevo insistió en el tema, ahora por la vía diplomática.

Dijo, por ejemplo, que han de tenderse puentes hacia la paz.

También que la paz se construye entre todos. Es un hacer democrático.

Y para que ninguna duda existiera especificó los cimientos de los vasos comunicantes, a partir del diálogo, los argumentos persuasivos y la esperanza.

SÓlo así se construye “una sociedad pacífica y justa”.

Un mensaje derechito a las neuronas del gobierno de Veracruz.

En ningún momento ella mendiga, sino solo lucha porque la secretaría de Finanzas y Planeación cumpla, aunque sea a destiempo, con las entrega de las participaciones estatales aprobadas en el Congreso local.

Pero también de las participaciones federales que son enviadas por la secretaría de Hacienda y Crédito Público a la UV, y que como dijeran los perredistas, Rogelio Franco Castán y Jesús Velázquez Flores, las estarían jineteando en el mundo bursátil.

BALAUSTRADAS: Perpetuado en el trono sindical desde hace 21 años, maestro de la UV que nunca, jamás, en su presunta vida académica ha impartido clases, dueño del rancho “San Cenobio de Fidel Herrera”, Enrique Levet Gorozpe ha sido un tibio en la defensa de la máxima casa de estudios.

Primero, tibio, como líder del FESAPAUV, que aglutina a unos 7 mil profesores.

Y segundo, tibio como líder de la CONTU, el organismo sindical que agrupa a unas 40 universidades públicas de la nación.

El líder, porro estudiantil que fuera (dícese de quienes arreglan los problemas a madrazos), nadie sueña que con los puños ayudara para que la SEFIPLAN pague los dos mil millones pendientes a la UV.

Tampoco basta con que en dos, tres ocasiones haya salido con su declaración mediática para decir que el duartismo ha de cumplir y honrar su palabra y pagar.

Las palabras están agotadas en el significado.

Es la hora, por ejemplo, de que con la fuerza sindical del FESAPAUV y de la CONTU, Levet Gorozpe cabildee en el altiplano para que, mínimo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presione al gobierno de Veracruz para entregar la parte de las participaciones federales a la UV.

Pero, además, es hora de que Levet se adueñe de las calles y avenidas de Xalapa en una gran marcha, tipo Javier Barrios Sierra en el 68, por la defensa de la UV.

De lo contrario, con la alharaca mediática se presta a recordar su pasado en que ha sido dirigente del FESAPAUV; pero ha ordeñado la vaca para favorecer a su familia con empleos en la máxima casa de estudios.

Además, según la fama pública en cada revisión de contrato colectivo de trabajo suele estrenar camioneta, se ignora si por gusto.

ESCALERAS: Sean los 4,800 millones de pesos de participaciones estatales y federales, sean dos mil, pendientes de entregar a la UV, el gobierno de Veracruz está dejando pasar los días y las semanas, sin cumplir.

Envueltos en el vértigo del intercambio de díceres, simple y llanamente, la SEFIPLAN está cruzada de brazos.

Se ignora si habrán aportado algún abonito, como se estila.

Acaso estarían renegociando el pendiente para un descuentito.

Pero si la rectora ya lanzó su espada en prenda, entonces deberá seguir, como hasta ahora, tendiendo vasos comunicantes.

Incluso, establecer un calendario en la espera o, de lo contrario, lanzarse a la resistencia pacífica.

Y más por lo siguiente: está claro que hay dinerito para unas cosas, en tanto cierran la llave para otras.

Es hora, por ejemplo, que la rectora convoque a las universidades públicas aglutinadas en la ANUIES para integrar un frente común.

Es hora de que los rectores de todas las universidades públicas asistan en Xalapa, con una invitación al secretario de Educación Pública, el presidenciable Aurelio Nuño (por si quisiera asistir), a un foro sobre los recursos públicos de que viven las casas de estudios superiores y, de paso, pronunciarse en un desplegado en la prensa defeña exigiendo la entrega de los dos mil millones de pesos.

Es hora, pues, de dar el siguiente paso.

Las declaraciones mediáticas y los discursitos significan una calenturita para tapar el ojo al macho; pero que rara, extraña ocasión se traducen en resultados.