martes, abril 23, 2024

Al menos 717 muertos en una avalancha de peregrinos

Dubái.

Al menos 717 peregrinos han muerto este jueves a las afueras de La Meca (Arabia Saudí), al producirse una estampida durante el haj, o gran peregrinación, que estos días realizan dos millones de musulmanes. Otros 863 han resultado heridos, según el recuento oficial. Se trata del mayor desastre ocurrido en esa romería en los últimos 25 años. El accidente, apenas dos semanas después de que el derrumbe de una grúa matara a otro centenar de personas en la Gran Mezquita de esa ciudad santa del islam, pone en el punto de mira la gestión de las autoridades saudíes. Sin embargo, un ministro ha atribuido lo sucedido a la falta de disciplina de los asistentes.

“Si los peregrinos hubieran seguido las instrucciones, se hubiera podido evitar ese tipo de accidente”, ha declarado el ministro de Sanidad, Jaled al Faleh, a la cadena de televisión Al Ekhbariya (pública) tras haber visitado el lugar del suceso. “Numerosos peregrinos se ponen en marcha sin respetar los horarios” que fijan los responsables de la gestión de los ritos, ha explicado.

Con anterioridad, el portavoz del departamento de Defensa Civil atribuyó la estampida a un choque entre dos grupos de peregrinos llegaron al mismo tiempo a un cruce en Mina, a una decena de kilómetros al este de La Meca. Según su comunicado, difundido a través de las redes sociales, un grupo entraba y otro salía de la zona conocida como Jamarat, donde siguiendo la tradición los romeros apedrean simbólicamente al diablo. Se trata de uno los momentos culminantes del haj, que coincide con la Fiesta del Sacrificio (Eid al Adha), la más importante del islam.

Esa etapa del peregrinaje ha visto seis de los siete principales accidentes que se han producido desde 1990, año en que 1.426 ciudadanos asiáticos perecieron asfixiados en un túnel de acceso en la propia Mina. Pero desde 2006, cuando 364 personas murieron en una avalancha humana en el propio Jamarat, no había vuelto a ocurrir ningún desastre.

A raíz de esos incidentes, Arabia Saudí ha invertido miles de millones en la ampliación y mejora de los santos lugares. Entre las obras realizadas, el puente desde el que los peregrinos lanzan los siete guijarros rituales al demonio se ha convertido en una estructura de cuatro niveles y los pilares que simbolizan sus tentaciones fueron remplazados hace una década por muros con receptáculos para las piedras. También ha aumentado la seguridad de las tiendas que alojan a los romeros y se han perfeccionado los sistemas de control de multitudes.

Sin embargo, en el plazo de dos semanas, el derrumbe de una grúa en la Gran Mezquita de La Meca y la estampida de ayer han puesto en el punto de mira la gestión de las autoridades saudíes. Se juegan su prestigio como custodios de los santos lugares del islam. De hecho, ya han empezado las críticas. Irán, su rival por la hegemonía en la región, les responsabiliza de lo ocurrido.

“Funcionarios saudíes habían bloqueado dos accesos al punto de lanzamiento de piedras, provocando la gran aglomeración de peregrinos”, ha asegurado el responsable iraní del haj, Saeid Ohadi, citado por la agencia IRNA. Según Ohadi, hay por lo menos 90 iraníes entre las víctimas mortales, además de algunos heridos muy graves.

Algunos analistas opinan que una multitud de esa envergadura que converge al mismo tiempo en un lugar hace muy difícil garantizar la seguridad. Sin embargo, la idea de reducir el número de peregrinos también resulta polémica ante el creciente número de solicitudes que quedan sin atender cada año.

El haj, o gran peregrinación a La Meca, que todo musulmán capacitado para ello debe hacer al menos una vez en su vida, es una de las mayores concentraciones religiosas del mundo. Desde 2012 cuando se superaron los tres millones de peregrinos, Arabia Saudí ha limitado el número de asistentes debido tanto a las controvertidas obras que se realizan en la Gran Mezquita de La Meca como al temor a epidemias. Pero se trata de una medida temporal, ya que el objetivo de los trabajos es ampliar la superficie de la aljama en 400.000 metros cuadrados, para que pueda acoger hasta 2,2 millones de fieles a un tiempo. De ahí que en las imágenes se vea todo alrededor del recinto rodeado de gigantescas grúas.

elpaís.com

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