sábado, septiembre 28, 2024

Malecón del Paseo

  • Fe priista de Pepe Yunes
  • Que seguirá en el PRI
  • Que iría con Yunes Linares

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Conforme los días y noches han caminado rumbo a la candidatura priista a la gubernatura de Veracruz, y en tanto Los Pinos pronuncian las últimas palabras, el senador Pepe Yunes ha modificado su discurso.

Antes, por ejemplo, aseguraba que si el PRI del señor Javier Duarte imponía a uno de los llamados Chamacos infieles (Jorge Carvallo Delfín, Érick Lagos, Adolfo Mota y Alberto Silva Ramos) como candidatos, entonces, contemplaba varias opciones.

Una de ellas, por ejemplo, la más radical, incorporarse a la candidatura de Miguel Ángel Yunes Linares, inminente abanderado del PAN…

Claro, también visualizaba lanzarse por una candidatura independiente y hasta por algún partido político, digamos, de izquierda.

Era, de igual manera, el caso del senador Héctor Yunes Landa, que también miraba unirse a su primo hermano Yunes Linares y así formar la trinca infernal de la Yunada atrás del trono imperial y faraónico de palacio, aunque fuera por dos años.

Es más, entre ellos sopesaban que 24 meses son suficientes para abrir una auditoría tipo Claudia Pavlovich en Sonora al panista Guillermo Padrés para encarcelar desde el secretario General de Gobierno de Javier Duarte para abajo, pues, en su prospectiva, la decisión de la cárcel para un gobernador depende del presidente de la república.

Entonces, la posibilidad era tal que dado el carácter y el temperamento de cada uno de los senadores rojos se afirmaba que si Héctor Yunes sale candidato, Pepe Yunes se disciplinaría.

Pero si es Pepe, entonces, sería difícil que Héctor actuara con institucionalidad por más que ha jurado y perjurado que entre ambos existe un pacto de honor más allá del derecho de sangre y más allá de la amistad, que por cierto constituye el único patrimonio de los seres humanos.

Y más en política, pues en política, como en la vida, nunca ha existido hombre sin hombre.

ROMPEOLAS: Ahora, Pepe Yunes ha dado marcha atrás y dice que sería difícil, imposible, vaya, que si la designación del candidato lo desfavorece renunciara al PRI.

“Soy un convencido militante de este organismo político y siempre apoyaré las decisiones del partido” (La Jornada Veracruz, Fernando Inés Carmona, domingo 20 de septiembre, 2015).

Se ignora si se trata de un cambio de planes, quizá de estrategias.

Acaso, sentirían sus fans, tiene amarrada la candidatura y se está amarrando el dedo antes de la cortada.

Quizá, habría negociado con Héctor otra salida.

Acaso, con su amigo y padrino político, Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público, la luz se habría hecho.

El caso es que pensando con optimismo, el senador ha ratificado su vocación priista, la misma que abrazara en su juventud y que lo llevara a la presidencia municipal de Perote, su pueblo, a temprana edad.

Pero además, lo encaminara a la presidencia del CDE del PRI, con todo y que los vientos del Fidelato eran desfavorables.

Y, bueno, si es así, entonces, la izquierda acaba de perder una posibilidad, si es que pensaban jugar en las urnas con Pepe.

Priistas habemus.

Pepe Yunes se morirá en la raya priista, pues si los caminos fueran otros y, digamos, le correspondiera aplaudir a Héctor en su destape, la inminente candidatura presidencial de Videgaray en el año 2018 le permitirá jugar a las grandes ligas.

Y así como José Vasconcelos en 1929 dejó colgado de la brocha a sus fans, entre ellos, Adolfo López Mateos y Alejandro Gómez Arias, por la presidencia de la república, los fans de Pepe para la gubernatura se darán de golpes en la pared y a buscar otras oportunidades…

ASTILLEROS: La profesión de fe priista de Yunes Zorrilla lo dignifica por completo, luego que en el año 2004 fue acelerado por Fidel Herrera con la posible candidatura.

También luego de que perdió la primera candidatura a Senador, cuando Edel Álvarez Peña era presidente del CDE del PRI, y tanto lo apoyara y consolara en las horas difíciles, luego de la derrota.

Más ahora, cuando la moneda de Los Pinos sigue dando vuelta en el aire, y cuando el mismo gobernador Javier Duarte declaró en público que en ningún momento vetaría a Pepe para la candidatura, aun cuando estaba claro que tampoco tenía su voto.

Y no lo tenía porque Duarte está jugando en varios carriles, entre ellos, Héctor Yunes Landa, Gerardo Buganza Salmerón, Renato Tronco Gómez, Tomás Ruiz González, Érick Lagos Hernández y Adolfo Mota.

Por eso, si Pepe ha reiterado que se mantendrá en el tricolor, cualquiera sea la decisión, entonces, lo honra como priista, por más que para muchos esté equivocado.

Y, por tanto, se abstendrá de seguir el rastro de Dante Delgado Rannauro, Miguel Ángel Yunes Linares, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, entre otros, todos ellos hasta dirigentes del Partido Revolucionario Institucional que lo fueron.

Pepe se mantendrá, pues, en el partido oficial, y apoyará, asegura, las últimas palabras de Enrique Peña con el nombre del candidato.

Habrá quien, claro, en sus palabras advertirá la huella de la nostalgia, como el niño que se queda con las ganas de un juguete; sin embargo, y como asegura el politólogo Carlos Ronzón, significará que ya tiene luz verde de Los Pinos.

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