domingo, noviembre 24, 2024

Situación insostenible

México, D.F.

A tres años del regreso del PRI a Los Pinos el contexto que vive México no es alentador, pues crisis en diversos sectores, como el económico o lo referente a los derechos humanos, han ensombrecido de manera importante el balance que a la mitad de la administración peñista se puede realizar.

Para el Dr. John M. Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM), la situación que padece el país a tres años del arribo de Enrique Peña Nieto al poder es insostenible, esto debido a factores como la deslegitimidad en la que se encuentra la administración federal.

El analista político y colaborador de diversos medios internacionales sentenció que uno de los principales problemas que afronta la nación es el desprecio de la cúpula que hoy gobierna al país hacia México y lo que representa.

Estos señores tienen una visión totalmente equivocada. Hay un desprecio profundo para la historia, para las tradiciones mexicanas. Yo creo esa es la raíz de todo esto. Somos gobernados por un grupo de personas que prefieren ser estadounidenses o europeos. Hay un malinchismo muy arraigado, un odio para México, lo cual termina siendo un auto desprecio muy profundo”, apuntó.

El Dr. Ackerman añadió que las acciones emprendidas por el actual gobierno priista las han vestido de un discurso de modernidad con el que pretenden lograr aceptación. Sin embargo, dijo, esta clase de medidas sólo representan la subordinación de los intereses nacionales a los del vecino país del norte.

“Ese desprecio, es un odio, un malinchismo muy fuerte que no les permite abrirse a la sociedad mexicana, porque para ellos México, su historia, y su pueblo pues apesta, y es algo que hay que extirpar y sacar. Esto no lo visten en un discurso de modernidad y de avance. Pero para ellos modernidad y avance significa que México vaya cada vez dejando de lado y atrás lo que es y convirtiéndose en una copia chafa de los Estados Unidos”, apuntó.

A lo anterior, agregó que el gobierno mexicano ha caído en un fenómeno de modelaje, en donde sólo se busca imitar a los Estados Unidos.

“Lo que tenemos hoy es una cuestión de modelaje, hasta del fenómeno del wannabe, que sólo queremos copiar a los Estados Unidos con su consumismo, su individualismo, su competencia, su falta de solidaridad, y la depredación del ambiente.  Entonces estamos dispuestos literalmente a matarnos, comprar esta guerra contra el narco, o la militarización de la seguridad pública a cambio de caer bien a los gringos y nos pasen “sus tecnologías”, que inviertan los empresarios y estas cosas. Pero realmente los mismos estadounidenses se burlan de estos señores, porque es una indignidad terrible”, apuntó.

A este contexto, el académico dijo que se le debe sumar un panorama de represión en contra de quienes deciden oponerse a las acciones impulsadas desde el gobierno.

“Creo que esto es lo más grave. Tenemos, por un lado, la cancelación de la vía institucional (…) el Congreso por un lado, el INE por otro, están totalmente cooptados. Por otro lado la represión y el control del espacio público, el periodismo, la censura, y por otro lado el tema de la abdicación total de la soberanía, e insisto, no sólo cuestión petrolera sino en términos de modelo de país, de proyecto de nación, lo vemos ahora mismo”, sentenció.

Dijo que el rechazo al gobierno de este priísta mexiquense dan cuenta que el pueblo mexicano es más consciente que otros años.

“Para mí los mexicanos no somos apáticos ni inconscientes, las mismas tasas de aprobación para Peña demuestran que hoy somos más conscientes que nunca. Peña Nieto no es el primer presidente autoritario y corrupto que hemos tenido, pero la gente odia mucho más a Peña Nieto que a Salinas. Hoy el presidente en funciones es repudiado, nunca habíamos repudiado tanto, es una gran señal. El problema es que estamos en una depresión, una inseguridad, nos sentimos inútiles, que no podemos; es una condición clínica de depresión”, apuntó.

“Sólo la unidad popular logrará la democracia”

De acuerdo al Dr. Ackerman, para que en México se diga que hay democracia, el pueblo debe consolidar la unidad entre toda la sociedad, esto en aras de lograr, entre otras cosas, la rendición de cuentas de quienes ostentan el poder.

“México necesita la unidad popular y ciudadana. Una gran confluencia popular y ciudadana para lograr, una verdadera participación y rendición de cuentas, que sólo con la confluencia podemos conquistar; Un sistema democrático es que la sociedad, el pueblo, son los que eligen los gobernantes, y son tomados en cuenta a la hora de hacer políticas públicas. No tenemos ninguna de las dos. Tenemos fraudes y total opacidad, y no sólo opacidad, sino cinismo de lo más extremos. Cada semana tenemos un caso. El más reciente caso es la designación de este nuevo subsecretario de prevención del delito”, señaló.

Al respecto, apuntó que hoy en día el mayor de los males de la clase política gobernante es que no toma en cuenta la opinión ciudadana. Esto además de la subordinación a los intereses extranjeros y la colusión del crimen con autoridades.

Reiteró que hoy en día la sociedad mexicana está expuesta a la violencia del Estado que busca generar desconfianza y miedo para evitar la organización.

De cara a la segunda mitad de la administración peñista, el Dr. Ackerman manifestó que el futuro es incierto, pero que no se debe perder la esperanza de que un gran movimiento comience con la transformación del país, por lo que será tarea de la ciudadanía comenzar a forjar la unidad.

Lo que insisto es que esta situación es insostenible. Estamos en un momento de mucho flujo de movimiento histórico, vivimos un momento de crisis histórica y en un año las cosas van a ser muy diferentes de cómo son ahora, yo espero que sean mejor.  Ahorita están peor que hace un año. Hace un año mataron y desaparecieron a normalistas. Hoy un año después detenemos más masacres, más represión, más desánimo social.

la indignación que habíamos sufrido por la cuestión de las reformas. Yo sí creo que más temprano que tarde vamos a tener otro estallido social. La gran pregunta es si ese estallido dejará algo de largo plazo”, sentenció.

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