México, D.F.
De acuerdo con los datos más recientes de Coneval (Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social), el 41.7 % de la población mexicana no puede alimentar a todos los integrantes de su familia con los ingresos laborales generados en su hogar.
Al inicio del sexenio (primer trimestre 2013) el dato era de 40.4% de la población, es decir 1.3 puntos porcentuales menos. De continuar esta tendencia, se espera que en 2018 la pobreza laboral alcance a 44.9% de la población.
Sin embargo, el incremento en pobreza laboral no ha sido uniforme en todo México.
Los estados que más lograron disminuir su pobreza laboral en lo que va del sexenio fueron: Chihuahua, de 34.2% a 27.5%; Tabasco, de 42.2% a 37.1%, e Hidalgo, de 49% a 45%, lo que representa reducciones de 6.7, 5 y 4 puntos porcentuales en tres años. Sólo 14 entidades de 32 lograron reducciones en pobreza salarial en dicho periodo.
Las entidades que más aumentaron su pobreza laboral fueron: Veracruz, de 44.9% a 52%; el Distrito Federal, de 30.2% a 35.7%, y Michoacán de 38% a 42.5%, esto equivale a aumentos de 7.1, 5.5, y 4.5 puntos porcentuales. Esto significa que, tan solo estas tres entidades federativas, han ingresado a la pobreza 1.34 millones de personas en lo que va del sexenio.
De acuerdo con el último estudio de México ¿Cómo vamos? titulado “Propuestas para lograr avanzar: Reporte sobre la economía regional mexicana”, existen al menos dos propuestas del observatorio que pudieran contribuir a que la pobreza no siga aumentando en los años siguientes.
Primero, es necesario enfocar esfuerzos en desarrollar la zona sur del país, porque la pobreza está notoriamente situada en esa área. De hecho, mientras que en la zona sur 50.9% de las personas viven en pobreza laboral, en la zona norte sólo 29.1% viven en pobreza. El indicador más relacionado con las reducciones en pobreza es la generación de empleo formal. Por ello, el sur debe descubrir una vocación productiva intensiva en mano de obra.
Una segunda propuesta es realizar una profunda reforma fiscal que permita implementar la Seguridad Social Universal (SSU). La SSU deberá brindar acceso efectivo a salud, pensiones y seguros para todos, no solo para los trabajadores formales inscritos en el IMSS. De esta forma, se deslindará la seguridad social de la formalidad y se reducirá el costo de ser una empresa formal. Un primer paso necesario es que se revelen los estudios que se han realizado sobre la factibilidad de fondear la SSU por medio de impuestos generales.
Si se pudiera implementar eficazmente la seguridad social universal de forma que todos los mexicanos sin excepción tuvieran acceso a ella, hasta 10.8 millones de mexicanos podrían dejar la pobreza.
Académicos y expertos estiman que es posible reducir la pobreza laboral si se toman acciones concretas para atacar el problema. Sin embargo, con el dato actual de pobreza laboral en 41.7%, el indicador del semáforo continuará en rojo.