Está claro que las nuevas tecnologías han mejorado nuestra calidad de vida enormemente. En nuestro día a día, ya no necesitamos recordar ni siquiera un simple número de teléfono o un email. Simplemente lo guardamos en nuestro dispositivo y él se encarga de asociarlo con mil y una aplicaciones que posteriormente utilizaremos. Ya no hay necesidad de recordar.
Esta dependencia tecnológica que evita el esfuerzo de memorizar los datos más comunes nos lleva a lo que comúnmente se ha venido a llamar “amnesia digital”, esto es, la experiencia de olvidar la información inmediatamente al confiarla a un dispositivo digital para que esta la recuerde por nosotros. Este simple gesto que convierte a nuestro smartphone o dispositivo similar en una extensión de nuestro cerebro, afecta a personas de todas las edades.
¿Para qué memorizar una información si nuestro teléfono lo hace por nosotros? Un reciente estudio de la empresa de seguridad con sede en MoscúKaspersky Lab con 6.000 personas, reveló que más de la mitad de los usuarios de dispositivos móviles en Estados Unidos y Europa eran incapaces de recordar los números de teléfonos de sus amigos y vecinos; un 44% ni siquiera podía recordar los números de sus familiares. Además, el 79,5% de los europeos encuestados admitió que usa internet como un libro de referencia universal.
“Los dispositivos conectados enriquecen nuestras vidas, pero también han provocado el nacimiento de la Amnesia Digital. Tenemos que entender las consecuencias que provoca a largo plazo y adaptar la forma en la que recordamos y protegemos esos recuerdos. Los números de teléfono de las personas que más nos importan están a sólo un clic, por lo que ya no nos molestamos en memorizar los detalles”, explica Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky Lab Iberia.