domingo, diciembre 22, 2024

Expediente 2015

El hijo pródigo

Luis Velázquez

Luego de una reñida competencia durante once años entre Jorge Carvallo Delfín y Erick Lagos Hernández por asumir la gubernatura.

Después de que uno y otro tuvieran vidas paralelas en la política local. Los dos, por ejemplo, secretarios en el gabinete legal del duartismo. Los dos diputados locales. Los dos presidentes del CDE del PRI. Los dos diputados federales.

Luego de que uno y otro fueran secretarios particulares del góber fogoso y gozoso y de que ambos cobraran el diezmo a los constructores beneficiados por dedazo con obra pública.

Después de que los dos pelearan por ganarse las neuronas, el corazón y el hígado de Javier Duarte.

Luego de que uno y otro compitieran para enriquecerse a la sombra del poder lo más rápido posible, Érick Lagos fue el campeón y Carvallo quedó en segundo lugar.

Después de que ambos se movieron en Veracruz para posicionarse como punteros en la encuesta camino a la candidatura priista a gobernador y los dos quedaron en el sótano, Carvallo ha quemado sus naves y rescatará su piel toluqueña para concentrarse en su estado de México.

Así, cuando Duarte eligió a Érick Lagos como el coordinador de la bancada priista de Veracruz en el Congreso de la Unión, Jorge Carvallo junior se reinventó y de pronto, zas, asestó machetazo a caballito de espadas y el líder de los diputados federales del PRI, el mexiquense César Camacho Quiroz lo nombró uno de los coordinadores del partido tricolor.

Tal cual, y de entrada, mientras Lagos pastoreará a los 20 legisladores federales jarochos, Carvallo operará con los 261 diputados del PRI, PVEM y Panal.

Y, por tanto, su mundo será más, mucho más universal.

Carvallo, pues, ha ganado una batalla singular a Lagos porque fue elegido, con el visto bueno del presidente Enrique Peña Nieto, como uno más de los 16 diputados federales (ocho mujeres y ocho hombres) que serán los apóstoles de Camacho Quiroz para la operación política en el Congreso federal.

El toluco, que deseó haber nacido en Lerdo de Tejada, estará a la misma altura, por ejemplo, de Ivonne Ortega, ex secretaria General del CEN del PRI y ex gobernadora de Yucatán, quien por segunda ocasión regresa a la Cámara de Diputados.

EL HIJO PRÓDIGO VUELVE A CASA

Carvallo Delfín ha jugado con frialdad.

Por ejemplo, ha sopesado que ninguna posibilidad tenía para ser nominado candidato priista a gobernador de Veracruz, pues desde hace ratito los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa son punteros.

También supo que si uno de los senadores se queda con la nominación y gana en las urnas, ninguna esperanza podía acariciar para figurar como secretario del gabinete legal, además de que ya lo fue con Duarte.

Y eso de pensar en el año 2018 como candidato al trono imperial y faraónico está en chino, pues también hay demasiados corredores.

Así, nada mejor que empujar la carreta en su estado natal, el estado de México, cuyo grupo político más importante, Atlacomulco, está en Los Pinos.

Por eso su cabildeo con tan buen resultado que logró la vice coordinación al lado de César Camacho Quiroz para jugar a las grandes ligas.

Su tiempo en Veracruz ha quedado clausurado.

El hijo pródigo vuelve a casa.

EN LAS GRANDES LIGAS

A partir de ahora los llamados Chamacos de la fidelidad jugarán en el escenario nacional.

Cada uno (Jorge Carvallo, Érick Lagos, Adolfo Mota y Alberto Silva Ramos) buscarán la presidencia de una Comisión, aun cuando quizá algunos la tengan amarrada.

Pero, sobre todo, cada quien estrechará amarres e iniciará relaciones políticas, pues el Congreso de la Unión significa una oportunidad de oro para agigantar el presente de cara al futuro 2018.

Los cuatros cabildearán para que el pastor legislativo, César Camacho, les otorgue juego parlamentario y suban a la tribuna a defender, por ejemplo, una causa presidencial.

Y/o en todo caso al gobernador Javier Duarte ahora cuando el panista Miguel Angel Yunes Linares se desate en su contra.

Ya se verá si cada uno se confina al trabajo legislativo y/o si, por el contrario, cabildean recursos federales para Veracruz.

De entrada, diríase que Adolfo Mota, quien ya fue diputado federal, lleva camino andado, y más porque en el Senado tiene a su padrino, Emilio Gamboa Patrón, quien -de paso- tendrá a uno de sus hijos como legislador y alternará con Motita.

Mota regresará a la Cámara por segunda ocasión y para alcanzar a Fidel Herrera Beltrán le faltarían dos curules más y luego el Senado y luego la gubernatura, aun cuando, de ser así, para entonces los años habrán pasado.

En la misma camada estará Javier Herrera Borunda, quien será vicecoordinador de la bancada del PVEM, asesorado por su padre, el góber fogoso y gozoso, y el que también sueña con la silla de Duarte.

Carvallo, no obstante, estará lejos de tales pasiones políticas. Su mundo ahora se ubica en el estado de México para ver, incluso, si el año entrante saca boleto para entrar al palacio donde ahora despacha Eruviel Ávila.

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