- Cuentas alegres del analfabetismo
- 650 mil personas sin leer ni escribir
- Irracional defensa de Corintia Cruz
Luis Velázquez
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El gran pendiente educativo de los 650 mil analfabetas en Veracruz se ha politizado a tal grado que el gobernador ha apostado a que hacia el año entrante, el último del sexenio, izarán la bandera blanca del alfabetismo.
Así, mientras por un lado los Cuadernillos Municipales de la Secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, denuncian la indolencia oficial para enseñar a leer y escribir a una población de 14 años de edad en adelante, el duartismo lanza fanfarrias de que del año 2014 al 2018 (es decir, el futuro, el futuro que no existe, el futuro donde Javier Duarte ya no será gobernador) habrán alfabetizado a 263 mil 460 habitantes de Veracruz.
En tanto, el director del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, Alfredo Llorente Martínez, dice que en Veracruz enseñan a leer y escribir por ahora a por lo menos 120 mil personas, debido a que suscribieron convenio con los 212 presidentes municipales, lo que, bueno, el resultado está por verse.
Y más cuando de por medio se atraviesa la danza de los números que cada parte expone para justificarse.
Más todavía cuando el titular del INEA justifica el analfabetismo a partir de la población dispersa, la pobreza y la pobreza extrema, la falta de servicios cercanos y la dificultad para acceder a la población, lo que existe desde 450 años de Jesús.
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Peor tantito, hay en Veracruz una población de la que nunca, jamás, hablan las buenas conciencias de la SEV.
Son las siguientes:
El millón de paisanos con educación primaria incompleta.
Y el otro millón con educación secundaria inconclusa.
Y 600 mil paisanos con el bachillerato a medias.
Y el hecho de que de cada cien niños egresados de la escuela primaria solo diez llegan a la universidad y solo uno se titula.
Es decir, estamos ante un caótico rezago educativo que nunca en cuatro años y meses interesó a Adolfo Mota Hernández ni tampoco a la tercera titular de la SEV, Xóchilt Osorio, porque de aquí a fin del sexenio sólo interesa ganar la elección del candidato priista a gobernador y los candidatos a diputados locales el año entrante.
Por eso, cuando el gobernador lanza fanfarrias de que “si seguimos como venimos haciéndolo hasta ahora vamos a lograr la bandera blanca” de la alfabetización y la educación terminal, sus fans son los únicos que le creen, como por ejemplo, la secretaria General del CDE del PRI, Corintia Cruz Oregón, cuando en Córdoba dijo, sin pudor, que el asesinato de reporteros en Veracruz en contra de Javier Duarte es “un tema mediático con miras a las próximas elecciones”.
Pero más aún, cuando la tal Corintia aseguró que Duarte “está más fortalecido que nunca” porque “estamos en un Estado donde todos podemos tener prosperidad” (La Jornada Veracruz, Celia Díaz, 27 de agosto, 2015).
Por desgracia, el góber y también su secretaria del CDE del PRI pintan una vez más el mundo color de rosa, burbuja de sueños y utopías en que ha caminado el sexenio.
Y más, como en el caso de Llorente Martínez, cuando sin ambages ni rodeos asegura que el peor rezago educativo del país está en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Veracruz.
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El góber alardea que hay “datos duros que hablan por sí mismos” para justificar su estilo personal de ejercer el poder con resultados concretos y específicos para enaltecer la calidad de vida en el territorio jarocho.
Y, bueno, tales datos duros han de estar escondidos por ahí en alguna cueva rupestre de Veracruz, porque sólo los duartistas como Corintia saben de su existencia.
El contribuyente, por ejemplo, se remite a los Cuadernillos Municipales de la SEFIPLAN que denuncian el número de analfabetas en cada pueblo de Veracruz.
Y si, por ejemplo, en el transcurso del sexenio tal número ha sido abatido (650 mil analfabetas), entonces, la culpa la tiene la SEFIPLAN que ha dejado de actualizar la información, aceptando por ahora que todos quienes evidencian el duartismo están equivocados.
No obstante, ya lo dice la Barbie Corintia, ha de quedar claro que aunque los escépticos y agnósticos cuestionen al jefe máximo de la política local, “el PRI respalda y está del lado de Javier Duarte”.
Claro, ninguna duda existe del binomio Duarte / PRI, pues el partido tricolor es una agencia más de empleos oficiales.
Pero de ahí a que el analfabetismo esté perdiendo la batalla en Veracruz como para izar la bandera blanca, caray, es tanto como asegurar, en la lógica de la Lady priista, que el duartismo ha sido el gobierno más transparente en la historia de los 73 gobernadores que han caminado por el palacio de Xalapa.
Cada analfabeta expresa el fracaso de la política educativa del duartismo, por más incienso que Corintia arroje al paso de su ídolo.