viernes, septiembre 20, 2024

Expediente 2015

El góber y el senador

Luis Velázquez

En un lado de la mesa, la palabra del gobernador de Veracruz. La deuda pública, dice, es de 44 mil millones de pesos.

En el otro lado, la palabra del senador Pepe Yunes: una cosita es la deuda (44 mil millones de pesos) a las instituciones bancarias, y otra cosita la deuda con los proveedores, prestadores de servicios, compañías constructoras y deudas sociales, incluso la deuda con la Universidad Veracruzana y la deuda con la UPAV, más la deuda de dos mil millones de pesos, quizá más, a los dueños de los medios.

Según el góber de la Complutense, la deuda total es de 44 mil millones, en tanto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha consignado que en los estados de Chihuahua y Veracruz hay una sobredeuda, con señales de alarma roja, amarilla y morada, como un arcoíris, vaya.

Pero según el senador la deuda asciende, como dicen “algunas voces” a 80 mil millones de pesos… y eso que el senador es presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso de la Unión.

Tal cual, por ejemplo, el diputado local, Ricardo Ahuel Bardahuil asegura que es de 90 mil millones de pesos.

El investigador Rafael Arias que es de más de cien mil millones de pesos.

Y el diputado local, Fidel Robles Guadarrama, que asciende a 140 mil millones de pesos.

Por eso, resulta extraño y raro que durante cuatro años con ocho meses y 20 días, diversos actores políticos, económicos y sociales de Veracruz agarraron la deuda pública del gobierno de Veracruz como piñata, y no obstante, nunca, jamás, los seis secretarios de Finanzas y Planeación salieron al quite.

Y cuando salieron, como alguna vez, por ejemplo, Mauricio Audirac Murillo, diciendo que era de 40 mil millones, nadie le creyó.

Por eso ahora cuando por vez primera el góber contesta a los críticos, habrá de preguntarse si hay personajes de la vida pública que creerán en su palabra, cuando si se voltea para todos lados hay quejas y lamentos sobre deudas pendientes.

 Es más, el senador Pepe Yunes ha reiterado que en el gobierno de Veracruz hay un desequilibrio de 800 millones de pesos mensuales para cubrir los gastos y por tanto, cada mes la deuda sigue creciendo porque se arrastra un déficit milenario.

Así, una semana después de que el señor Javier Duarte y el senador fumaron la pipa de la paz y se dieran el abrazo de Perote en el rancho San Julián, el senador contesta al jefe máximo priista y le revira el asunto tan espinoso de la deuda pública.

Mientras tanto, el resto de los actores priistas, desde secretarios del gabinete legal y ampliado hasta los diputados locales, se agazapan como el topo de Carlos Marx, agachan la cabeza y siguen nadando de muertitos en lo que consideran una ruptura definitiva, espinosa y ríspida entre el góber y el senador.

MEDIAS MENTIRAS Y MEDIAS VERDADES 

El senador fue contundente en las precisiones al gobernador transmitidas en la XEU.

Uno. La deuda registrada en el sistema financiero es de 44 mil millones.

“Pero deuda, hay que decirlo con todas sus letras, es toda aquella obligación que compromete recursos futuros”.

Dos. “Ahí sólo estamos considerando lo que se pidió prestado. Pero hay que sumarle todo lo que son los instrumentos de PPS, de APS, más las presiones que por ley obligada al IPE”.

Tres. “Los adeudos con el IMSS. Los adeudos con el INFONAVIT. Los pasivos contingente con los prestadores de servicios, proveedores y compañías contratistas”.

Cuatro. Por tanto, “no hay una cifra clara. Pero desde luego es mucho más de 44 mil 470.8 millones de pesos”.

Y cinco. Por lo menos, “es de 80 mil millones de pesos”.

Pero además, faltaría agregar, entre otras cositas, que la SEFIPLAN está pagando con cheques de hule a los pensionados del Instituto de Pensiones.

Más los 1,600 académicos de la Universidad Veracruzana que están parados en el trámite para su pensión, porque el IPE los ha retenido bajo el argumento de que las arcas de la SEFIPLAN están vacías.

Pero más aún, si en este momento los 1,600 académicos fueran pensionados, el IPE colapsaría en automático.

Más los 40 mil seniles sin seguridad social a quienes la SEFIPLAN adeuda el pago mensual de 833 pesos desde hace diez meses.

Más los 4 mil deportistas a quienes adeudan su beca de 500 pesos desde hace 8 meses.

En fin, todo indica que el gobernador jugó con las cifras de la deuda, hablando con medias verdades y medias mentiras, como ha sido una característica del llamado sexenio próspero.

LOBISTAS BENEFICIADOS CON LA RENEGOCIACIÓN DE LA DEUDA 

A estas alturas del sexenio, cuando faltan quince meses con ocho días para decir adiós al duartismo, la figura de los exgobernadores Patricio Chirinos Calero y Agustín Acosta Lagunes se agigantan, pues los dos sanearon por completo las arcas de la SEFIPLAN en el último mes de su periodo constitucional.

Incluso, y como en el caso de Acosta Lagunes dejó en caja 40 mil millones de pesos al sucesor, Fernando Gutiérrez Barrios.

Pero, además, un montón de obra de infraestructura sin inaugurar, pues nunca le gustó el reality-show de cortar el listón en fotografía para la prensa escrita y video para la televisión, y que por tanto, don Fernando usufructuó al por mayor, pues apenas miraba una cámara fotográfica de inmediato posaba con su bigote estirado en la sonrisa gigantesca de los labios chiquitos.

Por eso habría de preguntarse las razones por las cuales Acosta Lagunes y Chirinos llegaron a tales niveles de pulcritud administrativa que sanearon las finanzas, mientras Miguel Alemán Velazco la dejó en 3,500 millones y Fidel Herrera en diez mil millones y ahora con Javier Duarte estamos en 44 mil millones de pesos, más lo que se acumule en los próximos quince meses restantes.

Y como en el caso de La Jornada Veracruz que en su edición del miércoles 19 de agosto publicó en portada, a 8 columnas, que la LXIII Legislatura del cacique Juan Nicolás Callejas Arroyo cocina otro crédito para enfrentar la deuda, tal como lo reveló la diputada priista Octavia Artega Arteaga, perteneciente a la tribu del contralor general, Ricardo García Guzmán.

Incluso, según ella, “hay una reestructuración de la deuda, pero en ningún momento significa que estemos mal, sino que se están tomando decisiones saludables para el estado con las cuales se fomente una mayor inversión”.

Y, bueno, desde tal perspectiva, la realidad es que los diputados de oposición, sobre todo la bancada panista habría de ponerse en guardia, porque el hecho de renegociar la deuda implica unos centavitos para el cabildero, digamos, como una especie de comisión, que cuando fuera reestructurada al principio del duartismo significó un pago superior a la normatividad. Es decir, que hasta en tal proceso financiero hay lobbistas que se benefician con el aval del gobierno de Veracruz.

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