Candidatos de Duarte
Luis Velázquez
Los candidatos de Javier Duarte a la gubernatura de Veracruz han sido y son los siguientes:
Uno. Salvador Manzur Díaz. exsubsecretario y secretario de Finanzas y Planeación, exdiputado federal, exalcalde de Boca del Río. Delegado federal del BANOBRAS. Fue descarrilado cuando se fue de la lengua diciendo que los programas sociales de la SEDESOL eran oro molido para ganar elecciones. Descarriló el Pacto México del presidente Enrique Peña Nieto y el PAN y el PRD nacionales lo descarrilaron.
Dos. Fernando Chárleston Hernández. Diputado federal y exsecretario de Finanzas y Planeación. Un día, de pronto, renunció a la SEFIPLAN y nunca, jamás, expresó sus razones. No obstante, Alberto Silva Ramos, vocero duartista en aquel entonces, lo enfermó de epilepsia y el fin de semana siguiente andaba en Cancún con su familia y unos amigos.
Tres. Alberto Silva Ramos. Alcalde de Tuxpan, lo ungió secretario de Desarrollo Social y luego vocero. Pero nunca creció en la encuesta histórica, conservando siempre el sótano en la preferencia, en igualdad de circunstancias que los llamados Chamacos de la fidelidad, a saber, Jorge Carvallo Delfín, Érick Lagos Hernández y Adolfo Mota Hernández.
Cuatro. Gerardo Buganza Salmerón, exsecretario de Gobierno y de Infraestructura y Obra Pública, a quien ha lanzado, con todo el apoyo oficial, como candidato independiente que de independiente nada tiene. En los próximos días lanzará un nuevo eslogan con la siguiente leyenda: “Para que no te desayunes con lo mismo”. En los días de su renuncia se encerró durante tres horas con Javier Duarte en la Casa Veracruz donde una empresa les presentó la estrategia publicitaria para su campaña y ahí mismo les pagaron en efectivo.
La apuesta duartista es, primero, restar sufragios al panista Miguel Ángel Yunes Linares si sale candidato.
Y segundo, quien quita y por ahí Buganza cuaja y hasta gana la elección, como él mismo ha asegurado varias ocasiones, se la ganó a Fidel Herrera Beltrán, tlatoani de Duarte, y al que llamó mafioso.
Cinco. Tomás Ruiz González, el primero de los seis titulares de la SEFIPLAN, secretario de Infraestructura y Obra Pública, quien aceptó el segundo cargo a cambio de que Javier Duarte le permitiera buscar la candidatura priista a gobernador. En el estado de Veracruz ha colocado más de 250 anuncios espectaculares en ciudades y a orilla de carretera. Fue precandidato de Miguel Alemán al trono imperial y faraónico en el año 2004, cuando Fidel Herrera se las ganó a diez aspirantes más promovidos por Alemán.
Seis. En común acuerdo Duarte y Fidel Herrera cabildearon para que el diputado Juan Cruz Elvira destapara a su mecenas, Érick Lagos Hernández, diputado federal electo, como candidato a la gubernatura.
Y en realidad se trata de la real jugada de Duarte y Fidel empeñados en ampliar el Maximato jarocho con uno de los suyos.
Siete. Y, bueno, si ya levantaron la mano de Érick Lagos, de aquí al mes de enero de 2016 cuando, digamos, emane el humo blanco de Los Pinos con el nombre del candidato priista a gobernador, bien pudieran Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Alberto Silva ser lanzados por otros diputados.
Y más, porque en el Congreso de la Unión tendrían suficiente espacio, tiempo y relaciones para promoverse para la candidatura.
Además, nada fácil sería que en el vértigo de la Broncomanía, también se lanzara por la vía independiente.
Ocho. El otro precandidato de Duarte es el diputado local, Renato Tronco, quien anda en campaña por la candidatura independiente, aunque de paso rafaguea a Gerardo Buganza como parte de valores entendidos y acuerdos mafiosos, para utilizar el término bugancista.
Tal cual están jugando Duarte y Fidel la sucesión con el único objetivo de bloquear a los senadores Héctor Yunes Landa y Pepe Yunes Zorrilla, quienes desde hace ratito se mantienen como los punteros en la encuesta histórica, alternando espacios con el panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Y es que en realidad, ni Héctor ni Pepe garantizan el Maximato soñado por Fidel Herrera, el padre putativo de los Chamacos de la fidelidad, quienes del Fidelismo al duartismo se habrán escindido; pero hacia el final del día, florece la reconciliación que como en las parejas resulta más intenso y confortante.
EL MIEDO DE DUARTE
En todo caso podrá decirse que si Miguel Alemán Velasco lanzó a once precandidatos por la sucesión y Luis Echeverría Álvarez lanzó a siete por la presidencia de la república, Javier Duarte está en la tónica revolucionaria e institucional.
Pero, además, está jugando con tantos porque tal es el tamaño de su miedo y temor a que el PAN, con más posibilidades, y MORENA, que ha emergido, le asestaran una gran sorpresa electoral y ganaran en las urnas, y al mismo tiempo se blindaran con todo para defender la victoria en los tribunales.
LA GRAN JUGADA OFICIAL
En otros espacios se había publicado aquí que el senador Héctor Yunes Landa era candidato preferido de Duarte a la gubernatura; pero se trató de un espejismo, un elemento distractor, desviar la atención sobre el eje central.
Por un lado, Duarte ha recibido información directa de Los Pinos de que Héctor Yunes se mantiene como puntero en la encuesta histórica desde hace dos años y, por tanto, le extendió la mano, digamos, en actitud civilizatoria… por si las dudas.
Y por el otro, Duarte sigue firme en operar para los suyos, entre ellos, Alberto Silva, Adolfo Mota y Gerardo Buganza.
A los otros (Jorge Carvallo, Tomás Ruiz y Renato Tronco) los está dejando caminar para calibrar la respuesta social y luego tomar la decisión, por ejemplo, de disciplinarse y declinar, en todo caso, por su favorito.