Ciudad de México.
En México existen 31.5 millones de hogares, y quienes están interesados en la compra de una vivienda y no cuentan con cantidad en efectivo tienen que recurrir a la solicitud de un crédito hipotecario.
Sólo 6.4 millones de hogares pueden acceder a uno, debido a los requisitos en los ahorros e ingresos de los que disponen, es decir, la situación de su salario mínimo.
Instituciones como el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) y del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), que históricamente otorgan este tipo de créditos a la clase trabajadora del Estado, están dejando de ser competitivos debido a la disminución en las tasas de interés hipotecarias y del Costo Anual Total (CAT), actualmente en números que no se notaban desde hace 15 años.
La disminución de estas tasas provoca que el pago mensual disminuya y la capacidad de compra aumente en términos reales, tanto para adquisición de vivienda, como para mejoramiento.
De acuerdo con Enrique Seeamann Mateo, Director de Integra Merk, el hecho de que bajen las tasas, hace que la gente con el mismo salario, pueda tener una mejor vivienda, “cuando bajan las tasas, la capacidad de crédito es mayor”.
Fovissste e Infonavit son las dos instituciones que actualmente concentran el mayor número de créditos otorgados. Información de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) indica que en 2014 se registraron alrededor de 1 millón 135 mil acciones de vivienda; es decir, 331 mil 803 millones de pesos.
El Infonavit aportó el 51 por ciento, Fovissste el 9 por ciento; la Banca el 12 por ciento, la SHF el 20 por ciento; y el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), el 6 por ciento.
La compra de una vivienda es de las decisiones más importantes para las familias mexicanas, que ante la falta de posibilidades de ahorro de dinero, una casa pasa a ser parte la parte más importante de un patrimonio.
Sin embargo, existen problemáticas que dificultan la adquisición de una vivienda por medio de un crédito hipotecario, ya sea por requisitos o porque la demanda de vivienda sobrepasa la que se está construyendo, según la SHF.
En el panorama actual, para obtener un crédito bancario se piden requisitos que resultan inalcanzables para la mayor parte de la clase trabajadora que cuenta con un salario mínimo y que no es candidato para obtener un préstamo.
El salario mínimo para México es de 70.10 pesos para la zona A y de 68.28 pesos para la zona B.