Minatitlán, Ver.

¡Quítense de aquí  pendejos! Les gritaba el comandante de la Policía Ministerial, Emilio Sánchez Hernández, a los Navales Estatales, Socorristas y Reporteros que se ponían  en su camino; su rostro destilaba furia y veneno; un tal “Gerson”, le había disparado en la pierna a una de sus mejores agentes, una mujer rubia de aspecto rudo, ya que así fue como la describieron los vecinos de la colonia Oaxaqueña, ubicada entre los límites de los municipios de Minatitlán y Cosoleacaque.

Serían las 14:00 horas, cuando los judiciales iniciaron una persecución para detener con orden de aprensión a “Gerson”,  el presunto asesino del abogado,  Genaro Daniel Bermejo Orozco, a quien le disparó dos tiros a quemarropa tras resistirse al asalto, el día 07 de mayo de 2015, frente a una sucursal de Banco Azteca, en el puerto de Coatzacoalcos, después que este retiró dinero en efectivo del cajero automático.

  Además a este mismo delincuente quien huía de la policía junto a un cómplice,  se le relacionó con el asalto a cuentahabientes ocurrida la mañana de este mismo martes, en la sucursal, Bancomer de Hidalgo frente a JR, en Minatitlán a las 11:00 horas, a quienes despojaron de las pertenencias y dinero en efectivo, botín que no apareció por ningún lado.

 Narraron los testigos, “la mujer policía llegó disparando y me apuntó directo a la cara y me preguntó que donde los había escondido” dijo la mujer de Pedro, con domicilio en el callejón Adalberto Tejeda, ubicado a la altura del Motel Posadas, ubicado en las inmediaciones del Tecnológico de Minatitlan.

La balacera ocurrió alrededor del pozo artesano dentro del patio de una humilde vivienda construida de lámina de zing, donde vive un par de ancianitos de 80 años de edad, de nombre Eulogia Martínez Cruz y su marido, Bonifacio Pérez de la O, quienes solamente se agacharon debajo del catre cuando escucharon las detonaciones.

Pedro dijo, “la mujer buscaba al delincuente y cuando lo vio le disparó toda la carga de su pistola, y el delincuente repelió el ataque disparando sobre la mujer policía a quien lesionó en una pierna” mientras, Gerson gritaba que se escaparía sin tomar en cuenta que se encontraría de frente con los refuerzos, quienes dispararon en piernas y abdomen para proteger su integridad física, ya que el delincuente venía huyendo con arma en mano.

  Hasta ese momento nadie entendía lo que estaba ocurriendo, todo fue un caos cuando los vecinos vieron arribar una nube de patrullas de la Semar, Policía Naval, Policía Estatal, incluso hasta los judiciales del comandante, David Vargas López, de Cosoleacaque, llegaron al lugar de los hechos, incluyendo a los brigadistas de Williams Nolasco Antonio, director de Protección Civil Municipal.

Al Comandante, Sánchez, a quien sus compañeros apodan “Chacorta” por su parecido con el personaje de «El Señor de los Cielos» no lo calentaba ni el sol, porque mentaba madres a diestra y siniestra, sin fijarse a quien le caían los madrazos; entre ellos al reportero de radio Lobo, Omar Vázquez, quien transmitía en tiempo real en el lugar de los hechos.

 Al aire el chofer de la ambulancia de la Cruz Roja, José Manuel Gandara Toto, quien había dejado tirado en el suelo al delincuente baleado,  dijo a Vázquez, “fue ese, ese, ese Policía fue el que me agredió, no me dejó llevarme a la persona herida, quieren que ahí se muera, pues que ellos se lo lleven”.

  Toto iba que echaba chispas contra el comandante Chacorta y otro poco contra, Williams Nolasco, porque se quería llevar su ambulancia sin pedirle permiso, ya que los socorristas se fueron con la idea que al delincuente lo querían dejar morir, porque dijeron que hasta el suero le arrancaron, incluso revelaron que la mujer policía tenía puesto un fuerte cachazo en la testa.

  Entre la confusión, Gerson, el delincuente fue subido a otra camilla por los mismos socorristas de la Cruz Roja, y  todavía venía  gritando,  “¡ya mátenme, ya mátenme de una vez!, su deseo se había cumplido, ya que minutos más tarde estaban informando, que el ladrón de bancos y asesino había fallecido en el Hospital Civil; mientras que su cómplice era trasladado con vida, a la cárcel preventiva de la Policía Ministerial.