Si bien es cierto se han encontrado planetas similares con anterioridad, y muchos. La propia NASA ha confirmado que este hallazgo supone el exoplaneta número 1.030. Pero en este caso la clave no está en el planeta, sino en la estrella. «Supertierras en la zona de confort alrededor de estrellas ya se han encontrado muchas veces antes. Pero el interés de este hallazgo es que, además del tamaño parecido del planeta con la Tierra, orbita alrededor de una estrella parecida al Sol», explica David Barrado, investigador del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).
Los astrónomos utilizan un concepto llamado tipo espectral para saber la temperatura de una estrella determinada. En este caso, los expertos de la NASA han podido demostrar que la estrella alrededor de la que orbita el planeta recién descubierto -al que han bautizado como Kepler-452b- es del tipo G2, es decir, que está a unos 5.800 grados kelvin (unos 5.500 grados centígrados) de temperatura, igual que nuestro Sol.
«Justo el día del 20 aniversario del descubrimiento que probó que había otros soles que albergaban planetas, la misión de exploración de exoplanetas Kepler ha descubierto el planeta y su estrella que más recuerdan, que más se parecen, a la Tierra y el Sol», ha asegurado John Grunsfeld, administrador asociado de la NASA para misiones espaciales.