Por: Editorial

San Andrés Tuxtla, Ver.

La historia avanzó y la idea de leyenda comenzó a vincularse a una narración, ya sea escrita u oral, que se exhibe como verdadera (al sustentarse en lo real) pero que incluye ciertos componentes propios de la imaginación y de la ficción. Las leyendas se transmiten de generación en generación, lo que posibilita que se vayan modificando de acuerdo al contexto social y a la época.

Una de las leyendas que estuvo muy arraigada en la región fue la de “Los Chaneques”; es una leyenda hermosa, donde nuestras abuelas y madres nos contaban, son personajes significativos en el momento histórico que nos tocó vivir; nos decían que allá en la represa, rumbo a la salida a Tepanca, había una poza donde las señoras iban a lavar.

En cualquier nacimiento o estanque de agua, decían que ahí era la vivienda de estos seres(Los Chaneques), en los nacimientos del Puchuapan, la gente llegaba a lavar y decían “tengan cuidado porque los Chaneques encantan a la gente”.

Por lo que a partir de las cinco o seis de la tarde que empezaba a oscurecer, llamaban a los niños, diciéndoles que no se alejaran, porque los chaneques se los iban a llevar.

De acuerdo a las narraciones, estos seres tenían la característica de un niño desnudo, los cuales iban poco a poco llamando y encantaban a las personas, llevándolas hacia el monte, hasta que los introducían en la maleza; mientras los padres no los encontraban y tenían que apoyarse a los vecinos para ir en su búsqueda, con tambores y mechones, para posteriormente encontrarlos en la lejanía de las montañas.

Estas leyendas han ido desapareciendo, por los avances de la ciencia, quedan en la memoria de pocos del municipio. Dentro de los programas educativos se tiene como propósito, el rescate de las tradiciones y la cultura de los pueblos, donde va incluido en algunos aspectos las leyendas.

De igual manera se está realizando una investigación, donde mediante una crónica se narrara sobre las leyendas de san Andrés, como “El Yobaltaba” o “El Tabelilo”, “El Charro Negro”, entre otras, todas estas leyendas fueron parte de la identidad de nuestra ciudad, con la que nosotros crecimos, la vamos a tratar de plasmar en una crónica y posteriormente a editar en un libro, expresó el cronista de la ciudad, profesor Sixto Carvajal.