viernes, abril 26, 2024

Expediente 2015: Nada para nadie

Luis Velázquez

 

Que nadie se haga bolas. Al momento, todavía no hay nada para nadie en la candidatura priista a gobernador. Ni tampoco en la cancha panista. Ni menos en el carril de la izquierda.

La moneda, pues, sigue en el aire.

Y como en el caso de Los Pinos, el presidente Enrique Peña Nieto está más ocupado y preocupado ahora en la recaptura de Joaquín “El chapo” Guzmán que en la elección de los doce candidatos tricolores a gobernadores para el año entrante.

En el caso del PRI, los mismos priistas calculan que en todo caso la última palabra podría, digamos, expresarse hacia finales del mes de octubre, quizá noviembre.

Y/o en todo caso, según los hechos y circunstancias, irse hasta la primavera del año 2016, pues con todo estarían en forma y tiempo.

Así, pues, con todo y actos imperiales y faraónicos, con miles de acarreados, con discursos pagados a 8 columnas en la portada mediática, con transmisiones vía Internet, con decenas de espectaculares con la carita sonrisa Colgate y camisita verde, hoy… nada para nadie.

Además, y en el lado rojo, cierto, en efecto, el presidente de la república pronuncia el nombre esperado; pero antes, mucho antes, sopesa versiones y tendencias, informes y encuestas, de la secretaría de Gobernación, el CISEN, el CEN del PRI y la Oficina Presidencial.

Y luego de escuchar y calibrar a unos y otros toma la decisión.

Que nadie se haga bolas, pues.

Más todavía: una cosita es, por ejemplo, salir nominado candidato del PRI a la gubernatura y otra, diferente, ganar en las urnas, pues hoy, más, mucho más que nunca, en ningún momento la candidatura del tricolor constituye una garantía de ganar en automático.

Incluso, ni con todo el billete por delante como quedó constancia con las tres barbies derrotadas el 7 de junio en la elección de diputadas federales, a saber, Elizabeth Morales en Xalapa, Ana Guadalupe Ingram en Veracruz y Carolina Gudiño en Boca del Río.

Y por si fuera poco, la leyenda y la historia lo deja claro: en política te acuestas candidato y despiertas en la lona.

Y/o como decía Juan Maldonado Pereda, QEPD: la política es un tragadero de hombres.

Y antes, mucho antes de que la luz emane de Los Pinos, muchos seguirán muriendo en el intento, como por ejemplo, ya quedaron atrás Jorge Carvallo Delfín, Érick Lagos, Adolfo Mota y Alberto Silva, quienes antes se soñaban sucesores de Javier Duarte y ahora la tierra, el abismo, el vacío, se los tragó.

LA MONEDA SIGUE DANDO VUELTAS

 

Los aspirantes y suspirantes están jugando.

Pepe Yunes y Héctor Yunes, en el carril priista.

Juan Bueno Torio y Miguel Ángel Yunes Linares, en el panista.

Dante Delgado, quizá, acaso, con los partidos de izquierda.

Y los llamados candidatos independientes, siendo el único serio Gerardo Buganza Salmerón.

Cada uno, lógico, busca posicionarse, y de pronto, zas, hasta inventan informes legislativos; pero, cuidado, que nadie se asuste con el petate del muerto ni tampoco con el autoincienso.

Y más, en el lado priista, donde el primer candidato favorito era Salvador Manzur Díaz, quien luego de descarrilar el Pacto México él mismo quedó descarrilado.

Después, Fernando Chárleston Hernández, a quien promovían desde la diputación federal y la SEFIPLAN, y de pronto Alberto Silva lo enfermó de epilepsia, lo renunció y quedó excluido.

Entonces, entró “El cisne”, aquel que al tomar posesión como director de Comunicación Social se declaró “Pavo/real”, con tanta suerte que los diputados locales, Ana Guadalupe Ingram y Tonapriuh Pola, se le tiraron al piso como el Mesías.

Ahora, Javier Duarte tiene otro favorito; pero de aquí al destape muchas cosas pueden acontecer, las más inverosímiles.

BUSCANDO UNA CHAMBA

 

En el caso de la oposición, el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano cabildean una alianza electoral; pero, según parece, llegaron a un muro de Berlín, pues el PRD y MC rechazan la alianza si Yunes Linares va de candidato.

Entonces, el proyecto singular estaría tocando fondo, sin ninguna esperanza.

Aun así, la contienda interna en el PAN está entre Juan Bueno y Yunes, y aun cuando la tendencia podría estar por uno, todavía falta el consejo panista.

Y en el caso de la izquierda, mucho camino falta por cabildear dado los pleitos ancestrales y radicales entre los partidos.

Atrás de tales posibilidades miles de políticos de todos los niveles van a todos actos partidistas para que sus candidatos los miren y los consideren de cara a la candidatura; pero más aún, con la esperanza de una chambita jugosa los próximos seis años… si ellos salen nominados y ganan en las urnas.

En todo caso, el filósofo del pueblo dice que la esperanza es lo único que levanta al ser humano para seguir vivo y luchando en cada nuevo amanecer.

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