Por Edgar Hernández*
La temperatura política, como la bilirrubina, sube que sube.
Para el domingo ya no son 15 mil los invitados previstos por Héctor Yunes Landa. La expectativa ya rebasa los 30 mil.
Es la cargada en pleno.
Atrasito en la discreción Pepe Yunes se mueve con poco ruido, pero serias definiciones “hemos pactado Héctor y yo de que quien llegue va por el cambio a fondo, atajar la impunidad y combatir la corrupción”.
Y qué tal el “¡Voy a barrer con todo!”
Don Gerardo Buganza –vaya madriza que le están pegando- define y alborota. Va contra las mafias PRI-PAN y es algo más que el bronco. De hecho quienes lo conocen no hablan de él como el bronco, sino por las broncas que escenifica cuando se trata de luchar políticamente.
Y Tomás Ruiz que se la pasa promete que promete.
Adelante una inyección en obra carretera que rebasa los mil millones de pesos aparte de los 500 millones que ya le está invirtiendo Carlos Slím en el túnel sumergido sin que haya llegado aún un bulto de cemento. Creo que todo llegará junto.
Mientras Juan Bueno Torio anda trina que trina en las radiodifusoras y periódicos enderezando ataques a Javier Duarte, augurándole cárcel y recomponer hasta todo el tiradero hasta hacer de Veracruz un Disneylandia.
Así, unos, los más, se mueven sin pena ni gloria. Otros queriendo hacer ruido para que al final de la contienda reciban un hueso y los verdaderos gallos ya enfilados para pelear por lo que más desprecian y anhelan, la gubernatura de dos años.
En la síntesis, lo que estamos viviendo es una lucha desbocada y, por supuesto adelantada, por la sucesión. De hecho poca reacción provoca en el ánimo ciudadano a estas alturas la actividad de gobierno. Y es que el ánimo ciudadano ya está en otro foco.
Así que por más que Fidel Herrera no duerma por pensar en cómo va tomarnos el pelo, sus juegos resultan predecibles, lineales, sin chiste. La gente ya no lo quiere a él ni a su grupo.
Que si Buganza es un distractor, que si Dante es comprable, que si los perredistas son la pantalla de Fidel y que si los 400 pueblos son el circo para hacer travesuras tras bambalinas ya no divierte.
De hecho el tema Miguel Angel Yunes terminó por aburrir al propio agraviado que ya no pela por estar pensando cómo les va a hacer la vida de cuadritos cuando esté en el Congreso.
Así es Veracruz. Siempre va adelante. Siempre haciendo de la política una fiesta. Y más que perdonar, olvida… bueno, más o menos.
Tiempo al tiempo.