sábado, diciembre 21, 2024

Expediente 2015: Tragedia griega en Veracruz

Luis Velázquez

 

En la mirada del perspicaz y quisquilloso politólogo Carlos Ronzón Verónica, en Veracruz se reproduce la tragedia de los griegos vivida al lado del primer ministro, Alexis Tsipras.

Uno. El montón de medidas autoritarias tomadas en menos de cuatro semanas. El Túnel Sumergido concesionado durante 45 años a Carlos Slim con libertad autoritaria. El SAS, otorgado a Odebrecht y Aguas de Barcelona para usufructo durante 30 años, con libertad tarifaria. La ley anti-borrachos. El reglamento de Tránsito, con tantas protestas. El nuevo crédito por más de 1,300 millones de pesos. El discurso ríspido de Poza Rica. Con medidas iguales, dice Ronzón, comenzó la indignación griega.

Dos. Una deuda pública que se fue alargando y alargando, gravando por completo la economía del país, que es, por cierto, más chico que Egipto y con más problemas. Así, mientras SEFIPLAN (Secretaría de Finanzas y Planeación) asegura que la deuda es de unos 40 mil millones de pesos, el diputado del PT, Fidel Robles Guadarrama, habla de más de 140 mil millones, mientras el diputado priista, Ricardo Ahued Bardahuil, de 90 mil millones. Tal cual, la deuda pública que fue saneada por Patricio Chirinos Calero e iniciada en el desorden con Miguel Alemán, grava por completo las participaciones federales hasta para dentro unos 30 años. En contraparte, resulta paradójico que el estado de Tlaxcala esté en ceros en su deuda pública. Tal cual, llegará un momento en que la deuda pública será impagable.

Tres. Igual que en Grecia, un explosivo crecimiento burocrático, incluso, con la creación de oficinas exprofeso sólo para quedar bien con las barbies.

Cuatro. El desorden administrativo en SEFIPLAN que ha llegado a topes insostenibles alimentando el coraje popular.

Por ejemplo, resulta inverosímil que a los pensionados les estén pagando con cheques de hule, luego de 30 años o más de trabajo ininterrumpido. Lo peor: SEFIPLAN tiene adeudo millonario con los proveedores de la leche para los desayunos del DIF a los niños pobres.

Cinco. Un discurso populista que a nadie convence y que va, por ejemplo, desde que aquí no pasa nada cuando hablan de crímenes, secuestrados, desaparecidos y fosas clandestinas hasta que vivimos en el mejor de los mundos cuando se refiere a la relación del gobierno de Veracruz con los familiares de los plagiados y desaparecidos.

Seis. El crecimiento imparable de la más espantosa impunidad en la impartición de justicia con un showman como Fiscal General durante nueve años, al que nadie tiene respeto, y lo peor, en quien nadie cree.

Siete. El desarrollo de una obra pública que desde Miguel Alemán Velazco para nada sirve, en tanto a partir del duartismo cero obra de infraestructura que sólo taponean con reuniones de alcaldes con sus diputados para pintar un mundo color de rosa utópico, apostando a la esperanza.

Ocho. El griterío de la Auditoría Superior de la Federación con sus observaciones millonarias sobre los recursos federales al gobierno de Veracruz y con su denuncia penal ante la Procuraduría General de la República para que al final del día nada pase.

Incluso, hasta la burla, como por ejemplo, el hecho de que de forma rara y extraña la PGR haya diferido a la Fiscalía de Veracruz el caso de los desvíos detectados por la Auditoría Superior de la Federación bajo el argumento de que la subprocuraduría especializada se declaró incompetente.

Y, por tanto, todas las denuncias contra funcionarios duartistas quedaron sin efecto.

Nueve. La operación de un trío de carteles en Veracruz, sin que el gabinete policiaco del gobierno estatal lo acepte, mientras todo mundo sabe de su existencia.

Diez. La indolencia de quienes han gobernado y que en el caso iniciara en 1998 con Miguel Alemán Velasco.

Tal cual, dice Ronzón, algún día Veracruz terminaría igual que Grecia.

IRASCIBILIDAD JAROCHA, TIPO GRECIA

Nadie, claro, siente, por ejemplo, que la terrible y espantosa desigualdad social y económica, educativa y de salud, y de seguridad en Veracruz contribuirá a la sublevación popular.

Ni modo que algún profeta del desastre visualizara la rebelión de los 650 mil analfabetas, de 14 de años en adelante, porque en el siglo XXI, la era del Internet, las redes sociales y la Broncomanía, están sin saber leer ni escribir.

Tampoco nadie pensaría que el millón de paisanos con escuela primaria inconclusa, y el otro millón con secundaria a medias, y los 600 mil con el bachillerato sin terminar, integren guardias comunitarias tipo el doctor José Manuel Mireles en Michoacán, tomen las armas y desafíen el Estado de Derecho, pues al final del día nada se gana.

Pero el hecho de que, por ejemplo, estén orillando a los pensionados a la indignación popular con marchas pacíficas porque les pagan con cheques de hule…

Y el hecho de que a los estudiantes les retrasen varios, muchos meses el pago de la beca mensual, de lo que se alimentan y alimentan mal…

Y el hecho de que los maestros de la Universidad Veracruzana amanecen con una huelga de brazos caídos porque la UV están sin fondos para pagar la productividad debido a que SEFIPLAN adeuda 1,695 millones de pesos a la máxima casa de estudios…

Y el hecho de que los empresarios de Xalapa sean corridos a patadas de SEFIPLAN por andar de aboneros…de alguna manera trascenderá tarde o temprano en la vida pública.

Y si los griegos se han rebelado a las grandes potencias europeas, en Veracruz la ira popular bien puede expresarse en las urnas de manera catastrófica para los candidatos priistas.

En Veracruz, la elite política siembra en el surco de la irascibilidad griega.

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