viernes, abril 26, 2024

Barandal

•Candil de la calle

•Candil de su casa

•El coronel Custer

Luis Velázquez

ESCALERAS: El góber azul es “candil de la calle”, pero también candil de su casa. Lo mismo aplica la cuchilla en la cancha priista como en la azul. Al momento, Javier Duarte y once duartistas más presos. Pero también cinco panistas despedidos. Y algunos de ellos, investigados para ver si procede la denuncia penal.

Estudiante en la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana, UV, le apodaban “El coronel Custer”. Usaba bigotazo y melena. Por lo regular botas o botines. Caminar altivo y gallardo. Siempre con la mirada, mejor dicho, el cuerpo, el corazón, las neuronas, a la defensiva.

Memorable aquel discurso incendiario en contra de Manuel Carbonell de la Hoz y a favor de Rafael Hernández Ochoa ante Luis Echeverría Álvarez en su visita a la UV.

Es el gobernador. Pero también, el Fiscal. Y en una de esas, hasta su mismo vocero que ha marcado la línea a través de las redes sociales, el Periscope y el Facebook Live, más allá de los medios tradicionales, la mayor parte de los cuales estuvieron en contra y así derrotó en las urnas al priismo.

La guillotina del Yunes azul se ha sentido, entonces, con el mismo ímpetu en el PRI que en el PAN, y todavía le resta tiempo para ponerse los guantes y trepar al ring con “El peje”.

Genes son genes, vísceras son vísceras.

PASAMANOS: Los siguientes son los panistas cesados por los abusos y excesos del poder y/o por las torpezas en el actuar:

Uno. Rafael Jesús Abreu Ponce, director que era de la Comisión Estatal del Agua en Coatzacoalcos. Su pecado visible: el Yunete, el programa social lanzado con despensas en momento adverso para Veracruz. El priismo tomó su foto “in fraganti” y la treparon a las redes sociales y el mundo se vino encima. Septiembre 2017.

¡Ah!, pero Abreu Ponce también tuvo pecados mortales ocultos y que en su oportunidad fueron documentados por el reportero Mussio Cárdenas Arellano en su columna “Foco rojo”; entre otros, haber “metido la mano al cajón” en tan poco tiempo. Y más en el tiempo de los once duartistas enviados al penal de Pacho Viejo, acusados de pillos, ladrones y corruptos.

Dos. Ricardo Cabrera Férez, delegado de Patrimonio del Estado en Coatzacoalcos. El otro aliado de Abreu Ponce en el Yunete. Ni modo, según ellos, se la habrían jugado por el futuro que viene. Pero igual que los duartistas se “pasaron de tueste”. Septiembre 2017.

Tres. Mauro Sánchez Pola, rector de la Universidad Tecnológica del Sureste con sede en Nanchital, el feudo de la sección petrolera. Con Cabrera y Abreu, la trinca infernal del Yunete. Desearon, acaso, quedar bien. Lo decía Juan Maldonado Pereda, qepd: “Cuídate de un pendejo. Pero cuídate de un pendejo con iniciativa”. Septiembre 2017.

CASCAJO: Cuatro. Ricardo Morales Carrasco. Fiscal en Coatzacoalcos. Su delito: omitió la necrocirugía a Bernardo dela Cruz Mota, presunto lugarteniente de Hernán Martínez Zavaleta, “El comandante H”, el jefe máximo de la narcoplaza sureña, asociado, incluso, a empresarios locales (Roberto Chagra Nacif) y cuyos negocios eran el Bar & Brill Port House, el gimnasio Golden Bull Fines & Gym, Gimnacio High Energym y el Bar La Cantinita, todos en Coatzcacoalcos y “El Bora Bora”, en Minatitlán (Arraigo 312/2017/IV, Ciudad de México, 28 de agosto, 2017). 4 de julio, 2017.

Y cinco. Álvaro Palmeros, cesado como jefe del Registro Civil en Córdoba por tantas denuncias de irregularidades. 25 de octubre, 2017.

“Candil de la calle” podrían, entonces, llamar al Yunes azul. Pero, al mismo tiempo, candil de su casa.

Justicia a secas, para todos, a diferencia de Benito Juárez que predicaba “justicia y gracia” para los amigos y su gabinete, con todo y que en el camino soñara con reelegirse en la presidencia de la república y que ante la historia fue redimido por una angina de pecho que se le atravesara y que lo tuviera muchos días entre la vida y la muerte y lo matara.

RODAPIÉ: Ya lo saben, entonces, los panistas y los ex priistas y los poblanos en el poder público. Después de las pillerías de Javier Duarte, cuidado y “ordeñan la vaca”. El coronel Custer anda “con la espada desenvainada”. De por medio está, además de su espacio en la historia y ante la historia, el proyecto político familiar.

Y más, luego de tantas pillerías cometidas en el sexenio anterior con el uso irracional de los fondos públicos, pues ni modo que por un lado encarcelen a políticos pillos, y por el otro, los políticos en el poder panista también despojen el erario igual o peor que sus antecesores.

Nada, entonces, de aplicar la histórica práctica priista de Carlos Hank González, el patriarca del grupo Atlacomulco, de que “entre más obra… más sobra”.

Nada de empresas fantasmas ni tampoco de diezmos y dobles diezmos ni menos tener compañías constructoras “jugando al gatón y al ratón”.

Nada de tener un ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, arrodillado, cubriendo los ilícitos como fuera el caso en el duartazgo.

Nada de decidir por dedazo una licitación pública, con todo y que el ex panista Alejandro Cossío denunció al secretario de Salud, el doctor Arturo Irán Suárez Villa, médico de cabecera del gobernador.

Nada de que “lo que se compra con dinero sale barato”.

Incluso, y en el Poder Judicial ya crearon hasta su código de ética.

“La moneda, decía aquel, está en el aire” y sigue girando.

Y si el lector descubre trastupijes panistas, poblanos y/o de ex priistas, entonces, que lo denuncie… en vez de estar conspirando en el café ante un lechero y una canillita.

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