Tanto México como Estados Unidos están en proceso de decidir quién será el nuevo dirigente de sus respectivos bancos centrales. Pero la selección de candidatos está siendo muy diferente.

Mientras Trump ha revelado una lista de cinco posibles candidatos, en México hay un hermetismo total sobre quiénes podrían ocupar el puesto de Gobernador y sólo se han filtrado rumores sin existir versiones oficiales.

En ambos casos, la decisión es muy relevante para los mercados financieros y sobre todo en el caso de Estados Unidos tienen implicaciones de corto plazo en el mercado cambiario mexicano, indica un análisis de CI Banco.

Agustín Carstens dejará su posición como Gobernador de Banxico el próximo 30 de noviembre para convertirse en el Gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS).

«Díficilmente podremos encontrar una persona mejor calificada que Carstens para ocupar el puesto del líder del Banco de México», dice CI Banco, y añade que desde el mercado financiero se especula que su sustituto sea alguien conocido por los inversionistas con una buena imagen política, más que técnica. Por esta razón los candidatos más sonados por el mercado son el actual secretario de Hacienda, José Antonio Meade y el Director General de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya.

«Afortunadamente, la autonomía del Banco se ha consolidad y es una de las instituciones más sólidas y confiables del país», dijo la institución financiera. Cuando se trata de una institución establecida y fuerte ya no es imprescindible tener en el cargo a una figura «de la misma talla» que Carstens, indicó.

No debería preocupar, por tanto, un vacío de poder en Banxico, pues su junta de Gobierno es sólida y cuenta con un equipo de funcionarios del mejor nivel, capaces de realizar el trabajo satisfactoriamente. Para CI Banco, otros candidatos con un perfil más técnico también tienen buenas oportunidades para ser designados: los subgobernadores de Banxico, Manuel Ramos Francia y Alejandro Díaz de León o el Subsecretario de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher.

«Lo que sí debe ser requisito esencial es que quien sustituya a Carstens sea una persona que respete por completo la autonomía y encauce de manera ordenada la administración monetaria del país». Así se evitaría una mala percepción desde el exterior y una salida de capitales acompañada de una caída del peso en caso extremo de falta de confianza en la política monetaria.