miércoles, mayo 1, 2024

Barandal

•Un político honesto
•Rara avix en el país
•Pepe Yunes 2018

Luis Velázquez


ESCALERAS:
Luego de que el senador Pepe Yunes Zorrilla presidió la mesa priista en Toluca, estado de México, previa a la asamblea nacional…
Y luego de la presencia de la mitad del gabinete peñista a su lado…
Y después de su discurso en la asamblea nacional tricolor, cuando ratificaran la quita de los famosos candados para elegir candidatos a puestos de elección popular y que fue interpretado como el destape de José Antonio Meade como candidato presidencial…
La percepción ciudadana en Veracruz es que ni un cataclismo quita al senador la nominación tricolor para gobernador el próximo año.
Y por añadidura, el triunfo en las urnas si la familia priista, claro, se mantiene unida.
Es como si el resplandor camino a Damasco se hubiera manifestado a favor del ex presidente municipal, ex diputado local y federal y ex presidente del CDE del PRI.
Y  es que Veracruz, igual que el resto del país, necesita a un político honesto, con una honestidad «a prueba de bomba» en este tiempo cuando hay diecisiete ex gobernadores en la picota de la deshonestidad, tanto del PRI como del PAN y el PRD, aun cuando los políticos tricolores compendian la peor corrupción en la historia nacional.
Y un político honesto que ha desempeñado varios cargos públicos sin caer en la tentación del dinero fácil.
Ni tampoco de los negocios lícitos e ilícitos.
Ni menos en la creación de empresas fantasmas que tanto convocaron varios ex mandatarios, desde Javier Duarte y César Duarte, ex de Chihuahua, hasta Roberto Borge Angulo, ex de Quintana Roo.
Ni tampoco ha utilizado el poder para favorecer con el billete del erario y con cargos públicos a barbies, reinis y ladies.
Otros políticos, como Cuitláhuac García, el diputado federal de MORENA, proclaman su honestidad.
Pero el favorito de «El peje» para la candidatura a gobernador (otra vez) el año entrante nunca ha desempeñado un cargo público donde ejerciera un presupuesto concreto y específico, y como decía don Adolfo Ruiz Cortines, que tanto repetía Fernando Gutiérrez Barrios, la honestidad de un político sólo se calibra cuando desempeña un puesto gubernamental donde tenga recursos oficiales a su disposición y sin rendir cuentas a nadie.
Pepe Yunes los ha tenido.
Y nunca su limpio expediente ha sido manchado ni enlodado.
Y aun cuando algunos grupos políticos entre adversarios y enemigos lo acusan de su tibieza, y que más bien es prudencia y mesura, nadie lo ha señalado de corrupción.
Ni una mancha ensombrece su pasado ni su presente ni su futuro.
Y más en un país que usufructúa los primeros lugares de corrupción política en el mundo, con todo y que la empresa brasileña Odebrecht (concesionaria del servicio del agua en Veracruz y Medellín por treinta y cinco años) está señalada de corromper a muchos presidentes de la república del continente latinoamericano.

PASAMANOS: La población está harta de la pobreza, la miseria, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre y la pésima calidad de la educación, la salud y la seguridad pública.
Pero más harta está, primero, de la corrupción política en que cada seis y cuatro años (en el caso de los presidentes municipales) aparecen nuevos ricos y nuevas fortunas familiares, y segundo, de la impunidad en la mayor parte de los casos.
Y por eso mismo, cada familia de Veracruz, y del resto de la nación, vive esperanzada con que los partidos postulen a políticos con una hoja intachable de servicios.
Y es el caso del senador Pepe Yunes.
Además, es un político decente que siempre privilegia el respeto a la dignidad humana de los demás, sin caer en la tentación autoritaria en el ejercicio del poder y en la tarea de gobernar, basado quizá en el principio bíblico de «no hacer a los demás lo que nunca quisieras para ti».
Nadie duda que en su biografía habrá tenidos muchas, demasiadas, excesivas tentaciones para «ordeñar la vaca».
Pero nunca ha tenido un resbalón.
Una prueba está, entre otras cositas, en que como senador de la república ha cabildeado con sus amigos del gobierno federal (que fueron sus compañeros universitarios) recursos oficiales para Ayuntamientos y productores de Veracruz, en un aproximado de cuatro mil quinientos millones de pesos.
Y ese dinero ha sido depositado en forma directa, sin intermediarios, a los beneficiados, cuando y como en el caso de Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge Angulo, crearon empresas fantasmas y la llamada «Operación licuadora» para «meter la mano al cajón».
Por el contrario, Yunes Zorrilla acordó con la secretaría de Hacienda y Crédito Público, tanto con Luis Videgaray Caso y José Antonio Meade, que el apoyo federal extraordinario fuera entregado (y todavía hoy) en forma directa.
La honestidad, pues, en su alta dimensión estelar.
Con un político honesto, y honesto a carta cabal, como gobernador de Veracruz durante seis años, los pobres entre los pobres (un millón de indígenas y dos millones de campesinos, por ejemplo) podrían soñar con una mejor calidad de vida.

CASCAJO: La población necesita políticos y funcionarios públicos con una vocación social fuera de duda, basada en hechos y resultados concretos y específicos.
También está urgida la población de enaltecer su calidad de vida, su vida cotidiana, la vida de los suyos, el diario vivir.
Un ingreso seguro y estable, digno, a la altura de la capacidad de cada trabajador, con las prestaciones sociales, económicas y médicas establecidas en la ley.
Una calidad educativa de buen nivel para sus hijos.
Y de salud pública.
Y de seguridad.
Y de procuración de justicia.
Y lo anterior sólo puede alcanzarse cuando al poder llegan hombres y mujeres honestas que tenga como prioridad, incluso, como único objetivo, el bienestar social.
Albert Camus llamaba a todos ellos «Los desheredados de la fortuna».
Oscar Lewis les decía los precaristas.
Luis Buñuel, «Los olvidados».
Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco los dibujaron en sus grandes murales, haciendo la Independencia (600 mil muertos) y la Revolución (un millón de muertos).
A ellos se deben todos los políticos, y quienes por lo general han convertido «a los pobres entre los pobres» en carne de cañón electoral.
Pepe Yunes es diferente a los demás, empezado por su gran respeto, inalterable respeto, a la dignidad humana y que expresa en el trato íntegro a cada uno.
Y si el CEN del PRI desea trascender en Veracruz  y ganar la elección de gobernador el año entrante (además de la presidencia de la república), Pepe Yunes constituye la única garantía.
Su honestidad, como ningún otro político, salvará al tricolor de la posible masacre electoral.

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