viernes, abril 26, 2024

Barandal

•“Veracruz, del cocol”

•Cierran farmacia por robos

•Río de sangre, valle de la muerte

Luis Velázquez

ESCALERAS: En el primer trimestre del año azul que corre, el consorcio de “Farmacias del Ahorro” abrió una sucursal en el fraccionamiento “Las granjas”, en la prolongación Salvador Díaz Mirón, esquina con la calle Campestre, frente a “La virgencita” de La Boticaria.

Y tres meses después la han cerrado.

Por una sola razón: los robos y asaltos.

Unos diez trabajadores quedaron a la deriva. Serían acaso las únicas diez fuentes de empleo alentadas por la secretaría de Desarrollo Económico.

La farmacia funcionaba en el día y parte de la noche.

Y con cero vigilancia policiaca del presidente municipal, sólo interesado, como está, en defender en la LXIV Legislatura a la empresa brasileña, Odebrecht, concesionaria durante 35 años del sistema del agua, y cuyo presidente está preso en Brasil, acusado de lavado de dinero y de corrupción política a un número incalculable de presidentes de la república en América Latina.

La vigilancia policiaca es nula en la zona.

Los vecinos saben, por ejemplo, que lo mismo asaltan en la mañana que al mediodía y que en la tarde/noche.

A las diez de la mañana del sábado anterior, una cultora de belleza que iba a servicio a domicilio fue golpeada por la espalda. Y le robaron el celular y el dinerito que llevaba.

Pero semanas anteriores, un señor de unos 35 años, que trabaja de vigilante en un edificio de consultorios médicos, también fue asaltado.

–Danos para las chelas, le dijeron el par de malandros.

–No traigo.

–¿Cuánto traes?

–No traigo.

Y de pronto, sintió un guamazo en el ojo derecho, tan fuerte y duro que de plano se lo dañaron y terminó en el hospital.

Le robaron los únicos treinta pesos que llevaba para comprar una torta que sería su comida al mediodía y el camión de regreso a casa.

Semanas después fue operado. Perdió el ojo y le pusieron “un ojo de vidrio”.

PASAMANOS: En Córdoba, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, dijo que “Veracruz está del cocol, pues es uno de los estados más peligrosos para ejercer el periodismo y el sacerdocio” (La Jornada, Celia Díaz, 5 de agosto, 2017).

Resumió así la inseguridad y las desapariciones, aun cuando días después pidió (San Pablo camino a Damasco), a los feligreses que dieran una tregua al góber azul para dar resultados en lo que el Estado de Derecho define como garantizar la vida y los bienes.

El mismo día cuando en Poza Rica, fue asesinado Sergio Tremari Gaya, hermano del secretario del Ayuntamiento de Papantla, una región atemorizada por el cobro de cuotas que realiza el crimen organizado, y en donde además, los plagios y la extorsión son comidilla de todos los días.

El mismo día en que La Jornada Veracruz resumía la primera semana de agosto. 27 asesinatos, desde un anciano y una pareja en Coatzacoalcos hasta el trío de taxistas ejecutados en Xalapa, Papantla y Tuxpan.

Un día antes, 4 de agosto, la Coordinadora Nacional Antisecuestro, Conase, reconocía al territorio jarocho como una de las diez entidades con mayor número de secuestros y con focos rojos en homicidios y robos y asaltos, en donde las regiones de Coatzacoalcos y Córdoba llevan la delantera (Sayda Chiñas).

Fue el mismo día en que el feminicidio en Veracruz tuvo otra víctima. En Orizaba. Empleada de una empresa telefónica. Asesinada en la vía pública. En un fuego cruzado. Nueve balazos.

El mismo día que en la congregación Vicente Guerrero, de Orizaba, fue asaltada una sucursal de Banamex.

Fueron las horas (2 de agosto, en el puerto jarocho), cuando el góber azul pidió detener las críticas por la inseguridad y alabar logros.

“Señalan ineficiencia y jamás reconocen que damos la vida para que Veracruz cambie”, dijo, satisfecho de que su policía había liberado al nieto de Jorge Wade, el poderoso líder petrolero de la sección diez de petroleros, con sede en Minatitlán, y amigo entrañable de Carlos Romero Deschamps, viejo amigo de Miguel Ángel Yunes Linares, quizá más cuando defendiera al sindicato del millonario dinerito de Pemex entregado a Francisco Labastida Ochoa para su campaña presidencial que perdiera ante Vicente Fox Quesada.

CASCAJO: Desencanta la inseguridad en que estamos “atrapados y sin salida”.

Pero también desanima que las pocas, escasas, escasísimas fuentes de empleo, como el caso de las farmacias “Del ahorro” cierren.

Y más, en un Veracruz donde la migración a los campos de “concentración” agrícola del Valle de San Quintín y a Estados Unidos nos han vuelto un estado exportador de mano de obra, a tal grado que las remesas significan el sostén de la economía local por encima de los ingresos derivados del petróleo, la caña de azúcar, el café y los cítricos.

Y más cuando Veracruz ocupa el lugar número uno como productor y exportador de trabajadoras sexuales al resto del país.

Y cuando, cierto, hay empleos, pero en la mayoría de los casos con salarios de hambre.

Y cuando por todos lados, en todas las ciudades, hay negocios cerrados, incluso, en las plazas comerciales y ni se diga en los centros históricos.

Y cuando Veracruz, como el resto del país, tiene en el comercio informal una fuente básica de ingresos, quizá a la altura de las remesas.

Pero en fin, igual que Javier Duarte, el góber azul también lo ha proclamado:

“Es una labor fácil criticar con la pluma. Es mucho más sencillo destruir con un comentario, con una expresión, con una pluma. Es muy sencillo tomar una computadora y escribir o subir a la red un comentario en contra de la policía. No tenemos una varita mágica. Pero tenemos toda la voluntad”.

Por eso quizá el arzobispo Hipólito Reyes ya “tiró su espada en prenda” por el góber azul.

Más RVOE podría, digamos, recibir a cambio…

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