viernes, abril 26, 2024

Diario de un reportero

•El reino del terror

•Amenazados 57 periodistas

•Barbarie en Veracruz

Luis Velázquez

DOMINGO

El reino del terror

Mal sigue yendo al periodismo en Veracruz. Según el mecanismo de Protección a Periodistas, dependiente de la secretaría de Gobernación, en el palacio de Bucareli han desfilado cincuenta y siete trabajadores de la información con solicitudes de medidas cautelares, pues fueron y están amenazados de muerte y/o sienten en los talones de Rocinante la adversidad sórdida y siniestra.

Encima de Veracruz, en primer lugar, está la Ciudad de México, con 84, hasta el mes de junio, último balance.

Después, Guerrero, 35. Estado de México, 27. Oaxaca, 24. Chiapas, 20. Chihuahua y Tamaulipas, 19, cada uno.

Diecinueve en Tamaulipas, la entidad federativa limítrofe de Veracruz, con más, mucho más violencia que el territorio jarocho. Y no obstante, Veracruz por encima de Tamaulipas.

Grave. Gravísimo.

Y más, si se considera que del duartazo al yunazgo, veintiún reporteros han sido asesinados, los últimos, Ricardo Monlui Cabrera en Yanga el 19 de marzo y el hondureño, Edwin Rivera, en Acayucan.

Más tres reporteros desaparecidos, el primero de los cuales, el 17 de septiembre de 2011, en Acayucan, Gabriel Fonseca, de la fuente policiaca, empleado del “Diario de Acayucan”.

LUNES

Barbarie en Veracruz

La identidad de los 57 periodistas de Veracruz con medidas cautelares se mantiene en el anonimato… por razones obvias.

Todos, y por desgracia, comprobando “en carne propia” que aquí, entre nosotros, la palabra es más peligrosa que las R-14 y el tiroteo y el fuego cruzado y el ajuste de cuentas.

En cada caso, lo peor es la impunidad como uno de los jinetes del Apocalipsis, uno de los males de la caja de Pandora.

Y, bueno, si hay impunidad, los malandros se “crecen al castigo” y más desalmados se vuelven, llegando, incluso, a la barbarie, la misma utilizada por los realistas en la Independencia y por Richard Nixon en la guerra de Vietnam, decapitando a los adversarios, colgando los cadáveres a la orilla del camino en un árbol, tirando los cuerpos en despoblado y en medio del surco, dejando narco/mensajes para multiplicar el horror.

Por eso, y entre otros horrores, la señora de 19 años de San Andrés, secuestrada cuando hacía ejercicio físico, desaparecida, asesinado no obstante el pago del rescate y sepultada en una fosa clandestina a la orilla de un camino, en un potrero.

57 reporteros con medidas cautelares en Veracruz expresa, al rojo vivo, el nivel de barbarie a que hemos llegado.

MARTES

Políticos bajo sospecha

De acuerdo con Gobernación, a la cabeza de los probables agresores de reporteros están los servidores públicos en una gama polisémica donde hay desde presidentes municipales, síndicos y regidores y diputados locales y federales hasta gobernadores y secretarios del gabinete legal y ampliado.

Y por supuesto, elementos de las corporaciones policiacas que como fue demostrado en el duartazgo, hay quienes se aliaron con los narcos incurriendo en el delito de lesa humanidad conocido como desaparición forzada.

En la lista negra de los probables agresores de trabajadores de la información también se ubican a particulares, y luego enseguida a personas “no identificadas”.

Y en tales circunstancias, Gobernación otorga la protección considerando, en primer término, las amenazas.

Y en segundo, la agresión física.

Y en tercero, el secuestro y privación de la libertad.

Por lo pronto, en la nueva cifra de beneficiarios del mecanismo de protección está integrado por 597 personas.

225 periodistas en total y 372 defensores de derechos humanos y activistas.

Entre más homicidios se están dando en una entidad federativa (Veracruz va en primer lugar nacional), más aumenta el número de solicitudes en Gobernación.

MIÉRCOLES

De Veracruz a Turquía

En el duartazgo, las ongs del mundo (Reporteros Sin Frontera, Artículo 19, Comité de Protección a Periodistas de Washington, etcétera) ubicó a Veracruz en “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”.

Ahora, el bienio azul apenas empieza, aun cuando ocho meses después ya tiene en su lista negra a dos reporteros asesinados, más uno, que librara un atentado una madrugada a las dos de la mañana en Poza Rica y por fortuna sobreviviera.

En contraparte, Turquía con el presidente Recep Tayyip Erdogan se ha convertido en la mayor cárcel de periodistas en el mundo, con más de 150 informadores tras las rejas.

Apenas el fin de semana, a Erdogan se le ablandó el corazón y dejó en libertad a siete de un grupo de diecinueve reporteros presos, y que enfrentan penas de entre 7 años y medio a 43 años de cárcel por colaborar con un grupo armado terrorista. (El País, Andrés Mourenza, Estambul)

Todos ellos laboran en el periódico “Cumhuriyet” y Erdogan dejó presos al director, al presidente de la fundación que lo publica, a un columnista y a un columnista.

Y mientras en La Jornada, todos los días publican un recuadro dando cuenta del número de días que han transcurrido en la impunidad desde el asesinato de sus corresponsales, Miroslava Breach y Javier Valdés, ya nadie se acuerda de Ricardo Monlui ni de Edwin Rivera.

JUEVES

Mal fario azul

Hay regiones de Veracruz, igual que en el resto del país, donde los medios de plano incidieron en la autocensura y han desaparecido la página policiaca de sus páginas y espacios.

Unas veces, digamos, por mera prudencia. Otras, porque fueron amenazados. Quizá, y como sucediera a nivel federal a sugerencia de Enrique Peña Nieto, porque fue una solicitud oficial.

El caso es que si los carteles y cartelitos se han aliado con los policías y los políticos, también han arrodillado a la prensa.

Con todo, el escritor Ricardo Ravelo Galo ha dicho que en términos generales hay reporteros que suelen pactar con los narcos, en la inteligencia de “quien entra…, difícilmente sale”.

Y si una vez recibió un embute, entonces, quedó marcado para siempre.

Por eso quizá, semanas anteriores, el gobernador anunció de manera espectacular que en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río había (o hay) un trío de reporteros con amistades peligrosas y al servicio de los barones de la droga.

Incluso, amenazó con publicitar sus nombres, de igual manera como cuando anunció que cimbraría a México y que publicaría el expediente negro de “El peje”.

De pronto, zas, resultó que la Procuraduría General de la República, PGR, atrajo el caso y el asunto murió en el limbo de igual manera como nunca se conoció el desenlace sobre el asesinato del dueño y director general de “La Opinión”, de Poza Rica, Raúl Gibb Guerero, el 8 de abril del año 2005, atraído también por la PGR, a instancias de Miguel Ángel Yunes Linares que porque desconfiaba de la justicia con Fidel Herrera Beltrán.

VIERNES

A río revuelto

El oficio periodístico se ha vuelto demasiado peligroso.

Antes, los políticos encumbrados se irritaban con los textos publicados y entonces, “maiceaban” como decía Porfirio Díaz, y si el operativo fallaba, entonces, intimidaban, y si fallaba, entonces, procedían, desde la cárcel hasta el asesinato.

Ahora, y además, los carteles se añaden a la larga y extensa “noche de los cuchillos largos” para la prensa escrita, hablada y digital.

Con todo, ha de establecerse una premisa: de acuerdo con Ricardo Ravelo, por regla general los malandros sólo van contra los reporteros que se enlodan la mano.

Incluso, hay políticos y policías que aprovechando el río revuelto de los capos ajustician cuentas en contra de diaristas, conscientes y seguros de que a ellos terminarán culpando.

En los casi cinco años de operación del Mecanismo de Protección de Gobernación Veracruz va en segundo lugar con 57 solicitudes de medidas cautelares.

Y, bueno, los casos son revisados con lupa para ser justos en toda la dimensión de la palabra.

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