viernes, abril 26, 2024

Barandal

•El senador honesto
•Impecable e implacable
•El amigo incómodo

Luis Velázquez

ESCALERAS: Joel Arcos es el paisano incómodo de Pepe Yunes Zorrilla.
Suele trepar a su facebook (tan de moda con Donald Trump) fotografías donde aparece al lado del senador y, con frecuencia, si puede, le echa el brazo para así mostrar en la foto y ante los demás una relación cercana.
Casi casi, su sombra.
Entonces camina por la vida alardeando de esa amistad y, por supuesto, buscando siempre ordeñar la vaca.
Claro, con su facebook y de vez en vez aparecer por ahí, al lado del senador en un evento público, apantalla a los demás.
«No me des un cargo público, sólo salúdame y sonríe conmigo en público… que yo me encargo de los demás» solía decir el priista Efrén López Meza al gobernador Agustín Acosta Lagunes.
Tal cual, Joel Arcos.
Un día, por ejemplo, llamó  la puerta del presidente municipal de Veracruz, Ramón Poo Gil, y pidió una audiencia.
Así se inmoló ante Ramón Poo como el hombre fuerte y poderoso del senador, jugando, digamos, con el futuro que viene de cara a la elección de gobernador de seis años en el 2018.
Platicaron. Le pintó «un mundo color de rosa».
Y luego de garantizarle que hablaría con el senador para, entre otras cositas, cabildear, por ejemplo, recursos federales para el puerto jarocho, aprovechó el viaje para el siguiente paso.
Y el siguiente paso era que, bueno, ni modo, la vida es así, el senador también necesitaba reciprocidad y apoyo para seguir caminando de norte a sur y de este a oeste.
Ramón Poo entendió el mensaje y quizá, acaso, habría ofrecido a Joel Arcos que contara con el billetito fresco y que se lo daría, pero que esperara un momentico, como dicen los cubanos.
Días después, Poo Gil envió a un personero a la oficina del senador con una maletita forrada de dinerito.
Y cuando el senador lo recibió, el enviado especial le dijo que le llevaba un saludo del señor presidente municipal y la maletita en la que habían quedado.
Y se la puso en la mesa.
Y le dijo que era lo pactado con el alcalde.
Pepe Yunes quedó sorprendido.
Impactado, mejor dicho, aun cuando luego enseguida pasó al encabronamiento.
Desde luego, en ningún momento abrió la maleta y, de inmediato, decente y respetuoso, cordial pero firme, inalterable, dijo al enviado del alcalde que había un error.
Que en ningún momento había platicado con el presidente municipal sobre un encargo.
Y menos un acuerdo de tal naturaleza.
Y más o menos le dijo:
«Se lleva usted esta maleta y se la entrega al presidente municipal y la entrega completa porque, además, yo le daré seguimiento».
El cabildero de Ramón Poo se retiró de la oficina del senador «con la cola entre las piernas», atónito con el instante vivido.
Después, el senador habló por teléfono con un amigo jarocho y le solicitó trasladarse a la oficina de Ramón Poo, y le contara la experiencia traumática a la que había sido expuesto.
Pero más aún.
También le pidió informara a Poo Gil que nunca le pediría una maleta cargada de dinero y que, a partir del momento, ninguna razón existía para dar dinero a Joel Arcos.


BARANDILLA: El ingeniero Pedro (Perico) Aguilar Pizarro, uno de los constructores y dirigentes de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, CMIC, en Veracruz, andaba, igual que los otros asociados, ocupado y preocupado con la recesión económica. Cero obra pública estatal y la federal, asignada desde el centro, incluso, a compañías foráneas.
Entonces, con el equipo directivo pidieron una audiencia con el senador Pepe Yunes Zorrilla.
Y le fajaron.
Le dijeron, por ejemplo, que habían conseguido para todos obritas por cien millones de pesos del Fondo Nacional de Desastres.
Pero era insuficiente.
Y que le extendían la mano en señal de la gestión senatorial ante el gobierno central.
Hablaron, por ejemplo, de que con obra pública de unos quinientos millones de pesos sería un gran respiro para todos ellos.
El senador, quien desde hace casi cinco años ha venido cabildeando recursos federales para los presidentes municipales y sectores organizados y ha aterrizado casi cinco mil millones, los escuchó con prudencia y mesura, la mente fría, lista para la reflexión y para calcular posibilidades.
Pidió un tiempo a la CMIC para el cabildeo.
Y cuando logró resultados volvió a reunirse con ellos.
«Les tengo una noticia mala y una buena» dijo y sonrió.
— La mala, dijeron los constructores.
— No conseguí los quinientos millones de pesos.
–¿Y la buena?
— Sólo les conseguí obra por 350 millones de pesos y que será licitada según la ley y abierta para que todos ustedes participen.
Luego, hablaron de Veracruz y el presente y el futuro y de sueños para luchar todos juntos porque Veracruz vuelva a ser el paraíso terrenal con que fue escriturado por Ramón López Velarde en su famoso poema, «Suave Patria».
Y se despidieron felices y sonriendo.

 

CASCAJO: Entonces, Perico Aguilar Pizarro y el resto de la CMIC quedaron sorprendidos.
Cierto, por la gestoría social y económica del senador.
Pero más aún, porque Pepe Yunes ningún diezmo ni doble diezmo, como tantos otros políticos, les había solicitado.
Incluso, Perico Aguilar hizo cuentas.
Y se dijo:
Si Pepe consiguió 350 millones, el diezmo son 35 millones.
Tampoco el senador les recomendó a un contratista.
Todos, pues, en la CMIC, extrañados.
Sorprendidos.
Atónitos.
Incrédulos…ante, digamos, lo que se precisaría como la forma de ser y de actuar de un político en un país flagelado por la corrupción política por todos lados y en todos los partidos.
Y es que nadie, ningún político, ningún partido político, ninguna tribu o falange política puede levantar el dedo flamígero para acusar de corrupción a Pepe Yunes Zorrilla.
Incluso, Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte lo excluyeron de su círculo de poder, porque a partir de su honestidad era un político incómodo para ellos.
Y aun cuando en la Decena Trágica que va de 2004 a 2016 lo quisieron tentar, se toparon con el rechazo firme, enérgico y respetuoso.
Y es que cuando los políticos se vuelven amigos entrañables a partir de la complicidad en los negocios lícitos e ilícitos, toparse con un político íntegro es como enfrentarse a Jesucristo con el látigo en la mano lanzando a los mercaderes y fenicios del templo del Señor.
Así fue educado el senador. Así vive la política.
Tolerante y prudente. Mesurado y paciente. Honesto «a prueba de bomba»…en un país en los primeros lugares de corrupción política en el mundo, donde pocos, excepcionales, se salvan.

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