Pasar un rato en la alberca como toda diversión o deporte también oculta algunos peligros a la salud, pues hay una lista de componentes que pueden llegar a dañar la piel si no se tienen los cuidados pertinentes.

Durante la temporada vacacional aumentan 30% las visitas al dermatólogo.

“Principalmente es el exceso de humedad lo que ocasiona los padecimientos en las albercas, porque entras y sales varias veces y no terminas de secarte, y hay algunas personas que ya tienen alguna predisposición a contraer algún tipo de hongo”, señaló.

En esta temporada vacacional hay una infección que afecta principalmente a los menores.

“Suele suceder que en las albercas en donde no se tiene un mantenimiento adecuado, se da una infección en esta temporada, principalmente en los niños que se llama molusco contagioso, que es una infección de tipo viral.

También está la dermatitis por la exposición a los rayos solares, que van desde alergias, quemaduras solares o reacciones por algún producto que se ponen, como son bronceadores en lugar de bloqueadores, también tienen efectos secundarios desagradables, dijo.

“Durante este periodo también es común la dermatitis fototóxica causada por cítricos, pues muchas personas suelen comer en la playa o en la alberca; y otro factor es la falta de reaplicación de protección solar, porque suelen ponerse una sola vez y estar expuestos por muchas horas al sol”, indicó.

Cloro, desinfectantes, parásitos y exposición prolongada al sol, son algunos de los factores que causan enfermedades en la piel y que se encuentran en las albercas.

Desinfectantes: El cloro es utilizado en el 95 por ciento de las piscinas a nivel internacional, pero en exceso estas sustancias pueden jugar en contra de la salud. Un trabajo publicado en International Journal of Andology encontró que el cloro puede ser perjudicial a los testículos debido a la permeabilidad del escroto.

Cloramina: Algunas pruebas hechas por expertos han dictaminado que una continua exposición a esta sustancia puede derivar en afectaciones a la salud como el asma; los más vulnerables son los niños.

Parásitos: Un estudio reveló que la mayoría de las enfermedades se vieron reflejadas en problemas gastrointestinales, diarrea, al contaminarse principalmente por heces fecales de humanos y animales.

Hongos: De acuerdo con la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica un ocho por ciento de las personas de las personas que van a las piscinas en verano terminan contrayendo pie de atleta.

Radiación UV: no tiene que ver con lo que se encuentra dentro del agua, un aspecto que permea en la salud de las personas cada vez que van a la piscina son los efectos de los rayos del sol. El agua hace un efecto lupa que potencia los efectos de los rayos ultravioleta sobre la piel.