viernes, abril 26, 2024

Roberto Virgen: “quiero ser Alcalde y servir con honradez”

*Con 22 años de experiencia en el Servicio Público, tiene un limpio expediente; vive en la casa heredada por sus padres.

*“Mientras haya reclamos justos de un campesino, un niño, mujeres o jóvenes, ahí debe estar el PRI, para atender esos anhelos”

San Andrés Tuxtla, Ver.- Roberto Virgen Riveroll –abogado por la UV con maestría en Administración Pública y Especialidad en Gobierno Municipal– de niño fue empleado de mostrador en la tienda familiar que tenía su abuelo, de las pocas en el barrio conocido como La Ceiba o El Águila en San Andrés, y a los 17 años cuando era estudiante de bachillerato comenzó su carrera en las filas juveniles del PRI haciéndolo desde abajo pintando bardas, colgando gallardetes, formando porras y yendo de avanzada en las campañas políticas.

 “Yo iba al partido con entusiasmo y como la formación en política tiene que ver con la participación de cada persona, conocí a mi partido desde abajo, me fui identificando y sintiendo amor por la camiseta y ese sentido de pertenencia que tiene el auténtico militante”, señala emocionado este hombre corpulento y bonachón de 50 años de edad, casado desde hace 24 y padre de cuatro hijos, comprometido con el futuro de San Andrés y con la gente que necesita de apoyo para progresar.

Habla con orgullo del PRI y señala la importancia de regresar a los orígenes que le dan sustento. Cita una frase de Luis Donaldo Colosio acerca de que los hombres no están exentos de cometer errores; y han ocurrido –admite– porque fallaron personas en las que confió el partido, pero este país no puede concebirse sin la aportación histórica que ha hecho el PRI, conciliando intereses para lograr la estabilidad social que hoy tiene y construir instituciones que hasta la fecha benefician a todos los mexicanos”.

Y agrega: “mientras exista el reclamo justo de un campesino, un niño que necesite de una escuela, un joven egresado universitario que luche por una oportunidad de trabajo o una madre soltera que requiera apoyo para sostener y sacar adelante a sus hijos, ahí debe estar el PRI para satisfacer esos anhelos. Ese es el sentido social y político por el que nació el PRI. A ese origen necesitamos volver”.

En lo personal, Roberto Virgen dice que el PRI le ha dado muchas satisfacciones, desde haberse educado de primaria hasta la Universidad en la escuela pública y tener en San Andrés Tuxtla calles pavimentadas, alumbrado, drenaje, una clínica, escuelas y seguridad para la familia, entre muchos otros beneficios.

De ahí que este político haga una severa crítica a las imposiciones que en el pasado han ocurrido en la asignación de candidaturas a gente sin arraigo, lealtad ni compromiso con los postulados sociales del PRI, que sólo llegan por capricho de grupos, pues si un militante recibe la oportunidad de servir trata de hacer las cosas lo mejor posible, cosa que no sucede con quienes no tienen esa identidad ni lealtad y sólo han provocado daño al partido por sus malos desempeños.

Hasta hace una semana Roberto Virgen era secretario del Ayuntamiento de San Andrés Tuxtla y se dice orgulloso de haber trabajado al lado del presidente municipal Manuel Rosendo Pelayo, al que califica como hombre de palabra que ha cumplido a los habitantes con una obra material y social que no tiene precedente, seguridad y empleos; y señala que esos grandes resultados son su principal motivación para aspirar a la candidatura del PRI a la Alcaldía tras 22 años de servir en la administración pública, 16 en distintos gobiernos municipales y 6 en gobierno del estado.

Su carrera pública la inició como Director del DIF en San Andrés con Enrique Huber Fonseca para terminar siendo Secretario en ese periodo; en Catemaco fue director del DIF con Sergio Cadena Martínez y regresa a San Andrés con Octavio Pérez González como Subdirector de Gobernación, y a su fallecimiento continúa en el cargo con la doctora María de los Ángeles Carrión Rodríguez; en la gestión de Rafael Carrión Álvarez es director de Participación Ciudadana y Director del DIF en el último año, y de ahí se va seis años a la Comisión de Arbitraje Médico del estado y regresa hace 3 años y un mes con Manuel Rosendo Pelayo.

“Mi hoja de servicio está limpia, sin mancha de corrupción; no tengo nada qué ocultar ni nada que me avergüence por un mal desempeño o un mal manejo de recursos públicos”, afirma con seguridad. Y, parado frente a su casa en Aquiles Serdán frente al callejón Patricio Arredondo, señala con sus manos: “aquí viven mis vecinos, los Quino, los Ramírez, los Arreguí, y ellos me conocen y conocen a mi familia, a mis padres y a mis abuelos. Esta vivienda, por ejemplo, es herencia de mis padres y aquí he vivido siempre en la medianía que me permiten mis ingresos”.

Roberto Virgen trae la política en la sangre, por herencia. Su abuelo materno fue Oficial de Registro Civil en la época de don Antonio C. Rascón en San Andrés Tuxtla; y el abuelo paterno, de origen oaxaqueño, fue Presidente Municipal en San Pedro Ixcatlán, en el vecino estado; su bisabuelo materno también fue alcalde de San Andrés, Manuel Azamar Fermán, y el bisabuelo de su esposa, don Diego Toto, por igual fue Presidente Municipal de este municipio.

Hombre de principios y valores, de padre abogado respetuoso de la Ley y madre educadora de una escuela primaria, cuenta que de pequeño regresaba de clases y ayudaba en el mostrador de la tienda de su abuelo materno Joaquín Riveroll Miravete a despachar frijol, arroz, azúcar, petróleo para los quinqués, pan, café y maíz para preparar el nixtamal. Así iba formándose su carácter, en el esfuerzo y trabajo, definiciones que comparte con la mujer con que formó su propia familia.

“En la Administración Pública aplica la misma regla que en tu casa donde se educa con el ejemplo, la disciplina, honradez, trabajo y decencia”, señala el aspirante a la candidatura del PRI a la Presidencia Municipal de este municipio que es centro del desarrollo económico de la región de Los Tuxtlas.

– – – – –

DOS ANÉCDOTAS

“En el San Andrés de antes, uno caminaba en la calle y todos te conocían. De regreso de la escuela primaria Landero y Coss a casa con mi hermano menor, saludaba al dueño de la ferretería El Sol,  don Genaro Mateu en la esquina de Aquiles Serdán por la Ganadera, a diferentes personas, al agente de Tránsito o a algún policía, y minutos después venía mi mamá que salía de la escuela Josefa Ortíz de Domínguez, y con quienes se topaba le iban diciendo cómo iban comportándose sus hijos adelante: por allá va su hijo, el gordito, y va como siempre distraído y atrás va el otro, más serio y ahí van a su casa” y como padres de familia iban tranquilos porque se los iba reportando la gente, algo que ya no sucede, ahora ni los conocen, son cosas que dejamos de tener”

“En la tienda de mi abuelo, él tenía un cubo donde metía las monedas; ahí las guardaba, y en cada cumpleaños de sus nietos nos felicitaba y hacía que metiéramos la mano en ese recipiente y lo que lográbamos tomar era nuestro, y son las únicas veces que metí las manos para agarrar dinero, era con autorización del abuelo jajajaja. Ese era el regalo, y era un momento alegre que esperabas todo el año, no importaba lo que sacaras, era la forma en que convivías con la familia”.

EL DATO FAMILIAR

Su esposa es Esther Martínez Rojano, odontóloga de profesión, presidenta de una Asociación Civil que administra una guardería con Servicios Subrogados del IMSS desde hace 24 años, donde se atienden a 92 niños de edades entre 43 días de nacidos hasta 4 años de edad cumplidos. Sus cuatro hijos son: Jorge Roberto Virgen Martínez de 23 años de edad, quien cursa la carrera de Derecho; Roberto Enrique, de 18 años, está terminando la preparatoria en San Andrés; Joaquín Roberto, va a la mitad de preparatoria, y María Esther que cursa en quinto de primaria en San Andrés.

Publicidad




Otras noticias