miércoles, mayo 8, 2024

Expediente 2017

El político de las cañerías

Por: Luis Velázquez

En 9 de cada 10 fotos que le toman, el secretario General de Gobierno parece un hombre tenso. Siempre la mirada en acecho. Siempre, con los nervios “a flor de piel”. Los labios apretujados. En ningún momento, “El hombre mediocre” de José Ingenieros. Hombre torturado. Hombre en fuga de sí mismo. Como si, digamos, se hubiera sacado “la rifa del tigre”.

Más aún: hay quienes lo tachan de un político servil y sumiso que al aceptar el cargo público, el número dos de la Yunicidad, quedó sin espolones.

Siempre rígido en la foto. Incluso, en el trato diario según quienes han estado cerca en los últimos 45 días.

De entrada, el puesto le quedó demasiado ancho. Mucho cargo para él.

Y lo peor, de político rebelde, inconforme, contestatario con “el orden de cosas establecido”, político de un partido de izquierda, reducido a las sucias cañerías de la Yunicidad, persiguiendo con el garrote y el tolete, con la amenaza velada y manifiesta, a los sublevados.

Caso los líderes indígenas de la presa Yuribia, en Tatahuicapan. Caso los indígenas de Soledad Atzompa, con una primera marcha en el nuevo gobierno. Caso los saqueadores. Caso las madres de los desaparecidos, secuestrados y asesinados.

Y lo peor entre lo peor, persiguiendo a quienes antes estaban a su lado.

Más peor aún: ahora combatiendo al primero, ajá, narco/alcalde de Veracruz, cuyo nombre nadie conoce, pero que le fue transferido por el jefe máximo, y que al momento ningún requerimiento ha sido interpuesto en el Congreso para su desafuero si es que, como se afirma, está ligado a los carteles y cartelitos.

Antes estaba de lado de sus compañeros del PRD, digamos. Ahora, los está embarrando.

Y si es un hombre en fuga, también sería un hombre lleno de remordimientos, porque en los días que corren solo ha servido para la talacha al góber azul en contra de la base militante.

FONDÓ JAVIER DUARTE A FRANCO CASTÁN

Miembro del equipo de “Los Chuchos” del PRD, Javier Duarte lo fondeó.

El rancho en Tuxpan. El restaurante en Xalapa. El edificio de departamentos en Montemagno, ahora, búnker político. El otro restaurante, “La sopa”, en “El callejón del diamante”, en Xalapa, ahí por donde estaba el Bum/bum, el prostíbulo de donde salieron los homosexuales lanzados en contra de Cuauhtémoc Cárdenas en 1994 durante la campaña presidencial en Veracruz.

Ahora, con algunos de sus compañeros de “armas tomar” en aquellos tiempos, en la institucionalidad azul.

Freddy Marcos, como representante en el OPLE.

Jesús Velázquez, ex diputado local, como presidente del CDE del PRD.

Manuel Fernández, en Finanzas.

El partido, un cascarón.

¡Ay, tan lejanos aquellos tiempos cuando Arturo Hérviz!

Hérviz, un político desordenado, con un montón de papeles desperdigados en el escritorio, Rogelio Franco llegó al PRD para su servicio social, y entonces, su primer cometido fue volverlo un hombre disciplinado.

Y su eficacia fue tanta que, por ejemplo, hasta “tapadera” se volvió de Hérviz.

Luego, y aun cuando Hérviz lo entronizó como presidente del CDE y diputado federal, medirían fuerzas.

Por ejemplo, cuando Franco impulsó a César Ulises García Vázquez, ex alcalde de Coatzintla, para presidente, ante Jazmín Copete, y quien fue derrotada, tiempo cuando se consumara la traición a su jefe y amigo.

VIOLENCIA DOMÉSTICA

Según las versiones, el primer círculo de amigos del secretario de Gobierno sabe que es un hombre violento.

Por ejemplo, se afirma que con frecuencia su esposa lo exaspera y Franco pierde el control. Y llega, ni modo, a la violencia doméstica, como aquella ocasión cuando en las redes sociales filtraron una golpiza y fue, claro, desmentida por ella misma.

Y desmentida cuando iba camino a la secretaría de Gobierno, pues se trataba de “lavar su honor”.

Y “lavar su nombre” de igual manera cuando, y por ejemplo, hasta la rectora de la Universidad Veracruzana, UV, publicó un boletín avalando su título de licenciado en Derecho expedido en diez días, con tanta prisa que le cambiaron el apellido de Castán por Castan, sin el acento en la a… como aparece en el documento oficial.

Luego del relajo armado, nadie dijo que el título le fue otorgado porque argumentó que había cursado el 80 por ciento de los créditos de una maestría en Gestión Gubernamental, de la que dudan los mismos perredistas.

“MUCHAS CORNADAS DA EL HAMBRE”

Los teóricos dicen que la ideología empieza por la panza.

En el PRD, desde la izquierda, todo indica que a Franco Castán le ha ido bien, en tanto muchos años después, la militancia y el millón de indígenas y los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros y los 600 mil analfabetos de Veracruz siguen igual de jodidos.

Y lo peor, nada indica que en los próximos 22 meses y medio (ya pasaron un mes y medio), el hambre, la miseria y la jodidez vayan a cambiar.

El secretario de Gobierno podrá, entonces, exclamar como aquel chirinista cuando le preguntaron si a Veracruz le estaba yendo bien.

Y su respuesta filosófica fue la siguiente:

“¡A Veracruz no sé, pero a mí me está yendo a toda madre!”.

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