Después de 10 años de relación, en agosto de 2014, Brad Pitt y Angelina Jolie se daban el “sí, acepto” en el Chateau Miraval, un espectacular castillo francés propiedad de la pareja. Ante la noticia de su separación hace un mes, los actores han decidido poner a la venta la preciosa mansión de la Provenza francesa con 30 habitaciones y una finca de 500 hectáreas. Si te gustaría ser propietario de esta residencia solo debes tener alrededor de 55 millones de euros ($118 millones de pesos mexicanos).
De acuerdo a Us Weekly, como parte del acuerdo de divorcio la pareja habría decidido poner a la venta esta residencia que ocuparon desde 2008 en escapadas familiares y compraron en 2012, dos años antes de que ahí unieran sus vidas. Aunque cuando recién se dio a conocer su divorcio, People citó a Marc Perrin, un empresario del negocio francés de la pareja, diciendo que Miraval no estaba a la venta, parece que las cosas han cambiado conforme ha avanzado el proceso de divorcio.
Como parte de la propiedad que ha sido considerada la “joya de la corona” en el portafolio de residencias que tendrá que ser dividido en este divorcio, están las 30 hectáreas de viñedo que están dedicadas a la producción de vino rosado. Al parecer, la exitosa producción está en peligro después de que el Paris Match señalara que solo se realizará una cosecha más de las botellas bajo el sello Chateau Miraval pero saldrá al mercado sin su firma impresa. Y es que desde la cosecha del 2012, las botellas tenían grabados el nombre Jolie-Pitt en la parte posterior.
Cuando la pareja compró el castillo, trabajaron en remodelarlo para hacer de él un verdadero hogar en el que su familia disfrutó de vacaciones a través de la renta de la propiedad desde el 2008. Las mejoras se acabaron justo a tiempo para su enlace, en el que estuvieron acompañados únicamente por sus hijos, Maddox de 15 años, Pax de 12, Zahara de 11,Shiloh de 10, Knox y Vivienne de 8 años.
Mientras esto sucede en la Provenza francesa, en Malibú, Angelina está por mudarse a una residencia que está siendo remodelada antes de que ella y sus hijos puedan habitarla. Fue justamente en esta propiedad en la que la ganadora del Oscar apareció por primera vez después de un mes de haberse dado a conocer la noticia de su divorcio.