De un total de 10 petroleras (estatales y privadas), a las que se le realizó una revisión, fue Pemex la única que no solamente no recuperó la producción que tuvo antes del desplome de precios, sino que además declinó en casi un 13%.

Es decir, del primer trimestre del 2014 al segundo trimestre de este año, la extracción de crudo de Pemex cayó en unos 315 mil barriles diarios, de 2.492 millones a 2.176 millones.

En tanto, en el mismo periodo, la anglo-holandesa Shell, la inglesa BP, la estadounidense ExxonMobil e incluso la brasileña Petrobras, esta última con problemas de corrupción y fraude, aumentaron su producción en 18, 15.7, 8.5 y 5.5%, respectivamente.

Y es que aun cuando la única de las privadas que redujo su producción de petróleo fue Chevron, en 7%, esto lo sobre compensó con mayores volúmenes de gas natural.

La producción de empresas estatales de capital mixto, como la noruega Statoil y la rusa Rosfnet, quedaron prácticamente sin cambios. Francisco Monaldi, investigador asociado de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey, declaró que “la menor producción de Pemex, derivada de la falta de inversión en exploración y desarrollo, seguirá cayendo en el corto plazo.

En los últimos años el problema ha sido un bajo flujo de caja. Por primera vez, Pemex está perdiendo dinero antes de impuestos”, destacó el también profesor de política energética de las universidades de Harvard y Rice.

Agregó que “hay una caída estrepitosa en el número de taladros de perforación. Nos indica que muy probablemente la producción seguirá cayendo porque no hay manera de continuar sin perforar pozos nuevos”. Y es que el número de equipos para el desarrollo de pozos ha bajado en 85%, desde julio del 2014 (cuando inició la caída de precios), con respecto al mismo mes de este 2016, según cifras oficiales.