jueves, abril 25, 2024

Columnas Luis Velázquez

Escenarios

•Un curita en la torre

•Desde ahí bendice

•Cada quien su COVID

Luis Velázquez

UNO. Bendiciones desde la torre de la iglesia

Hay una lucha de las elites políticas, sociales, empresariales y religiosas por adueñarse de las neuronas y el corazón de la gente en el tiempo del coronavirus.

Y con frecuencia asombran a la población, digamos, por las ocurrencias en la ruleta rusa.

Por ejemplo, la penúltima, el párroco de la iglesia de San José, de Xalapa, José Juan Sánchez Jácome, quien vestido de acuerdo con la liturgia trepó a la parte más alta de la torre de la parroquia y con el Santísimo Sacramento en las manos, desde las alturas bendijo a los feligreses.

DOS. Recula arzobispo

Antes, el arzobispo de Toluca trepó a un helicóptero prestado y sobrevoló el pueblo repartiendo bendiciones para proteger a la población, a tono, digamos, con la famosa estampita de Amlove con la leyenda de “Detente enemigo…”.

Y en contraparte, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, reviró a la orden de cerrar los templos y anunció que serían abiertos a la hora acostumbrada.

TRES. El come-curas

En el siglo pasado, sin coronavirus, plagas ni pandemias, el gobernador de Tabasco, El come/curas, Tomás Garrido Canabal, persiguió a los sacerdotes para la dicha inmensa de Plutarco Elías Calles, su hacedor.

Incluso, ordenó que solo permanecerían en Tabasco los sacerdotes casados.

Y en su rancho lleno de ganado, vacas, becerritos, caballos, burros y perros bautizó a cada animalito con los nombres de algunos Papas, unos santos, unas vírgenes, y hasta los nombres de los curas más famosos del pueblo.

Y cerró templos y armó el desmadre.

CUATRO. Procesión casi sin feligreses

El presbítero de Xalapa, Sánchez Cordero, organizó una procesión en el atrio y una que otra calle aledaña rodeado de pocos feligreses.

Entonces, fue a sus redes sociales y reprodujo citas bíblicas, como por ejemplo, diciendo que el COVID “sirve para mostrar la gloria de Dios”, en tanto, el góber precioso de Puebla mira la pandemia de otra manera y dice que se cura con un plato de mole, siempre y cuando sea de guajolote y un guajolote viejo, considerando que “gallina vieja… hace buen caldo”.

CINCO. Solitaria Semana Santa

Otros sacerdotes, obispos y arzobispos se ajustaron a las normas de la secretaría de Salud y oficiando misas por circuito cerrado de televisión transmitida en las redes sociales y el Internet y el whatsapp.

Y más, con la Semana Santa en que se celebra el sacrificio de Jesús en el Gólgota.

Y, bueno, cuando se ha decretado otro mes más todos acuartelados, será la primera ocasión en más de cien años en que las iglesias estén vacías y únicamente los feligreses temerarios, llenos de pecados, asistirán a la iglesia.

Claro, si alguno estuviera enfermo del virus, bendito Dios que no vive en Yucatán, pues el góber precioso del PAN decretó 3 años de cárcel para los enfermos circulando en la vía pública.

SEIS. “Aquí somos pobres”

Los días y noches tienden a recrudecerse. La profecía es que de cada diez personas siete enfermarán. 70 de cada cien. 700 de cada mil. 700 mil de cada millón. Y si, por ejemplo, se considera que en Veracruz está poblado por ocho millones de habitantes, entonces, 5 millones y cacho serán hospitalizados.

Un aviso en las redes sociales ha descubierto la medicina más eficaz resumida en tres palabras que consideran suficientes para alejar al enemigo contagioso.

“Aquí somos pobres”, y así, y de acuerdo con los teóricos, el bichito tocaría la puerta en la casa de enfrente.


 

Expediente 2020

Tiempos peores

Luis Velázquez

Se viven los días más duros y difíciles de los últimos cien años. Días inéditos. La gente, muriendo en sus casas. Y en las calles. Todo el mundo, acuartelado. Sin salir a la calle. Los negocios, cerrados. Cerradas las tiendas comerciales. Cerrados los restaurantes y la mayoría de los hoteles. Cerradas las playas. Cerrados los bares y cantinas. Cerradas las casas de cita. La economía, desplomada. Y el pronóstico oficial de que vendrán tiempos peores.

Cierto, en 1985, el temblor en la Ciudad de México dejó una metrópoli en la antesala del fin del mundo. La gente atrapada en sus casas, unas, sin vida, y otras, heridas. Edificios derrumbados. Número incalculable de muertos.

Pero con todo, el epicentro solo fue en una ciudad. Ahora, con el bichito, es todo el mundo. Los niños y los adolescentes, los más afectados. El mundo que les ha tocado vivir.

El peor día en la historia de la humanidad dicen que será el Día del Juicio Final. El día cuando los muertos resuciten y que será terrible, si de pronto, ¡zas!, nos topamos con Adolfo Hitler o José Stalin. El día cuando los jinetes del Apocalipsis cabalguen victoriosos. El día cuando desaparecerá la tierra.

Pero, mientras, caray, la naturaleza expresada en toda su dimensión. Ni en una película o novela de terror retratando las pandemias de otros tiempos pudiera igualar el México y el mundo que nos ha tocado vivir. Y padecer.

El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, tiene coronavirus, igual que sus colegas de Tabasco y Querétaro. Fayad dice que está padeciendo los peores dolores musculares de su vida y que si el virus le pega a una persona de la séptima década no lo aguanta. Ha tenido momentos, dijo, cuando ha deseado tirarse por la ventana.

Hay quienes y en nombre de su fervor religioso hablan de un castigo de Dios. Por eso, quizá, el presbítero de una iglesia en Xalapa trepó a la parte más alta del tempo y desde lo alto repartió bendiciones con el Santísimo en mano. El arzobispo de Toluca subió a un helicóptero y bendijo a su pueblo.

Pero Dios, si existe, está ocupado en otros graves pendientes, aun cuando el Eclesiastés dice que si una persona ofende a Dios… Dios se venga.

En todo caso, nadie deseará a un Dios vengativo. En un dos por tres, dice el relato bíblico, acabó con Sodoma y Gomorra, pecadores desorbitados.

Un bichito como el llamado COVID 19 es la madre naturaleza. Los riesgos de vivir. Por eso le llaman pandemia.

SEMANA SANTA SIN FELIGRESES

Se ha llegado a la Semana Santa. El tiempo más esperado del mundo, unos, para acercarse a Dios, y otros, para vacacionar. Ahora, todos acuartelados. Iglesias que oficiarán, pero sin feligreses. Quizá, los más audaces y temerarios asistirán a los templos, en la advertencia de exponer la vida.

En el siglo pasado, por ejemplo, en Tabasco, hubo un gobernador come/curas. Se llamaba Tomás Garrido Canabal. Plutarco Elías Calles le abrió las puertas al gobierno federal. Secretario de Agricultura. Todo, porque en el trópico, ateo al fin, persiguió a los ministros de la iglesia. Los exilió. Les advirtió que solo si se casaban serían aceptados.

Y de pitorreo, y soberbia, bautizó a sus vacas, becerros y toros con nombres de Santos, Vírgenes, Papas y curas.

Sus tarjetas de presentación decían: Tomás Garrido Canabal, enemigo personal de Dios.

Y en Tabasco cerró los templos. Ahora, las iglesias, en cuarentena. Una Semana Santa, digamos, por Internet. Todos, escuchando misa y rezando en sus casas.

Por menos, estalló el movimiento cristero en el centro del país en el siglo pasado.

Pero el bichito chino viaja acompañado. Al lado de la crisis sanitaria, los estragos que vienen. Mejor dicho, ya están, si se considera que miles de trabajadores han sido enviados a sus casas y sin el pago del salario. Más desempleo. Más pobreza. Más miseria.

Más miseria en un país donde 6 de cada diez habitantes viven en la precariedad total y absoluta. Medio millón de jarochos, por ejemplo, solo hacen dos comidas al día, y mal comidas, de tan jodidos que están.

Uno de cada 3 jefes de familia llevan el itacate y la torta a casa con el ingreso en el changarrito en la vía pública vendiendo picadas y gordas, tacos y tortas y refresco de cola.

Y como Veracruz ocupa el primer lugar nacional en producción y exportación de trabajadoras sexuales (la subasta del cuerpo para obtener un ingreso), el peor mundo imaginado.

Se ignora si en verdad y de acuerdo con el relato bíblico algún día será el Fin del Mundo. Pero si así es, caray, lo que hoy se está viviendo y padeciendo pareciera en todas sus aristas.

INCALCULABLE DOLOR Y SUFRIMIENTO

Las guerras dejan muchos muertos. Trescientos, por ejemplo, en Río Blanco, cuando la huelga textil en 1907. Un millón, en la revolución. Seiscientos mil, en la guerra de Independencia. 400 mil con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto luchando soldados y marinos contra los carteles.

Pero la pandemia, y sin disparar un solo tiro, está dejando miles de hogares enlutados. Niños huérfanos. Viudas. Viudos. Padres ancianos fallecidos.

Un dolor y un sufrimiento incalculable.

Hay profetas de la buenaventura. Ellos proclaman que todo ser humano viene al mundo para ser feliz. Pero cada recién nacido enfrenta un mundo adverso, por ejemplo, las pandemias que suelen expresar el principio de Peter de la ciencia médica. La medicina, rebasada por las circunstancias. En la novela “La peste” de Albert Camus, ningún doctor estaba preparado, tampoco previeron la llegada del mal a través de unas ratas que invadieron el pueblo y luego de infectar a la población, las ciudades se llenaron de muertos tanto de ratas como de seres humanos.

La vida, pues, en el tiempo del coronavirus. Y lo único que interesa es sobrevivir a la pesadilla atroz.

Y lo peor, aun cuando la población está acuartelada están muriendo en sus casas, como en Guayaquil, Ecuador, donde la semana anterior unos cuatrocientos cincuenta cadáveres esperaban ser levantados por el carro de carga oficial para ser trasladados al cementerio.

Solo queda rezar diría el arzobispo de Xalapa, aun cuando sirve, digamos, de consuelo, pues las oraciones nunca detendrán el crecimiento voraz de la pandemia, ni siquiera, por ejemplo, con la estampita de “Detente enemigo” ni menos, mucho menos, comiendo mole poblano como dijera el góber precioso, Miguel Barbosa, ¡vaya desfachatez, el graciosito de la izquierda convenenciera!


 

Barandal

•Fiscal ganona

•Repartió 60 cargos

•Aparato de justicia

Luis Velázquez

ESCALERAS: En 4 meses, aproximadamente, la Fiscal General de Veracruz casi rebasó la aplanadora de Javier Duarte como gobernador, y quien en un sexenio despidió, cambió y enrocó a un total de ochenta y cinco funcionarios.

En 4 meses, la Fiscal cesó y cambió a sesenta funcionarios.

Y de paso, nombró a la mayoría encargados del despacho, quizá esperando la ratificación, acaso para que nadie se creyera seguro en el cargo, forma sublime de terrorismo.

Desde luego, en los nombramientos fue asesorada, se entendería, por el góber jarocho de Amlove y el secretario General de Gobierno, el jefe máximo quien la ascendió de directora jurídica de la SEGOB jarocha a la Fiscalía.

PASAMANOS: En una solicitud de información presentada vía Sistema INFOMEX con folió número 05297719 por el reportero Ignacio Carvajal García, la lista completa de los cambios incluye el nombre completo del funcionario, el puesto y el sueldo.

Y por eso mismo, impresiona tanto poder acumulado. Casi casi como para repartir chamba entre los compañeros estudiantes en el salón de clases de la Facultad de Leyes.

CORREDORES: El sueldo más elevado es de la Fiscal. 60 mil 540 de acuerdo con el reporte IVAI.

Luego, el salario pasa a 52 mil 320 (José Alfredo de la Rosa Escalante y Mario Alberto Martínez Sandoval), 50 mil 274 (Marcela Aguilera Landeta, Samuel López Leza, José Luis Oliveros Sosa, Héctor Ronzón García y Oscar Guillermo Sánchez López Portillo).

A partir de ahí, va descendiendo, 40 mil 476 pesos, 34 575 pesos y 27 mil 325 pesos… hasta llegar a 7 mil 417 y que corresponde a los intendentes y auxiliares administrativos, aun cuando también los hay de 6 mil pesos, designados en la nueva era.

BALCONES: Se trata de un aparato gubernamental para procurar la justicia en un Veracruz donde la impunidad cabalga como un jinete del Apocalipsis y al que la población debería mostrar su estampita religiosa con la leyenda de “Detente enemigo… que el corazón de Jesús está conmigo”.

Pero, bueno, lo importante por ahora es subrayar que frente a los casi treinta despidos, cambios y enroques del góber jarocho de Amlove, incluida la mano santa para quedarse con la estructura partidista de MORENA (Esteban Ramírez, 31 años), el mayor movimiento de funcionarios públicos fue aplicado en la Fiscalía a partir del 4 de septiembre cuando el exfiscal fue destituido luego de 9 meses de picar piedra en la LXV Legislatura.

PASILLOS: Está claro que la Fiscal ascendió al cargo como una parcela de poder del vicegobernador y secretario General de Gobierno, digamos, como cuando Manuel Carbonell de la Hoz fuera poderoso subsecretario con Rafael Murillo Vidal, y así, quedándose con cargos públicos fue construyendo su candidatura priista a jefe del Poder Ejecutivo Estatal.

Pero entonces, igual que ahora, existían otros políticos mejor posicionados y que estremecieron a Carbonell, y a Murillo Vidal y al mismo Luis Echeverría Álvarez, pues bastaron 8 palabras de Jesús Reyes Heroles para su derrumbe.

Ahora, Éric Cisneros Burgos tiene enfrente a Rocío Nahle y Ricardo Ahued Bardahuil. Entonces, en aquel Veracruz, eran Rafael Hernández Ochoa y Arturo Llorente González. Incluso, César Uscanga Uscanga, subsecretario de Educación Pública.

VENTANAS: Mucho poder concentra la Fiscal. Y la resulta social es demoledora.

Y es que si la secretaría de Seguridad Pública está rebasada por el principio de Peter, en el mismo camino va la Fiscal con el tiradero de cadáveres, la mayoría, en la impunidad.

Simplemente, poblando más los panteones y fosas clandestinas sin que la justicia asome en el infierno.


 

Malecón del Paseo

•El mundo de los escritores

•Crear un paraíso terrenal

•Comala, el más deslumbrante

Luis Velázquez

EMBARCADERO: El primer paso para volverse escritor es crearse y recrearse un mundo imaginario… Casi casi como la raza cósmica que soñara José Vasconcelos… Y la Comuna de Tomás Moro… Y la dictadura del proletariado de Lenin… Y la democracia perfecta de Francisco Ignacio Madero… Y la separación del Estado y la iglesia de Benito Juárez… O el imperio de Agustín de Iturbide y de Maximiliano y mamá Carlota…

ROMPEOLAS: Por ejemplo, los mundos imaginarios de algunos escritores… Juan Rulfo con Comala… “Vine a Comala porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo” y en donde los muertos hablan, igual, igualitos que el 2 de noviembre cuando resucitan… Gabriel García Márquez con Macondo y que en realidad era el pueblo donde creció y en donde un día el abuelo lo llevó de la mano a conocer la fábrica de hielo y lo que significa una maravilla en la vida del niño que vivía con los abuelos…

ASTILLEROS: El argentino Julio Cortázar también recreó su mundo… Eran los cronopios, los bichitos que un día descubriera en un teatro de París y que volaban de techo en techo y se volvieron el más fabuloso espectáculo, más que la obra teatral… Luego, los cronopios seguirían multiplicándose en su vida con más intensidad que con el gato que tenía y con el que solía jugar todas las tardes, luego de escribir… Y ni se diga el mundo extraordinario de Franz Kakfa cuando convirtiera a Gregorio Samsa aquella mañana al despertar en un insecto y fue el hombre más feliz de la vida…

ESCOLLERAS: Francis Scott Fitzgerald, miembro de la llamada Generación Perdida de escritores norteamericanos en París (Ernest Hemingway, William Faulkner, John Dos Pasos, etcétera) se creó un personaje llamado Gominola, y que en lenguaje popular era un holgazán, como holgazanes, por ejemplo, fueron sus amigos, todos hijos de ricos, en las mejores universidades de Estados Unidos… Tito Monterroso inventó un dinosaurio con el cuento más corto del mundo en unas cuantas palabras, las siguientes… “Y al despertar el dinosaurio seguía ahí”, y que ha servido para grandes polémicas y tertulias literarias en el mundo tratando de descifrar la complejidad narrativa tan profunda…

PLAZOLETA: Truman Capote (A sangre fría, su novela de no ficción, la más famosa) se inventó a sí mismo… A los veinte años de edad apareció en el mundillo literario con su primera novela, “Otras voces, otros ámbitos y significó un éxito fuera de serie… Los críticos se preguntaban de dónde había salido un escritor que de pronto aparece y se vuelve un bet seller… Entonces, Capote les reviró diciendo que durante diez años sus tías (sus padres se divorciaron y lo dejaron con ellas) le habían enseñado a leer y escribir… Pero más, mucho más, a escribir… Y a leer los libros clásicos… Y a pulir y volver a pulir los textos, sin publicar ninguno, a diferencia, por ejemplo, de Rubén Darío, quien a los trece años de edad publicaba poemas y crónicas en los periódicos de Nicaragua…

PALMERAS: Desde luego, el mundo imaginario de Miguel de Cervantes Saavedra con El Quijote de la Mancha y Sancho Panza… Y Carlos Fuentes Macías con Aura, la novela que, incluso, fue prohibida en el tiempo panista de Vicente Fox para leerse en las escuelas secundarias… León Tolstói con la finca rural en Rusia, el paraíso terrenal, y que de su propiedad la convirtiera en una gigantesca escuela para los hijos de sus trabajadores, todos campesinos…

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