miércoles, abril 24, 2024

Expediente 2017

Justicia colapsada

Luis Velázquez

La justicia en Veracruz está colapsada. Unos teóricos se excusan en el nuevo sistema penal. Otros, inculpan al Fiscal. Otros más, al operador de Jorge Wínckler, el profe Marco Evens Torres. Y otros, un año después, al proceso de aprendizaje de la nueva generación en el poder político. También, claro, a la soberbia frivolidad.

El caso es que al momento, solo en el puerto jarocho hay más de ocho mil carpetas de investigación en proceso.

Y solo en Boca del Río, el feudo de los Yunes azules, con todo y la Fiscalía del resentimiento, el odio y la venganza, que ha tenido a once duartistas en el penal de Pacho Viejo, hay más de 3,500 carpetas de investigación en trámite.

Además, la manifiesta sublevación de veinte Fiscales, todas mujeres, todas despedidas, en unos casos, luego de la inconformidad porque las reubicaron de un extremo a otro del territorio jarocho, casi casi como un campo de concentración, pues unas estaban, por ejemplo, en Coatzacoalcos y las reasignaron, así nomás, en Chicontepec y Huayacocotla.

Peor aún: las mismas Fiscales han denunciado lo que la burocracia y los litigantes conocen, como por ejemplo, que las envían “a la guerra y sin fusil”.

Y de ñapa, con burocracia insuficiente en las Fiscalías, y con personal honorario, pues el mismo Fiscal les paga de sus ingresos, más que sus salarios, un dinerito “para tapar el ojo al macho”.

Y por añadidura, la sospecha de que las dependencias procuradoras de justicia son “un barril sin fondo”.

JAVIER DUARTE VIVE…

La chispa social que incendió la pradera fue el crimen de la Fiscal de Pánuco.

Y lo insólito, igual que en el sexenio anterior, que tiene a Javier Duarte preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, las víctimas también ahora en la yunicidad son victimizadas.

Por ejemplo, horas después de que la Fiscal de Pánuco fuera ejecutada, el gobernador Yunes se anticipó diciendo que su muerte nada tenía que ver con su trabajo.

Y luego enseguida, el diputado del PAN, Rodrigo García Escalante (con su familia caciques de Pánuco), “tiró su espada en prenda” y la acusó de malas amistades.

Ahora, una versión peor, como es que la Fiscal estaba metida en una red de tratantes de blancas con menores de edad, digamos, como en su tiempo, el árabe Succar Kuri, de Cancún, cuya vida sórdida y siniestra fuera inmortalizada en el libro “Los demonios del Edén”, de la escritora, reportera y activista social, Lydia Cacho.

EL FISCAL, EN CONFLICTO DE INTERESES

El nuevo sistema penal, NSP, entre otras cositas, obliga a los Fiscales presentarse en las audiencias a juicio ante el juez de control, además, claro, de su chamba como es dar curso a las carpetas de investigación.

Además de atender a las personas (que suman muchas) que cada día llegan a las oficinas para denunciar.

Y cuando llegan, ni modo, les dicen que el Fiscal está en audiencia.

Y ni modo los Fiscales se partan en mil pedazos, o se volvieran, digamos, unos robots.

Además, otra coyuntura que descarriló la procuración de la justicia.

Antes, por ejemplo, en la Ciudad de Veracruz había ocho agencias y en Boca del Río dos.

Ahora, con el NSP, solo quedó una unidad en Veracruz (al lado del aeropuerto Heriberto Jara) y que concentra a las ocho anteriores, y en Boca del Río una sola para el municipio.

Tal cual, la capacidad fue estrangulada, y por añadidura, el sistema judicial colapsó por completo.

Simple y llanamente, y como dice un litigante, se necesitan más Fiscales.

Y en respuesta, Jorge Wínckler, en nombre de una cosita llamada “reingeniería administrativa” apretó tuercas y despidió a veinte Fiscales, y el escenario se complicó mucho más.

Todo, porque su profesor en la universidad, Marco Evens Torres, con su salario mensual de 80 mil pesos como visitador y Fiscal Regional (dos salarios) se lo aconsejó.

Rara y extraña situación que algún trasfondo tendrá, y más, porque con todo y que fue elegido Fiscal por nueve años, Wínckler sigue litigando con su despacho, y lo que a la luz de la ética personal y la moral pública significa conflicto de intereses.

FISCALES ESTRESADOS

Con el exceso de trabajo, resulta lógico (en ningún momento, justificable para cometer errores) que los Fiscales caigan en el estrés y en la bipolaridad.

Por eso quizá muchos han establecido el sistema de fichitas para los ciudadanos con necesidad inevitable de interponer una denuncia.

Pero ni así, con tantas carpetas de investigación acumuladas en el transcurso del año que termina, la procuración de justicia ha caminado con solvencia.

Y cuando, por ejemplo, han cometido errores “se lavan la mano”.

Fue el caso, por ejemplo, de cuando un par de Policías Ministeriales detuvieron una mañana en Boca del Río, frente al café “207 años” a una doctora, sin cumplir con la ley de que cuando se trata de una mujer siempre ha de estar presente una mujer policía.

Entonces, y luego de la exhibida en las redes sociales, la salida salomónica fue el despido del par de agentes, cuando, caray, ellos reciben una orden del comandante en turno, y el comandante del delegado de la Policía Ministerial, y el delegado del director.

Y el director en la Fiscalía General es un policía naval quien conferido el cargo en el duartazgo, doce meses y una quincena después de la yunicidad, Jorge Wínckler todavía lo tiene ahí.

He ahí, entonces, el estilo personal de aplicar la justicia en Veracruz.

Pero en tanto Wínckler siga guisando paella para los cuates y trepando sus videos en las redes sociales, pero encarcelando a más duartistas, el mundo puede caerse en cachitos… sin que nada pase.

Y es que si “El señor Justicia” está bien con dios, la población puede sublevarse y morir en el intento.

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