Barandal

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•Retrato hablado

•El priista soñado

•Sólo así, final feliz

Luis Velázquez

ESCALERAS: Vive el PRI el peor de los tiempos en Veracruz. Pero aún, la mitad de las elites cree, está seguro, siente que una lucecita alumbra el largo y extenso túnel electoral. El tiempo, decía Baudelaire, “ennegrece más la negra noche”.

Y no obstante, el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica mira una posibilidad de que el tricolor gane la gubernatura de 6 años el primero de julio del año entrante en las urnas.

Sus razones son las siguientes:

Una. Frente al discurso de la cólera política y social del llamado “gobierno del cambio”, el discurso de la conciliación, tal cual como es, sería, ha de ser el candidato. Ecuánime, sencillo, decente, incapaz de ponerse los guantes y sin llegar a “la república amorosa”.

Dos. Presentar un programa de acción concreto y específico y en donde la población (8 millones de habitantes, de los cuales un millón son indígenas y dos millones campesinos y tres millones obreros) se retrate y se mire. Propuestas entendibles.

Tres. Elegir con pulcritud a los equipos de colaboradores y operadores en la campaña electoral. Rostros y caras y acciones nuevas. Ya no más las figuras de siempre, muchas de las cuales están desprestigiadas y que bien merecen estar en el museo de la corrupción.

Por ejemplo, si el candidato va al norte de Veracruz evitar que a su lado estén las Zittas Pazzis y los Chirinos del Ángel. Y a la sierra de Zongolica, los Mario Zepahua. Y a la región de Acayucan-Isla, los Érick Lagos. Y a la zona de Los Tuxtlas, los Jorge Carvallo. Y a Tuxpan, los Alberto Silva.

Todos ellos socavarían por completo el triunfo rojo en las urnas.

PASAMANOS: Cuatro. Treparse “a las valencianas” de José Antonio Meade como candidato presidencial. Si él gana Los Pinos, entonces, a Veracruz irá mucho mejor.

Cinco. Que el PRI lance como candidatos a diputados locales y federales y senadoras a personas con atractivo social. Una Carolina Gudiño, por ejemplo, sería el peor de los mundos. “El Veracruz que quiero” luego de la madriza electoral en Boca del Río, cuando Reynaldo Escobar Pérez, su representante en la mesa, acuñó la siguiente frase bíblica: “¡Paren esta masacre!”.

Seis. Infundir en la población electoral la garantía de que habrá un gobierno sereno y maduro, con un alto, inquebrantable compromiso social con “los que menos tienen”. Y al mismo tiempo, un gobierno imperturbablemente honesto, capaz de encarcelar a sus mismos colaboradores si son descubiertos y “atrapados en la maroma”.

Siete. Hacer a un lado a los magos del “codazo”, aquellos que a fuerza desean estar al lado del candidato para luego, ellos, hacer negocios oscuros a la sombra del poder. Los Arcos, por ejemplo.

Ocho. Prevalece en Veracruz, como en el resto del país, un voto anti-PRI. Javier Duarte fue, es, el culpable número uno. Los duartistas, los culpables número dos. Los amigos, socios, aliados, cómplices y prestanombres de Duarte, el número tres.

Entonces, el candidato priista enfrenta vientos huracanados.

Y ha de deslindarse desde el primer momento, tal cual como ha sido la tónica del par de senadores rojos. Pero ahora, con más insistencia. Incluso, ninguna figura duartista en la campaña ni menos, mucho menos, al lado del candidato. Sería dañino. Una especie de Pípila destructor en la campaña.

CASCAJO: Nueve. El primero de julio serán entregadas 5 boletos a cada ciudadano para tachar a su favorito para diputado local y federal, senador de la república, gobernador y presidente de la república.

Y si de entrada, el ciudadano vota en contra del PRI, los cuatro sufragios restantes podrían ser iguales, es decir, en contra del tricolor, como en cascada, dice el profe Ronzón.

Y tal constituye un gran pendiente de la operación priista para reorientar el estado de ánimo electoral.

Diez. Todo indica que el candidato a la gubernatura será Pepe Yunes Zorrilla. El senador tiene como persona grandes virtudes, entre otras, las siguientes:

Honesto “a prueba de bomba”. Nunca en su vida pública ha sido acusado de “ordeñar la vaca”. Tampoco ha traficado con empresas fantasmas ni constructoras reales. Menos ha favorecido a una Barbie.

Es un político decente en el trato con los demás, como ningún otro.

Es un hombre sereno y mesurado. Reflexivo. Cuidadoso con las palabras. Mastica y tritura sus respuestas para hacer lo más justo posible, pues “ser bueno, dice el adagio, es fácil, pero ser justo es lo más difícil”.

Tiene y practica los valores y los principios universales, apegados a una moral individual, familiar y pública.

Y tales atributos han de ser resaltarse, porque y por lo general sólo son conocidos por su círculo íntimo.

Once. El candidato ha de muestrear al posible gabinete, pues las acciones de un gobierno dependen, y con mucho, de los colaboradores.

De Venustiano Carranza se decía: “El viejo no roba, pero deja robar”.

José López Portillo encarceló acusados de corruptos a siete secretarios del gabinete legal y ampliado de su amigo a quien debía la presidencia dela república, Luis Echeverría Álvarez, aun cuando Miguel de la Madrid encarceló a varios lopezportillistas.

La lección de la vida es canija: los amigos encumbran y honran, pero también descarrilan, con todo y que “el único patrimonio de los seres humanos son los amigos”.

Un amigo, Luzbel, traicionó a Dios. Otro amigo, Judas, traicionó a Jesús. Otro amigo, Jesús Guajardo, emboscó a Emiliano Zapata. Otro amigo, Victoriano Huerta, asesinó a Francisco I. Madero y José María Pino Suárez. Otro amigo, Álvaro Obregón, asesinó a Pancho Villa.

Sólo así, entre otras estrategias, dice el maestro Ronzón, el PRI ganaría la gubernatura.