viernes, abril 19, 2024

Expediente 2017

Insaciables del poder

Luis Velázquez

Al paso que vamos, ni a la Auditoría Superior de la Federación, ASF, ni a la yunicidad, alcanzará el tiempo para seguir descubriendo las (presuntas) pillerías y trastupijes de Javier Duarte, Karime Macías y los duartistas.

El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, ha pedido, cierto, que “el gobierno del cambio” ya la pare, digamos, a lo que él mismo Duarte había llamado “persecución política” y “cacería de brujas”.

Pero con todo y el tiempo político en contra (la yunicidad terminará en el mes de noviembre del año entrante) ni la iglesia frenaría, por lo pronto, que la caja de Pandora siga deslumbrando a la población de Veracruz.

Por ejemplo, el último reporte (primero de noviembre) de la ASF sobre el duartazgo se resume de la siguiente manera (La Jornada, Alonso Urrutia):

Monto de irregularidades: 42 mil 615 millones de pesos federales en seis años, a reserva de otra numeralia pendiente.

Irregularidades solo en la Cuenta Pública 2016: 13 mil 500 millones de pesos.

Saldo en el mes de octubre, 2017: tres denuncias más de la ASF en la Procuraduría General de la República, PGR. Una y otras sobre las Cuentas Públicas de los años 2014 y 2015.

Total de denuncias de la ASF en la PGR: 55.

ENTRE MÁS FREGABAN MÁS QUERÍAN…

Total de transferencias de las participaciones federales que le correspondían a Veracruz: 27 mil millones de pesos asignados.

Total de irregularidades de esos 27 mil millones de pesos: casi 6 mil 500 millones cuyo ejercicio del gasto nunca fue acreditado.

Sueldos que fueron pagados excediendo el tabulador autorizado: 75.9 millones de pesos.

Montos de las anomalías del duartazgo año por año documentadas por la ASF: 2011, 300 millones de pesos. 2012, 543 millones. 2013, 6 mil 689 millones. 2014, once mil 539 millones. 2015, 10 mil millones. 2016, por el momento, 13 mil 500 millones.

Más irregularidades en el destino de los pesos federales en el sexenio: 59 mil millones de pesos y de los que solo pudieron documentar 17 mil millones.

Recuento de las irregularidades: el 71 por ciento de las observaciones de la ASF nunca fueron justificadas.

Rubro de los programas federales con (presuntos) trastupijes: la pobreza, la seguridad, la educación y la salud.

Dictamen general de la ASF: el duartazgo nunca “presentó la documentación comprobatoria de los subsidios a organismos descentralizados autónomos y otras ayudas por 5 mil 354 millones de pesos”.

Solicitud de la ASF a la Contraloría General de Veracruz: realizar “las investigaciones relacionadas con los actos u omisiones de los servidores públicos que, en su gestión, no actualizaron ni identificaron ni controlaron los registros contables y presupuestales de las participaciones federales”.

Funcionarios duartistas en la Contraloría General de Veracruz: Iván López, Mauricio Audirac Murillo y Ricardo García Guzmán.

EL COLMO DE LAS PILLERÍAS

Otras inconsistencias del duartazgo en el manejo de los recursos federales: “la retención de recursos que correspondían a diversos programas administrados por los gobiernos estatales, que no fueron transferidos”.

Otros (presuntos) trastupijes: en la entrega extemporánea de recursos correspondientes a los 212 Ayuntamientos de Veracruz, contemplados en las participaciones federales.

Colmo de las pillerías: “irregularidades entre el impuesto sobre la renta retenido y lo reportado a la secretaría de Hacienda y Crédito Público”.

DUARTE “SE MUEVE UNO Y EL OTRO”

Todavía así, desde el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, Javier Duarte dice al reportero Ciro Gómez Leyva que se está “mordiendo uno el otro” para guardar silencio, pero que a su tiempo dirá todo.

Hipótesis a: Según la ley, la Auditoría Superior de la Federación, ASF, ha de presentar la denuncia penal a la PGR para proceder.

Pero también, ha de reportar las irregularidades en los fondos federales a la secretaría de Hacienda para que las participaciones le sean congeladas al gobernador bajo sospecha (en el caso Duarte) hasta rendir cuentas.

Hipótesis b: La ASF presentó las primeras denuncias penales en la PGR en el primer trimestre del año 2014 y sin embargo, ni la PGR ni la secretaría de Hacienda y Crédito Público procedieron.

Hipótesis c: ¿Por qué nunca procedieron la PGR y Hacienda en el momento de la denuncia penal de la ASF?

De acuerdo con los hechos, todo indica que Javier Duarte tenía “manga ancha” del altiplano “para hacer y deshacer”.

Hipótesis d: Duarte solo pudo hacer lo que hizo… con el visto bueno de arriba, “de muy arriba” como dice el viejito del pueblo.

Hipótesis e: Basado en la documentación de la ASF, Miguel Ángel Yunes Linares insistió una y otra vez en el altiplano con información, dijo, que “cimbraría a México”.

Nunca cimbró al país, pero…, todo indica, estremeció a Los Pinos, y por eso, a Duarte se le acabó el aura celestial y el destino lo alcanzó.

Por eso, todos los que abogan por Duarte y los suyos, desde el profesor Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien fue dueño de la sección 32 del SNTE durante 32 años y que en paz descanse, hasta el arzobispo Hipólito Reyes Larios, están fuera de órbita.

Y lo peor, bajo sospecha de complicidad, dada la defensa a ultranza.

NAMIKO CONTRA DUARTE

Más aún:

La exduartista, Namiko Matzumoto Benítez, tía política del diputado federal, Érick Alejandro Lagos Hernández, “El chilly-willy”, famoso porque su habilidad política consistía en acercar faldas a los ex gobernadores con quienes sirvió, dijo como presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos que Javier Duarte “solo simuló indagar desapariciones forzadas” (La Jornada, Eirinet Gómez, 4 de octubre, 2017) y que como se sabe significa “un delito de lesa humanidad” que nunca, jamás, prescribe.

Y si la Matzumoto ya resumió el duartazgo en materia de derechos humanos con “negligencia, atención deficiente y tardía a familias e impunidad” en la procuración de justicia, entonces, tal delito está pendiente de agregarse a las tropelías documentadas por la ASF.

Y más, porque según la académica e investigadora de la Universidad Veracruzana, la simulación de Duarte y Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública, a quien la Matzumoto “se tiraba al piso”, significó “un padrón sistemático de omisiones que generan impunidad”.

Por lo pronto, y de acuerdo con el resumen de ilícitos, hay 81 expedientes de personas desaparecidas entre febrero 2011 y octubre 2016 totalmente acreditados.

Ya se verá, entonces, cuando el delito anterior se agregue al expediente penal de Javier Duarte y Arturo Bermúdez.

Si se agrega, claro.

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