Malecón del Paseo

632

•Veracruz, derrumbado

•Borbotea el dolor social

•La vida llena de terror

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Hay una película imborrable y memorable que estremece el corazón en Veracruz… En Las Choapas fue asesinada una abuela de 52 años y su nieta de 12 años… Ellas, como la familia, vendían flores… Sus cadáveres quedaron tirados en la vía pública… Entonces los familiares, igual de pobres, igual de jodidos, necesitaron pedir limosna para comprar los féretros… Según la nota, una funeraria se apiadó de ellos y otorgó el servicio del velorio y el entierro sin costo… Pero cuando en un pueblo se llega a tales niveles, caray, la alarma social está en su más alto decibel… Cinco balazos recibió la señora Ángela de los Santos González, y uno solo la nieta… El corazón se estruja en un Veracruz donde doscientas familias son dueñas de más del 60 por ciento de la riqueza estatal… Y en donde en cada sexenio y cuatrienio (de los alcaldes en turno) aparecen nuevos ricos y más fortunas exageradas nacidas a la sombra del poder… Bastaría referir que el daño patrimonial de Javier Duarte en los casi 6 años de su mandato constitucional llegó a 45 mil millones de pesos según el recuento de la Auditoría Superior de la Federación…

ROMPEOLAS: En Las Choapas, los malandros pretendían secuestrar a la hija de la señora, de 19 años, y a la nieta de 12… Fue la noche del miércoles 2 de noviembre en la colonia Agraria… Y como la madre y abuela opusieron resistencia, y también la hija y la nieta, dispararon… Y mataron a dos… Ningún peligro significaban las tres mujeres, pobres entre los pobres, para los malosos… Tampoco eran una fuente de ingresos si las querían secuestrar… Pero como en Veracruz estamos igual que en la guerra de Independencia y de la guerra de Estados Unidos en Vietnam, Richard Nixon presidente, entonces, el asesinato como instrumento para sembrar la incertidumbre y la zozobra, el miedo, el terror y el horror en la población… Y por eso, el doble crimen… Y, bueno, dado que el tsunami de la violencia se ha multiplicado en el resto del país, quizá las leyes han de recrudecerse, por ejemplo, como en Malasia, donde si cometes un delito los malosos saben que están condenados a la pena de muerte… Y/o como en Holanda donde quien comete un delito (fraude, el más castigado) solo le espera la pena de muerte… Y/o como en Irán, donde a un ratero le cortan las manos para que nunca, jamás, olvide…

ASTILLEROS: Nadie duda de que los carteles y cartelitos se están matando entre sí en Veracruz, como en el resto del país, con el único objetivo de adueñarse de la plaza… Pero al mismo tiempo, atemorizan a la población, como en el último caso sombrío en Las Choapas, asesinar a una abuela y a su nieta que vendían flores en la vía pública para llevar el itacate y la torta a casa… Así, el dolor y el sufrimiento humano resultan inverosímil… En cada pueblo hay un duelo colectivo… Pero más todavía, “el miedo al miedo”, pues nadie, absolutamente nadie, está libre de la posibilidad sórdida de sufrir un asalto, un robo, un secuestro, un asesinato, la sepultura en una fosa clandestina… Tan es así que en varias regiones de Veracruz hay padres de familia que con los hijos han migrado a otras entidades federativas y en algunos casos (como en la parte norte) a Estados Unidos… El colmo: en Coatzacoalcos hay médicos que de plano han cambiado de residencia, debido única y exclusivamente a la masacre en que está atrapada y sin salida la zona sur…

ARRECIFES: Los carteles y cartelitos se mueven de un territorio a otro… Por ejemplo, unos barones de la droga entraron a Veracruz por la región norte, desde Tampico Alto y Pánuco hasta Tantoyuca y Tuxpan… Allá, la población ha padecido días huracanados, como por ejemplo, cuando en el duartazgo tiraron once cadáveres en el puente que une a Veracruz con Tamaulipas… Y cuando los malosos rafaguearon un autobús de pasajeros, donde una niña en brazos de su madre fue asesinada… Y cuando el líder de los cañeros, Teódulo Gea Domínguez, alcalde suplente de Ricardo García Escalante, fue desaparecido el 10 de julio del 2014 y apareció asesinado tres días después en el poblado “El camalote”… Y cuando en el año 2013, el esposo de la síndica y alcaldesa Octavio Ortega Arteaga, luego diputada local, Guadalupe Olguín Nava, fue secuestrado en su restaurante, y desde entonces, ninguna pista ni señal… Y aun cuando los malandros siguen en el norte de Veracruz, se han desplazado hacia el resto del Estado, y ahora, y por ejemplo, las regiones de Coatzacoalcos y Córdova puntean en la noche más larga y extensa de Veracruz… Y así como los carteles asesinaron a la abuela y a su nieta en Las Choapas, también arrasan con políticos y empresarios, asesinatos de mujeres, civiles todos… Se padece el terror… Y más porque se vive con el sufrimiento del hijo desaparecido y cuya pérdida derrumba los días y las noches, y de pronto, cada padre, cada hermano, cada pariente, cada familia corre el riesgo de volverse una sombra errante… Y lo peor, la sensación de que nunca, jamás, se saldrá del abismo…