sábado, abril 20, 2024

Expediente 2017

¡Pobrecitos diputados!

Luis Velázquez

Los diputados locales están horrorizados. ¡Pobrecitos, tienen miedo del tsunami de violencia!

Se escalofriaron, por ejemplo, cuando leyeron que en Misantla una mujer de 22 años, Judith Betsabé Reyes Peña, fue rafagueada en el bulevar Manuel Ávila Camacho por unos tipos desde un taxi.

Y cuando en Martínez de la Torre otra mujer fue asesinada a ladrillazos en la cabeza.

Se escandalizaron cuando en Cosoleacaque otro hombre fue ejecutado y otro más baleado en Nanchital.

Y cuando leyeron que la ONG, Alto al Secuestro, documentó el secuestro de 27 personas en el mes de junio del año que corre.

Y cuando en Poza Rica, cuatro comensales en el restaurante de un hotel, entre ellos, un padre y su hijo, fueron acribillados por unos malosos que entraron.

Y cuando vieron que en Xalapa, los vecinos de la colonia Progreso Macuiltépetl se fueron a la calle con cartulinas denunciando “tanta delincuencia, tantos robos a casa-habitación, tantos asaltos a transeúntes”.

Por eso, ahora cuando el doce de septiembre sesionarán en Córdoba han pedido a la secretaría de Seguridad Pública que refuercen la vigilancia, porque ellos, pobrecitos, tienen miedo de que los malandros atenten contra sus vidas, tan importantes que son.

Sólo faltó que el diputado Rodrigo García Escalante, el hijito del cacique huasteco, Ricardo García Guzmán, también hubiera pedido vigilancia policiaca especial, digamos, con la Fuerza Civil, para viajar a Cancún donde esta noche contraerá nupcias.

Además, porque invitó a un montón de diputados y, bueno, el Poder Legislativo de Veracruz estará en la ribera maya y sería catastrófico un secuestro colectivo.

El único que ha mantenido la estoica dignidad ha sido el diputado Zenyanen Escobar García, quien levantó la mano para evidenciar a sus colegas, porque significa que hay ciudadanos de primera y de segunda y de tercera.

Y más porque sin ningún reproche de conciencia el resto de legisladores argumentaron que Córdoba es una ciudad, no violenta, sino “muy violenta”, y en donde, ni siquiera, vaya, las caminatas en las calles y avenidas del obispo Eduardo Patiño Leal con los feligreses han servido para frenar el tsunami violento.

Ahora, caray, los llamados en la antigua Grecia “conscriptos de la patria”, tienen miedo.

¡Vaya ridiculez!

Lo mejor sería que el coordinador de la bancada panista, He Man Sergio Hernández Hernández, invitara la noche anterior a los diputados a una orgía “con alcohol, drogas y mujeres” para viajar eufóricos a Córdoba, sin miedos ni temores.

La cruda les agarraría en Córdoba celebrando el primer centenario de la Constitución Política de Veracruz.

Todo sea, entonces, por la Carta Magna…el único libro que, acaso, habrían leído.

PESADILLA DE TODOS LOS DÍAS

Ellos quieren que el doce de septiembre, Seguridad Pública asigne más elementos policiacos para sentirse tranquilos y seguros.

Nada fácil sería que también hubieran solicitado la Fuerza Civil y la Policía Militar y la Gendarmería.

Los únicos jodidos, entonces, serán los cordobeses, allí mismo donde, entre otras cositas, este año fueron secuestradas tres edecanes de Amatlán y Córdoba y desaparecidas y asesinadas, con la misma saña, digamos, que cuando en el duartazgo una chica de 22 años fue asesinada de cuarenta puñaladas en un hotel y otra señora de treinta puñaladas en Orizaba.

Y en donde a un ladito, en Yanga, fue asesinado el 19 de marzo el reportero Ricardo Monlui Cabrera, con la misma saña con que en el duartazgo fue secuestrada en su casa de Ciudad Mendoza la periodista Anabel Flores Espinoza (8 de febrero, 2016), desaparecida, asesinada y tirado su cadáver en la carretera a Tehuacán, Puebla.

Pobres, entonces, los cordobeses, pues como dice el profesor Zenyanen Escobar García, “viven a diario” el tsunami del terror y el horror y de la incertidumbre y la violencia.

Así son los legisladores del llamado “gobierno del cambio” que en nombre de la justicia social, la legalidad y la transparencia autorizaron a un montón de presidentes municipales (ahora cuando van de salida) préstamos millonarios, como si se tratara de un bono de salida en el “año de Hidalgo”.

El mismo artilugio con que se repartieron el presupuesto de Comunicación Social del Congreso para favorecer cada uno a dos y tres medios de su preferencia como lo declarara, con todo cinismo, el diputado Fernando Kuri Kuri, dueño del periódico “El Mañanero” de Oluta”, en el sur de Veracruz.

TÉLLEZ MARIÉ, A LA DEFENSIVA

El secretario de Seguridad Pública tendría, digamos, la navaja afilada en contra de una partecita del Congreso.

Por ejemplo, contra el diputado Ernesto Cuevas Hernández, a quien acusó de manejar ebrio y moverse en camioneta sin placas.

El diputado Basilio Picazo Pérez, a quien señaló de encubrir a su hermano, detenido por transportar madera robada.

Y contra el diputado Fernando Kuri Kuri, a quien señaló de tener unidades móviles donde transporta mercancía hurtada.

Y si así están las cosas, ya se sabrá si por una orden superior, digamos, y sin guardar resentimientos contra nadie, y como un estadista de grandes alturas, ni modo, ha de blindar a “los conscriptos de la patria” con su sesión parlamentaria en Córdoba el doce de septiembre…, pues, ya lo dijeron, “los demonios andan sueltos”, pues Córdoba “es una ciudad muy violenta”.

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