sábado, abril 20, 2024

Malecón del Paseo

•La aburrida historia oficial
•Ricardo Rubín, una leyenda
•El amor, después de muertos

Luis Velázquez

EMBARCADERO:
El escritor Paco Ignacio Taibo II está publicando unos libros de historia de México (al momento, circulan los dos primeros de tres tomos) donde queda una vez más probado y comprobado que la historia sólo se vuelve interesante para los niños (y para todos) a partir de anécdotas… Y anécdotas de la vida cotidiana donde los héroes venerados sean descritos como simples y sencillos mortales que de igual modo que los siete mil quinientos millones de habitantes de la tierra tienen virtudes y debilidades, aciertos y desaciertos, victorias y derrotas, caídas y levantadas… Pero además, que también tuvieron esposa, novia y amante e hijos que mantener… Y amigos leales, pero también amigos desleales… Y que mientras Taibo II cuenta así la historia del país, los libros oficiales de historia, con todo y la famosa reforma educativa de Aurelio Nuño Mayer, el secretario que se creyó y sintió presidenciable, son los más aburridos del mundo… Y lo son porque la historia es contada a base de fechas de nacimiento y fallecimiento de los héroes, el número de muertos en una batalla, las fechas de las epopeyas estelares, el número de artículos de la Constitución de la república, el número de veces en que la Constitución fue reformada, las fechas de los periodos presidenciales, etcétera… Peor tantito, porque todo está basado en la memoria y el estudiante mejor evaluado es aquel que recita de memoria las fechas más insólitas, como si fuera una computadora de mano… Taibo II, por el contrario, cuenta la historia en forma amena, insólita y prodigiosa, alucinante y avasallante, donde los héroes desfilan en su narrativa desde el perfil humano y como, por ejemplo, están escritos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento… Por eso, ocho, nueve de cada diez niños dicen que odian la historia gracias a su maestro de la escuela primaria… Y ni se diga gracias a los profes de la escuela secundaria… La secretaría de Educación Pública olvidó por completo la enseñanza de los viejos del pueblo, los chamanes, aquellos que en las noches, antes de dormir, se reunían para contarse historias tanto ocurridas en el pueblo como en otros pueblos y en el tiempo presente y en el tiempo pasado… Y las contaban, siempre, como si fueran aventuras fascinantes de la vida cotidiana, de tal manera que todo mundo estaba atento, pendiente del desenlace… Por eso es que, entre otras cositas, las telenovelas y películas suelen tener tanto éxito, pues además agregan la imagen donde las pasiones más desaforadas se encuentran y distancian, y en donde los sentimientos humanos van y vienen… Es más, hay quienes aseguran que la televisión y el cine han rebasado a la SEP en la enseñanza de la historia, como en el tiempo aquel cuando Miguel Alemán Velasco era vicepresidente de Noticieros de Televisa con Emilio Azcárraga Milmo y solían filmar como telenovelas los tramos de la historia… Un letrero en la parte trasera de una estaquita dice lo siguiente: «Me ves y sufres»… Los diseñadores de vestidos dicen que los colores que más quedan a las mujeres son el blanco, el negro y el azul… También dicen que las blusas de manga larga exaltan la figura femenina, y más, cuando la mujer es delgada, y más cuando su cabellera desciende sobre la espalda… Y más cuando siempre anda con una sonrisa…


ROMPEOLAS: La historia del reporterazo Ricardo Rubín, QEPD, es de las más fascinantes… Toda su vida escribió y publicó la columna «A cien por hora», que giraba alrededor de cosas de la vida cotidiana… Pero, sobre todo, nunca, jamás, jamás, jamás, hablaba de políticos, a quienes miraba como una elite extraterrestre… Su columna fue una de las más amenas en la historia del periodismo nacional… Desde cosas reales que parecían irreales y cosas inimaginables hasta frases ingeniosas, consejos de belleza, bebidas, los países más exóticos, las personas más estrafalarias… Desde curiosidades y proverbios hasta la voz de los chamanes y las grandes mentiras de la historia… Rubín publicaba su columna en unos veinticinco periódicos del país, a los que enviaba la columna diaria por correo, y todos los días iba a la Oficina de Correos para depositar 25 sobre a cada uno de tales periódicos… Cada uno le pagaba mil pesos mensuales… Y como en aquel tiempo todavía faltaban muchos años para el Internet, los periódicos le enviaban los ejemplares por correo y así podía leer su columna… Además, fue un padre excepcional, pues cuando su hijo único creció y quiso estudiar en Estados Unidos, Ricardo Rubín quemó sus naves en Veracruz por mucho tiempo y estableció su residencia en Texas… Y desde allí, seguía enviando su gustada columna «A cien por hora» a los 25 diarios… Habría de referir que hacia el siglo pasado, el periódico Excélsior era ya la leyenda, muchos años antes de que don Julio Scherer García se convirtiera en el director más polémico y controvertido de su historia… Entonces, Rubín soñó, de igual manera como la mayoría de reporteros, trabajar en Excélsior… Y lo consiguió de la siguiente manera: logró una entrevista exclusiva con José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet, los dos secretarios de Educación Pública, los dos escritores, los dos políticos, y se presentó a ellos sin más… «Soy reportero de provincia, quiero entrar a Excélsior y les vengo a pedir que me ayuden con una entrevista»… Y se la dieron… Y la escribió y la llevó al jefe de Información de Excélsior… Y las dejó… Y dejó el número telefónico de la casa donde vivía como pupilo… Y días después, le hablaron… Así, ingresó a Excélsior en una historia que parece inventada, fantástica, soñada, pero que fue realidad… Ricardo Rubín fue, de hecho y derecho, uno de los estudiantes fundadores de la antigua Facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana, ahora Facultad de Comunicación, tiempo aquel cuando única y exclusivamente formaban reporteros… Tiempo legendario cuando algunos de los maestros eran don Alfonso Valencia Ríos, Francisco Gutiérrez González, Antonio Salazar Páez y Diódoro Cobo Peña, quien también era filósofo, pedagogo, cardiólogo, escritor y poeta, amigo de José Vasconcelos…

ASTILLEROS: Gabriel García Márquez siempre decía que tenía envidia, envidia de la buena, de los compositores de vallenatos, la canción más popular de Colombia, porque, afirmaba, varias veces intentó escribir una canción y nunca pudo… Así, habría de repetirse, por ejemplo, sobre los boleros… Un bolero en México, «Nuestro juramento», resume la experiencia y la vivencia más alta del amor entre una mujer y un hombre… En una de las estrofas, dice: «Y si los muertos aman/ después de muertos/ amarnos más»… Tal cual, ya lo desearía hasta Jaime Sabines, el famoso autor del poema gigantesco y universal, «Los amorosos»… Una frase literaria, no obstante, de Juan Rulfo, en «El llano en llamas» se aproxima un poco, cuando en uno de los cuentos dos amigas que se quieren tanto juran morir juntas para acompañarse en el viaje sin retorno al más allá, por si las dudas en el camino se topan con el diablo… El escritor cubano, de 26 años, Carlos Manuel Álvarez Rodríguez, avecindado en México, publica su libro de crónica intitulado «La tribu, retratos de Cuba»… En una frase bíblica escribe la verdad al desnudo y que dice: «Los negocios significan la muerte de la amistad»… La frase cae «como anillo al dedo» ahora cuando a Javier Duarte, el preso más famoso del Reclusorio Norte en la Ciudad de México fue traicionado por un trío de amigos… Pero entre ellos, su amigo entre los amigos, su cuate desde la escuela primaria, su compañerito de aventuras y sueños, Moisés Mansur Cisneyros, quien se arrodilló ante la Procuraduría General de la República, PGR, y despepitó todos los negocios del ex góber tuitero… Abrazo largo, tendido y extendido, desde la oficinita tamaño Infonavit donde el tecleador escribe para la amiga reportera Sandra Segura… Suerte, muchísima suerte en el huracán que enfrenta y del que saldrá adelante… Y como dijera aquel (y con todo respeto y sin permiso de Miguel), «ya que no te puedo besar con los labios te beso con la palabra»… En el PRI hay una trinca infernal… Está formada por Anilí Ingram (MAO), Marlon Ramírez (Jorge Carvallo Delfín) y Ramón Poo Gil (Fidel Herrera Beltrán)… Por eso, el resto de las tribus y hordas rojas en Veracruz han de cuidarse… Pocos lo saben, pero el gran actorazo Ignacio López Tarso vivió muchos años en Veracruz, de igual manera como Pepe Guízar y Chabela Vargas… Hay tres cositas que los políticos nunca pueden resistir… La primera, el olor al billete fácil… La segunda, las tentaciones femeninas… Y la tercera, el halago… Entre las tres forman el coctel más peligroso en la historia de la humanidad y que, ni siquiera, vaya, resistió el santo varón de la Reforma, Benito Juárez García, pues se perpetuó en el poder presidencial durante catorce años…

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