miércoles, abril 24, 2024

Diario de un reportero

Por: Luis Velázquez

  • Divorcio Karime y Duarte
  • El olor a poder político
  • Muchas parejas se separaro

DOMINGO

Divorcio Karime y Javier Duarte

Ha trascendido que la doctora graduada en la Universidad Complutense, de España, Karime Macías, tramita el divorcio.

Según el diario digital, Eje central, de Raymundo Riva Palacios, ella, como se sabe, vive en Londres con sus tres hijos, y contrató un despacho jurídico en la Ciudad de México para dar el siguiente paso en su vida.

De ser así, y de entrada, ninguna sorpresa. Tal ha sido, por ejemplo, el destino de muchas, muchísimas parejas que cuando el hombre se encumbra en un cargo público (presidente municipal, gobernador, presidente de la república, secretario de Estado, diputado federal, senador, etcétera), en el camino a Itaca la tentación de las sirenas es canija.

Y a la vuelta de la esquina, zas, el divorcio inminente.

En Veracruz, por ejemplo, una ruptura matrimonial fue la de Patricio Chirinos Calero y Sonia Sánchez.

De allí pa’lante, desde la mitad del siglo pasado a la fecha, ninguna otra pareja.

En contraparte, y a nivel federal, varias han sido las parejas que luego de Los Pinos se han separado.

Entre ellas, Ernesto Zedillo Ponce de León, Carlos Salinas de Gortari y José López Portillo. Este último, como se recordará, para casarse con Sasha Montenegro, la famosa y bella actriz que filmara ene número de películas de ficheras.

También Roberto Borge, ex de Quintana Roo, se separó de su mujer y que ahora, oh sorpresa, ha aparecido en eventos sociales con Silvano Aureoles, el góber “enamoradizo” de Michoacán.

LUNES

Olor a poder

Por lo general, las parejas, digamos, políticas, se han separado a causa de una mujer que se ha atravesado.

Y más, porque como solía decir Henry Kissinger y que tanto repetía don Fernando Gutiérrez Barrios, hay mujeres a quienes encanta y fascina el olor a poder político, y por añadidura, el olor a poder económico.

Más, si se recuerda que los empresarios, por ejemplo, tendrán dinero de sobra, pero les falta el poder político para hacer y deshacer, pero más aún, para decidir el destino de un pueblo, de la población, de una familia, de los otros, los gobernados.

En el cine exhiben la película intitulada “Churchill”, basada en una parte de la vida, la vida estelar de Winston Churchill, que fue ministro de la Gran Bretaña.

Y en una parte del filme, la esposa, tan aguantadora e inteligente que era, le reprocha la soledad, diciéndole, entre otras cositas, que se ha entregado por completo a la política-política.

Ella le dice que el presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, cada semana le escribía una carta a su esposa.

“Pues entonces cásate con Roosevelt” le revira Churchill.

Hay esposas, claro, que soportan con estoicismo la circunstancia política de la vida, pero otras luchan por su espacio y dignidad.

MARTES

“Me volví sexy”

En su tiempo de gobernador, Javier Duarte alardeaba una frase lacónica de tres palabras, la siguiente:

“Me volví sexy”.

Y ni hablar, la fama pública registra que las avispas giraban alrededor del panal.

Unas veces, atrás del simple atractivo político que significa la jefatura del Poder Ejecutivo.

Otras, desde luego, atrás del billete fácil.

Otras más, simple y llanamente, para alardear ante las amigas que eran la pareja del jefe máximo de la revolución priista hecha gobierno.

Otras, atrás de un cargo público y del billete.

Otras, quizá, sin duda, enamoradas, seducidas, encantadas, fascinadas con el hombre atrás del trono imperial y faraónico.

Así, y cuando los vientos fueron adversos, huracanados, impetuosos, el encanto se deshizo por añadidura.

Pero mientras, y como en el corazón nadie, absolutamente manda ni gobierna, del fuego aquel cenizas habrían quedado.

O en todo caso, lo más inteligente, prudente y mesurado, cada quien su camino.

Y, bueno, si el trascendido de que Karime Macías tramita el divorcio, toda vez que Duarte es figura pública, ya se conocerá el desenlace.

MIÉRCOLES

Sería un reality-show…

Nadie, claro, descartaría un reality-show para salvar, digamos, y si fuera posible, el patrimonio familiar crecido y multiplicado en la Decena Trágica, el tiempo histórico de Veracruz que iniciara en el año 2004 y terminara en el último semestre del año 2016.

Incluso, sería tanto, y en nombre de los valores entendidos, como fingir un divorcio, y así, cada quien su parte, y/o en todo caso, con una asesoría jurídica de primer nivel, Duarte heredaría sus bienes a sus hijos, a nombre de la esposa, para que sea una especie de albacea hasta cuando alcancen la mayoría de edad.

El antecedente es viejo. Es una medida legal y legaloide para evadir, y en el caso, a la Procuraduría General de la República y al Sistema de Administración Tributaria y a Sefiplan y a la Fiscalía de paso.

Con todo, tampoco puede descartarse que el trascendido sería un fuego amigo, lo que en Estado Unidos llaman, en el tiempo de Donald Trump, noticias falsas que de tales está lleno el mundo.

Un simple elemento distractor, pues, que tendría varios padrinos, “manos que mecieran la cuna”, twitter en las redes sociales lanzada desde el anonimato.

JUEVES

Control de daños…

En el periódico digital Eje central mencionan la hora de “un control de daños, emocional o financiero” para Karime Macías.

Cierto. Puede ser. Sería. Es.

Si durante cinco años y meses, Karime vivió al lado de Javier el paraíso terrenal, los últimos meses del sexenio fueron, todavía hoy, atroces y crueles, apocalípticos, el fin del mundo, el día del Juicio Final, la resurrección de los muertos (¡ay nanita!).

La pesadilla múltiple: las denuncias penales, la exhibida mediática, las intrigas palaciegas, las deslealtades, intrigas y traiciones, las acusaciones de corrupto y asesino como significara el fuego amigo del presidente del CEN del PRI, las puertas cerradas en palacio, la huida en el helicóptero oficial, andar y vivir a salta de mata, las largas y extenuantes noches y madrugadas, la depresión, el carácter bipolar, los gritos sórdidos y siniestros, el blindaje a los niños, los trapitos al sol ventilados por el góber azul, etcétera.

Y si Karime Macías fue exhibida con su diario en la página aquella de “Merezco abundancia”, nada recompensa el cielo con el infierno.

La hora, entonces, “del control de daños emocional o financiero”, o las dos cositas juntas.

VIERNES

El amor febril

El divorcio, de ser, es un manjar delicioso para las revistas del corazón. Y también para el chismito.

Pero, porfis, ¡que nadie se electrocute!

En la historia del mundo político, por ejemplo, la historia más impresionante fue la del emperador Adriano.

Un día, se enamoró de un chiquillo de 17 años, Antínoo, y para vivir a plenitud su romance envió a su esposa al otro extremo del mundo.

Al ratito, le construyó una ciudad y le puso el nombre de Antínoo. Las calles y avenidas se llamaban Antínoo I, II, III, etcétera. En cada avenida levantó una estatua con su efigie. Imprimió una moneda con su rostro apolíneo.

En un desfile militar, Antínoo miró pasar a un soldado, se prendó de él y lo siguió y nunca, jamás, volvió con Adriano.

El emperador descarriló por completo en la tristeza, la depresión, el llanto y el sufrimiento y casi deshizo la ciudad llamada Antínoo, igual que en el relato público ocurriera con Sodoma y Gomorra, ellos, claro, por la lujuria, y la ciudad Antínoo “por el amor que no se atreve a pronunciar su nombre”, el amor gay.

“¡La vida es así y qué le vamos hacer!” exclama un personaje de Carlos Fuentes Macías en la última frase de la novela.

Son los riesgos de la política-política.

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