•Tres Yunes en el ring

•Empeora inseguridad

•Veracruz, peor que antes

Luis Velázquez

PASAMANOS: En el directorio teléfono hay unas 1,500 personas con el apellido Yunes. Pero por ahora únicamente tres Yunes están en el ring: Pepe Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares. Digamos que los primeros dos en un frente común en contra del tercero. Al ratito, el par de Yunes Márquez se treparán al ring. Y entonces, la balanza quedará al revés. Los Yunes azules con más peso.

El objetivo es uno solo: ganar el próximo 4 de junio el mayor número de presidencias municipales.

Y el año entrante, el mayor número de diputaciones locales y federales, la senaduría, la gubernatura y la presidencia de la república en la parcela jarocha a favor de su partido.

En el juego y rejuego, y mientras Yunes Linares tiene otro frente abierto, ahora ante “El peje”, los Yunes rojos siguen lanzándose en contra del Yunes azul duro y tupido.

El último ramalazo fue en Coatzacoalcos, donde pusieron “el índice de fuego en la llaga purulenta”.

Uno: Yunes no ha disminuido la violencia.

Dos: Tampoco ha reducido la inseguridad.

Incluso, el mismo día en que el par acompañó al candidato priista a la alcaldía de Coatza, Carlos Vasconcelos, en Rodríguez Clara tiraban los cadáveres decapitados de cinco hombres…, así sean narcos, así sean traidores a un capo, así sean ladrones comunes, peor tantito si son, digamos, civiles comunes y sencillos, pues se trata de cinco vidas humanas, vidas frustradas diría el sacerdote del pueblo.

Es más: los tambores de guerra que los senadores tocaron en el sur en contra del Yunes azul fue el mismo día en que a AMLO le tiraban unos güevazos en Huatusco y “El peje” aseguraba que atrás del operativo estaba Yunes Linares.

Es decir, el rafagueo por todos lados en contra del ex primo de Héctor Yunes, ex tío putativo de Pepe Yunes.

La sagrada familia, pues, luchando por el poder político que también es poder económico y poder social.

BALAUSTRADAS: La política ha raspado la relación cordial entre los tres Yunes. Lástima, diría el viejo del pueblo, porque cada uno con sus valores, principios, capital político, fuentes amicales y experiencia, además de empujar la grandeza de Veracruz, también incidirían, juntos, en el destino familiar.

Pero, ni hablar, la rebatinga por el poder es canija y como “la política es un tragadero de hombres” (Juan Maldonado Pereda, qepd), la oportunidad histórica se está perdiendo.

Y en el torbellino, cada parte, cada feudo, cada grupo, hará lo posible.

Héctor Yunes lo dijo así en Coatzacoalcos:

En seis meses del bienio azul han asesinado a seiscientas personas y el mes de marzo fue el más violento (Sayda Chiñas, La Jornada).

Pepe Yunes Zorrilla lo precisó de la manera siguiente:

La demanda social es la misma. Los secuestros han aumentado, “a pesar de que los legisladores de todos los partidos le han acercado recursos suficientes”.

Y es que a estas alturas queda claro que el talón de Aquiles de la Yunicidad es la incertidumbre y la zozobra en el diario vivir.

Los carteles y cartelitos, dueños de norte a sur y de este a oeste de Veracruz.

La vida cotidiana, en la orilla de la guillotina filosa.

A pesar, incluso, de la Gendarmería, la Policía Militar, los marinos y los soldados, la Fuerza Civil, los policías estatales y municipales, los israelitas y los colombianos.

Simple y llanamente, el gabinete de seguridad del gobierno de Veracruz llegó al principio de Peter y ahí están los senadores priistas para incendiar la pradera y sonar los tambores de guerra.

ESCALERAS: El trío de Yunes está jugando al 2018 con la candidatura a gobernador de seis años, 2018/2024.

Héctor Yunes, que otra vez quiere la nominación, sea por el PRI, el PVEM (de Fidel Herrera Beltrán), el Movimiento Ciudadano con Alianza Generacional (más los que puedan sumarse), y de ser necesaria, una candidatura independiente.

Pepe Yunes, que la sueña por el PRI.

Y Miguel Ángel Yunes padre…, que la busca para su hijo Miguel Ángel, a quien, incluso, ya desde ahora en el panismo lo miran como inminente candidato.

Por eso el bombardeo. Por eso los tambores de guerra. Por eso el discurso político y mediático… de aquí hasta el año entrante, mínimo, hasta la elección de mediados del año 2018.

Ya después, algún día, quizá cuando sean viejos, y si el Señor les permite una muerte serena y reposada, se verá si entre ellos, y en nombre del derecho de sangre, se restablece la civilidad, pero más aún, la amistad y el cariño.

Si fuera lo contrario, entonces, sólo estarían cumpliendo “al pie de la letra” con el proverbio árabe cuando dice que a la hora de la muerte la vida de un hombre se evalúa mejor según el número de enemigos que deja.

Incluso, cuando asegura que la vida se aprecia más, mucho más, entre más enemigos, y enemigos de altura, que deja el hombre a la hora de caminar al más allá.