Por: Ignacio Carvajal 

Coatzacoalcos, Ver.- Durante su paso por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Arturo Bermúdez Zurita contó con una «partida secreta» millonaria que superaba los 300 millones de pesos al año, confirmó la nueva administración. 

Al dar respuesta a la solicitud de información 01027916, en donde se solicitó saber la relación de gastos que efectuaba Bermúdez de manera directa, la dependencia entregó los montos que se ejercieron en diciembre de 2012 y de enero a diciembre del 2013. 

En su respuesta, la SSP contestó a finales de febrero pasado que durante la administración de Bermúdez se encontraron gastos millonarios en «la Jefatura de Sector (Oficina del C. Secretario)» por 50 millones 666 mil pesos sólo en diciembre del 2012; y 307 millones 297 mil pesos de enero a diciembre del 2013. 

MÁS EQUIPO

Analizando la proporción del gasto, la oficina de Bermúdez absorbió el 12.5 por ciento del presupuesto total que la SSP recibió en 2013, que fue de 2 mil 330 millones de pesos, según la Ley de Egresos para el año fiscal en comento. 

En 2012, la SSP recibió un presupuesto de mil 726 millones de pesos, y la oficina de Bermúdez gastó 50 millones 666 mil pesos sólo en el mes de diciembre, lo que representó el 2.4 por ciento del gasto total del presupuesto, eso no es ni la mitad de lo que Veracruz destina de su PIB a educación, ciencia y desarrollo.

Con esos recursos, por ejemplo, se hubiera llenado de cámaras de vigilancia la ciudad de Coatzacoalcos, alcanzaba para unas 20 patrullas y sobraba para montar instalaciones dignas para la policía. 

En Veracruz igualmente hubieran servido para reactivar todos los sectores con casetas de vigilancia que antes eran de la extinta Policía intermunicipal, y sobraba para contratar más personal con todo y patrullas. 

RESPUESTA

Sobre la respuesta, la SSP indica que «al presente se adjunta oficio de la respuesta SSP/UA/DRH/0042/2017 de fecha 13 de febrero del año en curso, recibida por parte del C.P Abel Cazares Escobar, Jefe del departamento de Recursos Financieros.

En la misma solicitud, resalta el oficio SSP/UA/DRF/0334/2016, en donde la dependencia, explica que buena parte de estos gastos, se fueron a cubrir gastos de «las escoltas y al personal de apoyo que acompaño al entonces Secretario de Seguridad Pública en sus viajes de trabajo». 

En la relación de los gastos, destacan viáticos  en restaurantes, comidas, hoteles, vuelos, gasto de refacciones, aditivos, combustibles, peajes, etc., de diversos puntos del país y del Caribe mexicano.

LA PARTIDA SECRETA

¿Partida Secreta?, por lo menos eso queda claro de la revisión básica a las cuentas de uno de los hombres más cercanos a Javier Duarte de Ochoa, pues ni en la Ley de Ingresos ni en la de Egresos de los ejercicios fiscales citados, aparecen los rubros gastos para la oficina del C. Secretario.

Menos, asignaciones millonarias más allá de los miles de millones de pesos que integran el presupuesto de la SSP, uno de los más fuertes, entre Salud y Educación.

En la Cuenta Pública 2015, observada por el Orfis el año pasado, de igual forma no aparece en la fiscalización algún rubro general parecido a «oficina del C. secretario». 

Las revisiones a la cuenta pública, por lo menos en el Orfis, abarcaron en 2015 «servicios personales, materiales y suministros, servicios generales, transferencia, asignaciones, subsidios, otros gastos y pérdidas extraordinarias, bienes muebles, inmuebles e intangibles, inversión pública e inversiones financieras y otras provisiones.

«Ante la ambigüedad de eso conceptos, esos recursos pudieron haberse hecho pasar por cualquier cosa, antes que darlos a conocer de manera transparente», dijo una fuente de la SSP que participó en el proceso de entrega recepción y que no está autorizado a proporcionar su nombre.

Otra fuente anónima, que trabajó durante varios años en la SSP, dijo que buena parte del recurso pagado de la partida de gastos del secretario eran «para pagarle a reporteros aliados».

Periodistas o fotógrafos veracruzanos que recibían sobornos para colaborar como informantes de Bermúdez o simplemente para ayudarlo a encubrir noticias relacionadas con violencia, sobre todo cuando se afectaba a inocentes y se desaparecía a personas, esos periodistas recibían el pago directo de la oficina de Bermúdez. 

En el expediente IVAI-REV/1170/2016/1, del IVAI, se desahoga una solicitud de información relacionada precisamente con el interés de un ciudadano por saber si había recurso del gobierno pagado a periodistas del puerto jarocho, consta en la solicitud 01028016 a la SSP, que no ha sido contestada. 

En el proceso de entrega recepción, otro de los detalles que llamó la atención de la nueva administración, fue el hallazgo de una gran bodega, en la Academia de Policía de Lencero, llena de alimentos importados, de la más alta cocina, finos, traídos para elaborar los platillos más esquistos para el paladar del Bermúdez Zurita, quien contaba con u chef particular.

HOMBRE DE NEGOCIOS 

Se ha dado a conocer, en diversos reportajes, la vida de lujo, extravagancia y boato en la cual se desenvolvió quien fuera en otros años el terror con forma de hombre. 

«Cuando tomamos la dependencia, vimos mucho desorden, y sí, vimos que  había un estilo de vida marcado, a  nosotros ya nos dejaron la pura austeridad», reiteró la fuente. 

Trajes, calzado de lujo, coches del año, plumas finas y modelos con elevados salarios, era un poco de lo que dejaba ver de vez en cuando el ex titular de la SSP, ahora preso en Pacho Viejo, precisamente acusado de enriquecimiento ilícito.

Entre los señalamientos que se han realizado al ex titular de esa dependencia, es que de ser un funcionario medio en el gobierno de Miguel Alemán y parte del de Fidel Herrera, con Javier Duarte se convirtió en una persona próspera. 

Dueño de hoteles, restaurantes, cafeterías, gimnasios, lavanderías, empresa de seguridad, agencias de modelos, lavanderías, todo eso hay en el haber de Bermúdez Zurita. 

TUVO QUE RENUNCIAR 

A principios del 2016, ante docenas de acusaciones de que era un corrupto, criminal y asesino, incluso por parte de la misma iglesia, Javier Duarte de Ochoa no despidió a su fiel secretario, en cambio, dijo que si su jefe policiaco se iba, él, el gobernador, también, dándole todo su apoyo. 

Pero Bermúdez presentó la renuncia finalmente en agosto del 2016 al darse a conocer que en Estados Unidos tenía propiedades a su nombre, y al de su esposa, que superaban los 2.5 millones de dólares, y que no aparecían en su declaración patrimonial.

Arturo Bermúdez tuvo su partida secreta millonaria, sin embargo, al dejar esa dependencia, se marcha dentando una deuda por mil 450 millones de pesos, quedando como la dependencia con más deuda, después de la SSP. 

Bermúdez llegó a la SSP a mediados del 2011, después de que el anterior secretario, Sergio López Squer, fuera blanco de un atentado que le costó la vida a dos de sus escoltas personales, en el puerto de Veracruz. 

Bermúdez era subsecretario, y Javier Duarte lo ascendió, un año después, le dio más facultades al entregarle el control de todos los penales del Estado, así como de la dirección de Transporte Público.

La cantidad de recursos que pasaron por manos de este personaje, no tienen comparación entre el resto de las secretarias, todo indicaba que Duarte buscaba volverlo el hombre más poderoso económicamente al interior del gabinete, y lo hizo.