viernes, abril 19, 2024

Barandal

•La cueva de Alí Babá

•Judas de Javier Duarte

•La bodega de Córdoba

Por Luis Velázquez

PASAMANOS: Miguel Ángel Yunes Linares se ha anotado un hit con casa llena antes de cumplir los cien días. Campanazo diría don Julio Scherer García. La bodega en Córdoba propiedad de Javier Duarte y Karime Macías, la pareja gubernamental que descarriló al PRI en Veracruz.

En el tesorero escondido, obras de arte, documentos, sillas de montar caballos (la debilidad de Karime) y sillas de ruedas.

Además, oh sorpresas que da la vida, libretas con la lista de las cuentas bancarias de Karime.

Y otra libreta con los nombres de los familiares, los funcionarios públicos, los amigos y los socios en los negocios.

Además, otra libreta con las direcciones de las casas y departamentos propiedad de la pareja imperial y faraónica.

Más todavía: un diario en varias libretas. El diario de Karime, donde solía contar sus infidencias y confidencias. Las alegrías. Las esperanzas. Los sueños.

Karime, al desnudo, como al desnudo se ponen todos quienes suelen escribir un diario, a excepción, claro, de Adolf Hitler, quien en vez de un diario escribió “Mi lucha”, su lucha por la raza pura alemana.

En su diario Karime escribió la siguiente frase bíblica:

“Sí merezco abundancia. Sí merezco abundancia. Sí merezco abundancia. Sí merezco abundancia”.

Así, 50 veces. Una tras otra las frasecitas en una hoja de su diario. Letra menuda y clarita. Dos frases como el martilleo de un sueño y una utopía…, que durante casi seis años le llevaron al paraíso terrenal.

Los sueños cumplidos en el día y en la noche durante un año y otro y otro y otro, etcétera.

Hitazo, pues, del góber azul.

Súper.

Nada más que si la cueva de Alí Babá y sus ladrones fue descubierta es, dice la historia, dice la leyenda, porque alguien dio el pitazo.

Y lo dio… a cambio de impunidad.

Impunidad total ante la Yunicidad que “anda con la espada desenvainada”.

Y el pitazo habría provenido de “los amigos” más cercanos, cercanísimos, cuadernos de doble raya, de Javier Duarte y/o de Karime Macías, a menos que se trate de un operativo israelita y colombiano.

Y de los amigos, porque en todo caso se trata de objetos personales y familiares.

Y por tanto, de la existencia de la bodeguita, la cuevita, sólo la gente de confianza de la pareja tenía información.

Entre ellos, los siguientes:

BALAUSTRADAS: El amigo número uno de Duarte y Karime: Juan Manuel del Castillo, cordobés, quien fue su secretario particular en la SEFIPLAN, y luego secretario particular como gobernador y luego subsecretario de Egresos y luego diputado local. Y antes, fallido candidato a presidente municipal de Córdoba.

El amigo número dos: Vicente Benítez, quien era gente de Fidel Herrera y el fogoso se lo envió a la SEFIPLAN, tiempo aquel cuando como tesorero acuñó la anécdota nacional de “El señor de las maletas voladoras”.

Y después, como Oficial Mayor de la secretaría de Educación, recreó otra leyenda, “El profe de las tangas eróticas”, examen pedagógico al que sometía a las profesoras para otorgar una plaza.

El amigo número tres: Gabriel Deantes Ramos, el operador que robara la elección a Miguel Ángel Yunes Linares en el año 2010, y al que para justificar su riqueza inventó que su padre le heredó, en vida, 39 millones de pesos.

El ex Fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, expidió una orden de aprehensión en su contra por enriquecimiento ilícito que al momento está incumplida.

El amigo número cuatro: Arturo Bermúdez Zurita, preso en el penal de Pacho Viejo por enriquecimiento ilícito y delincuencia organizada, y quien alardea, según las versiones, que sólo estará un tiempecito privado de su libertad porque ya se arregló con el Yunes azul.

El amigo número cinco: el cordobés Juan Antonio Nemi Dib, director del DIF, secretario particular de Duarte y secretario de Salud, y quien también pertenece al club de amigos de Yunes Linares.

Y los amigos número seis, siete y ocho: Moisés Mansur Cisneyros, Jaime Porres y Franky García, el primero de los cuales se arrodilló ante el Yunes azul, dijo el Yunes azul, cuando le dijo que encarcelaría a su esposa, y entonces, despepitó todo, absolutamente todo.

Ellos son los amigos de mayor confianza de Duarte y Karime. Ellos sabían todos los secretos de la pareja. Ellos conocían “el fondo de la olla”. Ellos, digamos, sabían de la bodeguita.

Y algunos de ellos, está claro, necesitan impunidad.

Insólito, raro, extraño, sospechoso, que Juan Manuel del Castillo y Vicente Benítez hayan caminado en el pantano sin mancharse ni quedar atrapados en la yunicidad.

Por eso, no obstante, el campanazo del gobierno azul.

ESCALERAS: “Haiga sido como haiga sido”, “palo dado ni Dios lo quita”.

Ahora, dice el góber, el tesoro escondido será entregado a la Procuraduría General de la República, PGR, para ver si así pudiera detener a Javier Duarte, quien hoy cumple 127 días como prófugo de la justicia.

Más aún: entre más apriete Yunes las tuercas, y lo que tan feliz lo hace, más desembucharán los duartistas con tal de salvar el pellejo.

Y, bueno, si Jesús tuvo un Judas, caray, mal que Duarte haya creído que los amigos son de verdad, y menos, cuando se atraviesa, digamos, tanta corrupción.

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